Crónicas de la ciudad

Los antipoéticos cables de Alberti y Pablo Neruda

En la barriada de Santa Rosa las guirnaldas caóticas se extienden por los bloques y las calles dedicadas a los dos grandes poetas, con la propina de una vecina pintada sobre ETA

Los cables, por todas partes en este rincón de Málaga

Los cables, por todas partes en este rincón de Málaga / A. V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

En una fecha tan significativa como el 8 de junio de 1977, a menos de diez días de las primeras elecciones generales democráticas desde la II República, la comisión permanente del Ayuntamiento aprobaba que dos calles del Camino de Antequera llevaran los nombres de dos poetas tan opuestos a Franco como el gaditano Rafael Alberti y el chileno Pablo Neruda.

La Transición empezaba a dejar su huella en este rincón de Málaga, los bloques de la barriada Santa Rosa, levantados hacia 1969, ya próximos a Portada Alta, detrás del centro de salud.

El doble homenaje se cumplía además cuando apenas había transcurrido poco más de un mes del regreso de Alberti a España, después de casi 40 años de exilio.

El poeta era homenajeado en un rincón de Málaga que tendría una importante transformación urbanística en los años siguientes y de hecho, cuando el Consistorio le dedicó la calle todavía continuaba en el entorno un importante núcleo de chabolas, a partir de la actual calle José Martí y donde hoy se encuentra el centro de salud.

Los tiempos han cambiado a mejor desde entonces. La plaza de José Bergamín, con su rotonda y el anillo de jardines que la rodea en dirección a Teatinos, es espectacular y aminora el que, a fin de cuentas, sea un gran nudo de tráfico.

Lástima que las calles dedicadas a los poetas y, de propina, la que homenajea al compositor Francisco Tárrega, luzcan tan disonantes y en verso libre.

En realidad, el problema se extiende no sólo en este barrio sino por toda la ciudad. A fin de cuentas, lo mismo ocurre en edificios oficiales como el anexo del Hospital Noble, así que no descubrimos América.

Estamos hablando del manojo de cables de todo pelaje que surcan los bloques de la barriada en caóticas guirnaldas y que incluso, a modo de lianas, cuelgan de los bajos de los edificios en una disposición selvática; auténticos versos sueltos.

La pintada con la siglas de la banda terrorista, en Alberti con Tárrega.

La pintada con la siglas de la banda terrorista, en Alberti con Tárrega. / A.V.

Para empeorar la situación, desde hace años, en la esquina de la calle Alberti con calle Tárrega algún mamífero desconocido realizó una pintada en la que con grandes letras negras puede leerse ‘ETA’, con perdón.

Que tamaña agrupación de matones y asesinos unicejos, felizmente vencida y disuelta, tenga una pintada en grandes caracteres en un rincón de Málaga es una disonancia, cuando no un posible delito.

Ojalá que los cables terminen algún día en el redil del subsuelo y la pintada del ganado terrorista borrada y olvidada. Sería el mejor homenaje para dos grandes poetas y un músico.