Museos

La AMC pide la sede del museo taurino para Casa de la Ciencia

La Academia Malagueña de Ciencias solicita a la Diputación el inmueble porque Málaga «sigue sin un Centro de la Ciencia adaptado al siglo XXI»

El edificio de la Diputación en la plaza del Siglo, en una foto de 2016

El edificio de la Diputación en la plaza del Siglo, en una foto de 2016 / Arciniega

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

La Academia Malagueña de Ciencias, una de las entidades provinciales más antiguas de Málaga, fundada en 1872, ha solicitado esta semana por escrito al presidente de la Diputación, Francisco Salado, que el edificio que esta administración tiene en la plaza del Siglo, antigua sede del fallido Museo Taurino, acoja una Casa de la Ciencia adaptada «al siglo XXI» que cubra la rica historia de la provincia en materias como «la Tecnología e Industria, las Ciencias Naturales y el resto de Ciencias».

La carta, enviada por registro el pasado lunes y firmada por el presidente, Fernando Orellana, toma prestada una frase de Santiago Ramón y Cajal para argumentar que «al carro de la cultura de Málaga le falla algo la rueda de la Ciencia».

El presidente recuerda que, gracias a la Sociedad Malagueña de Ciencias, anterior denominación de la institución, Málaga contó con un Museo de la Ciencia desde finales del XIX a 1973 en la sede histórica de la Academia Malagueña de Ciencias, el actual edificio del Ateneo.

Además, Málaga contó con un Museo Oceanográfico y en la actualidad con un aula museo de Geología en La Trinidad, pero «continúa sin un Centro de la Ciencia adaptado al siglo XXI».

Fernando Orellana destaca que el proyecto tendría un «coste mínimo» en comparación con otros centros culturales y museos y podría hacerse realidad «en muy poco tiempo, asequible a visitas de personas de cualquier edad, casi autofinanciable y en el corazón del Centro Histórico de la capital».

El presidente precisa que no sería una sede para la Academia Malagueña de Ciencias sino para esta propuesta cultural, sin necesidad de modificar ni la estructura del edificio, de 1.570 m2 en cinco plantas, ni «prácticamente nada la distribución actual», incluido un salón de actos y salas de exposiciones temporales y permanentes.

«Quedaría como un espacio que la Diputación ofrece a la sociedad, colectivos y ciudadanos», remarca el escrito, que cree que el canon de la cafetería del edificio «podría cubrir los gastos de mantenimiento» del inmueble y del personal, además de la vigilancia y cartelería.

En la carta, la Academia Malagueña de Ciencias se ofrece de forma desinteresada para diseñar, en colaboración con otras entidades, el discurso museístico, el diseño general de la estructura, así como su dinamización posterior.

Con respecto al discurso museístico, el escrito menciona las numerosas colecciones de instrumentos científicos históricos, minerales y de otro tipo que podrían tener cabida.

«El proyecto podría estar operativo en menos de un año», concluye la carta.

En declaraciones esta semana a La Opinión, Fernando Orellana estimó que con esta propuesta «se daría un buen servicio a la provincia y a la capital y de paso una salida a un edificio que está generando gastos».

El presidente de la Academia Malagueña de Ciencias recordó una de las definiciones de ‘cultura’ de la Real Academia Española que hace referencia al «desarrollo científico». «La cultura es el alma del pueblo y una parte de ella son la Ciencia y la Tecnología que nos han ayudado a prosperar». Por último, Fernando Orellana explicó que hay numerosas personas dispuestas a donar, prestar o dejar en depósito sus diferentes colecciones y documentos para conformar esta Casa de la Ciencia.

Respaldo de Apidma

El profesor de la UMA Francisco Rodríguez Marín, presidente de la Asociación en Defensa de las Chimeneas y el Patrimonio Industrial de Málaga (Apidma), respaldó ayer la propuesta de la Academia Malagueña de Ciencias.

En declaraciones a este periódico resaltó que «mi apoyo a que Málaga cuente con un Museo de la Ciencia es absoluto e incondicional».

A este respecto, precisó que el modelo de Museo de la Industria por el que aboga este colectivo desde hace años estaría en conjunción con un museo de ciencia y tecnología «del estilo del Museo de la Ciencia, Tecnología y Patrimonio Industrial de Cataluña».

«Los museos de Ciencia cumplen un papel muy importante en el fomento de nuevas vocaciones, estimulan la curiosidad científica y en muchas ocasiones es determinante para que estos jóvenes opten por estudiar carreras de ciencias y acaban desarrollando carreras científicas que ayuden a mejorar el nivel de vida en la sociedad», añadió.

Francisco Rodríguez Marín resaltó que el emplazamiento propuesto es «céntrico, visible y accesible», aunque entre sus pegas indicó que el inmueble tiene poca capacidad y señaló que quizás sería mejor un emplazamiento que permitiera en las cercanías el aparcamiento de autobuses, apreciación que «en absoluto menoscaba mi absoluto convencimiento de la necesidad de un museo de estas características», remarcó el responsable de Apidma.

Respuesta de la Diputación

Un portavoz de la administración provincial explicó ayer que la Diputación de Málaga lleva trabajando «desde hace meses» en otro proyecto para ese edificio que se encuentra «prácticamente cerrado».