Emigración

El libro que unió dos países

El investigador malagueño Miguel Alba, que desveló en un libro en 2016 la desconocida emigración andaluza a Hawái a comienzos del XX, está haciendo de puente entre los descendientes, muchos de ellos asentados en California y sus lugares de origen. Ahora prepara un segundo libro sobre el asunto

Miguel Alba señala la foto de una madre y su hija californianas, descendientes de andaluces.

Miguel Alba señala la foto de una madre y su hija californianas, descendientes de andaluces. / A. V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

El pasado agosto hubo farolillos y flamenco, macetas con flores, jamón ibérico, sombreros cordobeses y aceitunas. La peculiaridad es que la fiesta se celebró en San Martín, una localidad de California próxima a San Francisco.

Los asistentes festejaron, los cien años de la llegada a California de Guillermo Luque y Rosario Cruz y sus hijos pequeños, todos de Cabra (Córdoba). El padre había estado trabajando en Hawái pero desengañado por las duras condiciones de vida, decidió marchar a California.

En ese encuentro, en el que no faltaron descendientes de emigrantes malagueños, se exhibieron además las cartas de felicitación de los expresidentes Jimmy Carter y George Bush, pero también del investigador malagueño Miguel Alba, autor en 2016 de ‘S.S. Heliópolis. La primera emigración de los andaluces a Hawái (1907)’, que destapó la desconocida contratación de trabajadores para recolectar caña de azúcar en ese lejano archipiélago que partió del puerto de Málaga, a bordo de un primer buque, el S.S. Heliópolis, aunque muchas familias, como los Luque de Cabra, terminaron trasladándose a California.

El libro que unió dos países | L.O.

Tres de los participantes en la fiesta andaluza de San Martín, California, el pasado agosto. / L. O.

Hoy, Miguel Alba es un auténtico puente entre estos descendientes de andaluces y sus lugares de origen. «Todo empieza cuando el libro se traduce al inglés hace año y medio. Ahí es cuando empiezan a saber de esta historia. Ellos sabían lo que había pasado con sus abuelos y bisabuelos, pero desconocían el porqué: el hambre, el caciquismo, la miseria... Ellos siguen agradeciendo que sus familias dieran ese paso porque hoy tienen una vida muy resuelta», cuenta Miguel.

El investigador malagueño no deja de recibir llamadas y correos con cartas, fotos y vídeos de Hawái y California de estos descendientes. En ocasiones, con historias tan bonitas como la de ese abuelo estadounidense que, a punto de dar las gracias por la comida, su nieta le pide ejercer la acción de gracias, en honor de sus antepasados españoles, por lo mucho que habían luchado.

«Todos están conociendo su historia. La cuestión es que se ha producido una ola de gente porque tenían cortado su vínculo con España. Ese puente lo han tenido conmigo y ahora está fluyendo la información a un lado y al otro», resalta.

El libro que unió dos países | ÁLEX ZEA

Miguel Alba en 2016, con su libro sobre el ‘S.S. Heliópolis’. / Álex Zea

El caso es que, como subraya, al Heliópolis le siguieron otros barcos con el mismo destino y pasaje de trabajadores andaluces y de otros puntos de España. El segundo de ellos, el S.S. Orteric, ha sido investigado por Miguel Alba, porque un turbio asunto de mortandad infantil acabó en los tribunales de Estados Unidos. El libro lo presentará en un mes y como subraya, «ya me están pidiendo que lo traduzca al inglés».

Miguel recuerda que en Cáceres, al hilo de su primer libro, se va a organizar un congreso sobre la emigración extremeña y le gustaría que Málaga acogiera otro, así como a muchos de esos descendientes, con la colaboración de las instituciones, empezando por la Diputación. «Me dicen que podrían enviar dos aviones llenos. Habría que atenderlos y por eso quiero que los organismos públicos se involucren», remarca. El puente creado por Miguel Alba está más transitado que nunca.