Capturan en Olías una pitón de la India de más de tres metros de longitud

La Policía Local de Málaga, con la ayuda de un Guarda Rural de los Montes, han capturado para su recuperación una pitón molurus de más de tres metros de longitud. Según el cuerpo municipal, se trata de una especie exótica amenazada y advierte del riesgo que supone introducir animales invasores o abandonarlos a su suerte en nuestros ecosistemas. Además de poner en riesgo la biodiversidad, conllevan multas administrativas que por infracciones muy graves pueden alcanzar los 300.000 euros y en algunos casos, consecuencias penales.

Los hechos tuvieron lugar sobre las 08.00 horas del pasado martes 2 de noviembre. Un vecino requirió a un Guarda Rural informándole de que había avistado una serpiente de grandes dimensiones que no parecía autóctona en las inmediaciones de la carretera MA-3111, vía que enlaza los núcleos de Olías y Colmenar, concretamente en el diseminado Santo Pitar. El guarda telefoneó al Grupo de Protección de la Naturaleza (Grupona) de la Policía Local, cuyos agentes se presentaron en el lugar y comprobaron que el ofidio estaba a unos dos metros del margen de la carretera, entre matorrales, y que se trataba de una serpiente pitón molurus de al menos tres metros de longitud.

Los policías se dispusieron a utilizar el zalabar y las pinzas atrapa serpientes, logrando asir al reptil por la cabeza para inmovilizarla y eludir de ese modo las posibles embestidas sin causarle ningún tipo de daño. Acto seguido, uno de los agentes la prendió por la cabeza con sus manos y la serpiente, al verse atrapada, comenzó a enroscarse sobre sí misma. Con la colaboración de su compañero y del guarda, lograron estirarla y disminuir de ese modo su fuerza de tracción, que era mucha debido a su gran tamaño y corpulencia. Una vez controlada, fue introducida en un trasportín, empezando por la cola para después ir enroscándola como si se tratase de una manguera. Según la Policía Local, esta fue la operación más delicada, ya que se resistía con fuerza a entrar y fue necesario soltarla de la cabeza y sacar las manos con rapidez al cerrar la tapa del trasportín, tratándose de un cubo pequeño apto para serpientes autóctonas de menor tamaño y envergadura.

Finalmente, la serpiente fue trasladada al Centro Zoosanitario Municipal, donde se comprobó que se encuentra en buen estado y que su peso es de ocho kilogramos. Dicho organismo comenzó a realizar las gestiones oportunas con diferentes instituciones adecuadas para hacerse cargo del reptil.

La serpiente pitón molurus es un reptil que alcanza desde los tres metros de los ejemplares más pequeños hasta los seis de los de mayor tamaño, pudiendo llegar hasta los cien kilogramos de peso. También conocida como pitón de la India, tiene una cabeza típicamente triangular de pequeño tamaño. Vive en ambientes húmedos y dispone de un sistema de captación de calor en sus mandíbulas para localizar a animales, matando a sus presas mordiendo y haciendo uso de una gran presión con su cuerpo hasta ahogarlas por constricción o estrangulamiento. Después las traga enteras dislocando la mandíbula y estirando la piel alrededor, lo que le permite alimentarse de presas de gran tamaño como leopardos, linces, caimanes, antílopes, perros, ciervos, chacales, cabras o jabalís, si bien sus principales presas son los roedores y otros mamíferos de pequeño tamaño, además de aves, anfibios y reptiles. Esta especie representa un riesgo de seguridad muy bajo para los seres humanos, estando las muertes humanas asociadas en su práctica totalidad con la manipulación del animal como mascota y no con ataques no provocados.

Especie Amenazada y Vulnerable

La serpiente pitón molurus está catalogada con la categoría de Amenazada en la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), y, a nivel internacional, con la categoría Vulnerable dentro de La Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).

La Policía Local recomienda a aquellas personas que posean animales no autóctonos que, antes de abandonarlos, contacten con los organismos oportunos, como es el caso del Grupona o el propio Centro Zoosanitario Municipal, para hacerles entrega de los mismos o informarse sobre donde poder hacerlo, evitando con ello cuantiosas sanciones y contribuyendo a la protección de la biodiversidad y del propio animal.