Día de Todos los Santos

Los cementerios de Málaga vuelven a la vida

Con lo más duro de la pandemia por fin atrás, los principales camposantos de Málaga volvieron a recibir visitas en gran número el Día de Todos los Santos - Dos de ellos, el Cementerio Inglés y el Cementerio de San Miguel, con esperanzadoras mejoras y novedades - María Victoria Atencia, que en breve cumplirá 90 años, descubrió un panel cerámico en su honor con su poema ‘Entre los que se fueron’ en el Cementerio de San Miguel

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

La fiesta pagana (y algo protestante) de Halloween dejó paso a la festividad católica del Día del Todos los Santos. A las 8.45 de la mañana se abría el viejo Cementerio de San Juan, en El Palo, un camposanto encalado con el aire de pueblo independiente que siempre ha tenido este barrio de Málaga.

Se jubiló Loli García, la florista del cementerio, tras más de tres décadas y una vecina ha tomado el relevo con los precios que marca el mercado: la docena de crisantemos y de claveles, a diez euros y las rosas, a dos euros cada una.

Los cementerios son lecciones de vida en mármol. Es el caso de la lápida de María, en la que aparece en una foto con sus hijos en la playa y este epitafio agradecido y musical:«Gracias a la vida que me ha dado tanto».

Un rincón del Cementerio de San Juan, en El Palo, esta mañana.

Un rincón del Cementerio de San Juan, en El Palo, esta mañana. / A.V.

«Ahora le toca a mis hermanos y a mi cuñada», comenta una vecina en una escalera, a punto de limpiar unos nichos.

Los cipreses parecen rascar el cielo de tímidas nubes que se abren paso en el azul. En este camposanto de barrio y pueblo descansa el alcalde de Málaga, el médico Antonio Gutiérrez Mata y en otro rincón de este laberinto mediterráneo de cal, seres queridos que se fueron y flores se encuentra el nicho de Toti Vega, la malagueña que de niña vivió el bombardeo de Madrid, y que huyó con su familia a Valencia y luego a Francia, tras cruzar los Pirineos a pie y con nieve, para acabar en Bélgica ayudando a la resistencia tras los nazis.

Cementerio Inglés

Muchas vidas heroicas también descansan para siempre en el Cementerio Inglés, que hace unos días recuperó su horario de apertura de martes a domingo, con una nueva empresa de gestión cultural y el importante respaldo de la Fundación Unicaja, lo que permitirá a la fundación que gestiona este camposanto protestante abandonar las estrechuras económicas y emprender proyectos ilusionantes.

A las 10 abrió sus puertas y allí esperaba a los visitantes la historiadora del arte Dolores Lupiáñez, que destaca el trabajo que ya está realizando de identificar lápidas localizadas fuera de contexto en el cementerio para colocarlas en los sitios aproximados donde estuvieron, además de la «recreación histórica de los jardines».

Los amigos del Cementerio Inglés también han puesto en marcha la ‘adopción’ de tumbas, mediante la cual se adecentan tumbas y lápidas sin el mantenimiento de sus familias. Es lo que hacen esta mañana Liz Parry y un grupo de voluntarios ingleses. Liz, que se define como «anglomalagueña», anima a los malagueños a convertirse en voluntarios y así mantener a punto este Bien de Interés Cultural.

Un grupo de voluntarios adecentaba ayer tumbas y lápidas del Cementerio Inglés de Málaga.

Un grupo de voluntarios adecentaba tumbas y lápidas del Cementerio Inglés de Málaga. / Gregorio Marrero

Uno de los que esa mañana se encarga de adecentar tumbas, esta vez de antiguos curas anglicanos, es el párroco actual de la iglesia de Saint George, Louis Darrant:«Siento una conexión y una responsabilidad con ellos, es una manera de darles las gracias», explica.

En la parte primitiva del Cementerio Inglés, la del muro original y las tumbas recubiertas de conchas, resiste el paso del tiempo un bellísimo poema de María Victoria Atencia, ‘Epitafio para una muchacha’, compuesto en 1961.

Homenaje a Mª Victoria Atencia

El Ayuntamiento quiso homenajear a nuestra poeta más renombrada, a las puertas de su 90 cumpleaños y recién incluida su obra completa en la colección Letras Hispánicas de Cátedra, con el descubrimiento de un panel cerámico con otro de sus poemas en el Cementerio de San Miguel.

El poema, titulado ‘Entre los que se fueron’, se encontraba justo enfrente de panteón de los Atencia en San Miguel, otro camposanto recuperado con tesón año a año y devuelto a la vida.

Leyeron poemas de María Victoria Atencia José Manuel Cabra de Luna, José Infante, Alfredo Taján, Mariluz Aguilar y la concejala del Centro Gemma del Corral, que resaltó que los versos de la poeta malagueña «quedarán para siempre».

María Victoria Atencia, acompañada por algunos de quienes leyeron sus poemas en su homenaje en el Cementerio de San Miguel.

María Victoria Atencia, acompañada por algunos de quienes leyeron sus poemas en su homenaje en el Cementerio de San Miguel. / Gregorio Marrero

Una emocionada María Victoria Atencia agradeció la compañía de tantos amigos y familiares en «un día tan extraordinario» y a continuación leyó el poema que acompañará para siempre a quienes visiten el Cementerio de San Miguel y que termina así:«Narcisos dejaré más allá de esta hora/ y que toquen sus pétalos nombres entrelazados./ Fuera de este recinto está el vacío sobre/ la ciudad anhelante a cuya luz me encuentro/ con el significado preciso de la vida/ como un libro que abriesen de par en par por sus verjas».

Federico Souviron, gerente de Parcemasa, confirmaba este lunes a este diario el regreso de los malagueños a recordar a sus seres queridos tras el «año terrible» de la pandemia. En San Gabriel-Parcemasa, en concreto, dijo que la afluencia estaba siendo «enorme». Los cementerios de Málaga vuelven a llenarse de vida.