‘Por Una Málaga Mejor’

Optimizar recursos para llevar ayuda y esperanza a los más vulnerables

La Casa de Misericordia de Málaga y Anfremar ejemplifican desde hace décadas la labor de los colectivos sociales de ‘Por una Málaga mejor’en su lucha diaria y constante contra la exclusión y la desigualdad

La casa de Misericordia de Málaga de Málaga tiene su sede en la Avenida de Europa.

La casa de Misericordia de Málaga de Málaga tiene su sede en la Avenida de Europa. / LA OPINIÓN

La casa de La Misericordia de Málaga y Anfremar son dos de las asociaciones malagueñas que forman el colectivo ‘Por Una Málaga Mejor’, resultado de la unión, durante el año pasado 2020, de diferentes asociaciones de carácter solidario de los once distritos de Málaga. Lagunillas Centro, Nada es Imposible, OSAH Málaga, Unión Ciudad Jardín, ASAEC, Animación Malacitana, Torrijos, Unificación Nuevo San Andrés, IncluDD, Sentimiento Churrianero, Hacienda Cabello, además de las dos organizaciones citadas al principio, aunaron esfuerzos con el objetivo de ayudar a familias y personas en vulnerabilidad flagrante. ‘Por una Málaga Mejor’ coordina los recursos que generan estas asociaciones para optimizarlos de la mejor manera posible, evitar duplicidades, y hacer una distribución eficiente de los alimentos por zonas, además de poner en contacto a la Administración local con estas asociaciones para configurar tentáculos solidarios que lleguen a los barrios.

La Casa de Misericordia, cuya sede se sitúa en la Avenida de Europa 87 de Málaga, lleva más de 38 años sirviendo y ayudando a los malagueños más desfavorecidos. «Somos de las asociaciones solidarias más antiguas; fuimos la primera que surgió en la Carretera de Cádiz, el distrito más poblado de Málaga capital y uno de los distritos con más densidad de población no sólo de Andalucía sino también de España», quien habla es José Luis de la Torre Molina, presidente y máximo responsable de esta asociación que lleva a la práctica desde hace años el reparto de alimentos entre los más vulnerables del distrito. «Repartimos alimentos a través del Programa FEGA (El Fondo Español de Garantía Agraria dependiente del Ministerio de Agricultura y Alimentación) y a través del Economato Social».

En total ahora mismo unas 200 familias se benefician del reparto, que se produce dos veces al mes de los Fondos Fega y otras 220 acuden, una vez al mes, al economato social. «En 2020, en el año de la pandemia atendimos durante la crisis sanitaria a cerca de 1.600 familias; en 2021, con todo el asunto más calmado, hemos llegado a 1440 personas», comenta De la Torre Molina.

Pero la experiencia en el trabajo con los más desfavorecidos ha provocado que la asociación de la Avenida de Europa haya diversificado su trabajo solidario: tienen un completo programa de custodia y ayuda a mujeres maltratadas que sufren la violencia de género; trabajan también con alumnos conflictivos de Primaria y Secundaria que son expulsados por periodos temporales de sus centros educativos y que, en vez de quedarse en sus domicilios, hacen trabajos sociales para ellos (aprobados por la Junta); también organizan cursos de formación durante todo el año y trabajan en la formación de su voluntariado y en el reparto de ropa para las familias necesitadas.

Para José Luis de la Torre, «el tema de la comida es el menos importante. Lo que dignifica a la personas es la formación y la responsabilidad. Ayudamos para que ellos se ayuden. Intentamos formar a las personas responsables. Ellos deben ser los dueños de su destino. Creemos en el esfuerzo y en la constancia», recalca.

Para De la Torre, la solidaridad en el futuro pasa por una mayor coordinación entre los agentes implicados y tener una visión clara de lo que se pretende hacer «porque esto no es una situación que vaya a durar poco; la economía está muy mal y las recuperaciones económicas duran muchos años». Para el representante de la Casa de Misericordia todo se basa ahora mismo en la subveción y en la ayuda, cuando hay que incidir en la formación orientada al trabajo. «Ahora estamos fomentando una sociedad dependiente, tenemos que ayudar para que la gente se ayude después, con visión clara de futuro», matiza. «Hay mucha gente que tiene pudor y vergüenza para ponerse a una cola para recibir alimentos; ayuda sí, de por vida, no. Hay que complementarla con trabajo y formación para el futuro de estas familias», concluye.

Anfremar es la asociación nodriza del colectivo ‘Por una Málaga Mejor’. Su objetivo principal es cubrir las necesidades básicas de personas y familias en desarraigo social a través de la alimentación, la higiene, la educación en valores y perdurar un gran compromiso de ayuda a los más desfavorecidos.

Fernando Gutiérrez es su presidente y pasa revista a la actividad que se desarrolla por todas las asociaciones que integran ‘Por una Málaga mejor’: «La coordinación en estos meses de trabajo está siendo buena. Surgen complicaciones porque somos seres humanos pero todos tenemos in mente a las 7.200 personas que atendemos; además hemos dado trabajo a 13 personas, que no está mal con la que está cayendo», indica.

Esa coordinación, según Gutiérrez, ha supuesto «muchísimas horas de trabajo» ya que es Anfremar la asociación que tiene que justificar el dinero público recibido. Ese esfuerzo se ha traducido en «innumerables reuniones, sobre todo con proveedores (suministros, publicidad, transporte, gestión, etc.) intentando no pasarnos del límite económico asignado a cada asociación», comenta.

Por último, Gutiérrez agradece la ayuda que han recibido de la Administración, del Área social, del propio alcalde de Málaga y se felicita de la «magnífica actitud y apoyo constante» que han tenido de todas las fuerzas políticas malagueñas, sin excepción.