Vecinos

Un salón de actos en mitad de la polémica

La Asociación de Vecinos Torrijos de Huelin celebra este jueves asamblea para protestar porque 150 mayores no pueden usar para sus clases matinales de baile y gimnasio el salón de actos del centro ciudadano - Los servicios sociales comunitarios señalan que no pueden trabajar bien con el ruido

El presidente vecinal, Francisco Moya, ayer delante del Centro Ciudadano Huelin

El presidente vecinal, Francisco Moya, ayer delante del Centro Ciudadano Huelin / A. V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

«Si en la asamblea hay correlación de fuerzas estamos pensando incluso en irnos al Ayuntamiento con una pancarta y exigirle al alcalde que por lo menos hable con nosotros», cuenta Francisco Moya, presidente de la Asociación de Vecinos ‘Torrijos’ de Huelin, una entidad que también reparte alimentos.

La asamblea general de los vecinos, convocada esta tarde a las 6, se celebrará, precisamente, en el salón de actos del Centro Ciudadano de Huelin de la calle Emilio de la Cerda, un espacio que los vecinos reivindican para que, tras lo más duro de la pandemia, unos 150 mayores puedan volver a usarlo para sus clases gratuitas matinales de baile y gimnasia, actividad dependiente del Ayuntamiento. «Ahora mismo una parte de ellos está dando clase al aire libre en calle Pacífico, pero ya mismo viene el mal tiempo», explica Francisco Moya. El problema surge porque, como detalla, «ahora que íbamos a volver a nuestro sitio de origen nos dicen que por la mañana no se puede usar el salón, cuando es el momento en que los mayores pueden ir a esas clases, cuando sus nietos están en el colegio», subraya.

El presidente vecinal recuerda que la asociación de vecinos disfrutaba de 300 m2 del centro ciudadano y que, con la llegada de la pandemia, con el fin de ceder más espacio a los servicios sociales comunitarios han abandonado la segunda planta y ahora sólo cuentan con 100 m2 en la planta baja.

«Hemos menguado a raíz de la pandemia pero accedimos porque había unas necesidades», subraya, pero al mismo tiempo recuerda que el 29 de marzo, en una reunión con la concejala de Participación Ciudadana, Ruth Sarabia, y con el concejal de la Carretera de Cádiz, Luis Verde, «nos dijeron que quedaría para nosotros el espacio de la antigua OMAC (Oficina Municipal de Atención al Ciudadano), que se trasladó a Tabacalera, para que allí fueran los palés de alimentos, así como el salón de actos después de que hicieran unas obras».

El presidente vecinal lamenta que cinco meses más tarde los vecinos no cuenten con ninguno de estos espacios (el primero lo utilizan los servicios sociales).

Francisco Moya justifica la asamblea general de hoy en la falta de comunicación con el concejal. «Todo lo que sabemos no es porque el concejal nos lo haya dicho sino porque lo intuimos, cuando queremos saber qué es lo que se va a hacer ahí. Y pedimos una solución porque hasta ahora no nos la han dado», incide.

El concejal Luis Verde destaca que hay espacios municipales «en el entorno» que podrían cederse para las clases «sin ningún problema»

Respuesta municipal

La jefa de sección de los Servicios Sociales de la Zona Básica de Huelin, Isabel Rueda, explicó ayer que los trabajadores tienen problemas por el ruido durante esas clases matinales, algo que se escucha en todo el edificio, al ser un espacio diáfano. «La serenidad de un profesional que tiene que hacer un informe de riesgo no es posible. Para hacer su trabajo día a día necesita concentración y con el ruido no estás atendiendo al teléfono», puso de ejemplo.

Como explicó, los servicios sociales se trasladaron a este centro hace unos cinco años y en la actualidad atienden a unas 48.000 personas. En este sentido, ahora mismo cuentan con 25 trabajadores y no dejan de aumentar al haber asumido nuevos servicios como el Ingreso Mínimo Vital.

A este respecto, destacó que tampoco la atención al público es la adecuada. «Necesitamos unas condiciones mínimas de atención a la ciudadanía y si ves que están entrando y saliendo personas no es lo apropiado», subrayó y recordó que la propia Junta ha dejado por escrito el que los servicios sociales «tengan un sitio adecuado donde atender». «No estamos pidiendo mucho. Como administración estamos pidiendo que podamos hacer un trabajo digno».

Por su parte, el concejal de la Carretera de Cádiz, Luis Verde, respaldó ayer a los servicios sociales porque las clases matinales «se hacían muy molestas para los trabajadores» y señaló que falta por adecuar la planta baja para que puedan ofrecer en mejores condiciones la atención directa.

El concejal apuntó que el Consistorio ha dado «muchísimas soluciones» para almacenar los alimentos de la asociación en otro local, «y en el Ayuntamiento le ayudaríamos con los portes». También destacó que «volver a los talleres en las mismas condiciones y en el mismo sitio no puede ser, pero tenemos locales cruzando la acera y el distrito se los cedería sin problemas».

Por último, recordó que salvo los martes por la tarde, que lo necesitan los servicios sociales, el salón de actos sí puede usarse el resto de tardes de la semana.

«Las dos partes han cedido», remarcó.