Banca

El ERE de Unicaja Banco plantea el cierre de 18 oficinas en Málaga y afectaría a unos 110 trabajadores

Según la propuesta incial, no sería de las provincias más afectadas por clausura de sucursales pero sí en empleo de la red comercial - Queda por dilucidar el impacto en los servicios centrales

Una oficina de Unicaja Banco.

Una oficina de Unicaja Banco. / La Opinión

José Vicente Rodríguez

José Vicente Rodríguez

El Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que Unicaja Banco está negociando con los sindicatos plantea, de entrada, el cierre de 18 oficinas en la provincia de Málaga y un ajuste de empleo en la red comercial que podría ascender a 112 trabajadores, tal y como avanzó este périódico tras la primera reunión del periodo formal celebrada este miércoles 3 de noviembre. Málaga no es la provincia donde se prevén más clausuras de oficinas, ya que por delante figuran Cáceres (62), Toledo (48), Ciudad Real (42), Cuenca (32), Asturias (29), Cantabria (28) y Alabacete (19) aunque, según las estimaciones sindicales, sí estaría entre las más afectadas por empleo, sólo por detrás de León (118 trabajadores) y por delante de Cáceres (112), Valladolid (97), Ciudad Real (95) o Asturias (94). En cualquier caso, cabe señalar que esta es la propuesta inicial del banco y que podría variar en función de lo que se negocie durante las próximas reuniones. Hay un calendario de siete citas establecidas hasta el próximo 2 de diciembre, que en principio es la fecha máxima para llegar a un acuerdo.

La documentación facilitada a la mesa laboral en la reunión recoge la distribución del excedente de puestos de trabajo de la red de oficinas. Los datos son relativos a un total de 1.337 empleos, por encima de los 1.005 pendientes de ajustar, debido a que se incluyen también los puestos de algunas personas que ya han pactado su salida antes del ERE, según han comentado fuentes cercanas a la negociación. De momento, los datos reflejan que las comunidades donde se reducirán más empleos son Castilla y León, con un excedente de 401 puestos de trabajo (el 30% del total); Andalucía, con 354 (26,5%); Castilla-La Mancha, con 261 (19,5%), y Extremadura, con 153 empleos (11,4%).

El planeamiento inicial de Unicaja Banco incluye, principalmente mediante bajas incentivadas, la salida de 1.513 trabajadores (1.005 de la red de oficinas y 508 de los servicios centrales), lo que supone el 15% de la plantilla, además del cierre de casi 400 oficinas.

Queda también por dilucidar el impacto del ERE en el personal de los servicios centrales, donde Málaga tiene mucho peso. De momento, se han dado datos por áreas de actividad, pero sin desglosar un reparto provincial. Según estimaciones sindicales, Unicaja Banco tendría alrededor de 1.700 trabajadores en todos sus servicios centrales, de los que aproximadamente un millar estaría en la provincia de Málaga, repartidos entre distintas dependencias de la capital y Ronda.

Este miércoles 3 de noviembre comenzó el periodo formal de consultas, que tendrá una duración de 30 días en los que el banco y los sindicatos deben negociar para tratar de cerrar un acuerdo lo más favorable posible para los empleados de Unicaja Banco. Para ello, se ha fijado un calendario con siete reuniones (los días 10, 16, 17, 23, 24 de noviembre y los días 1 y 2 de diciembre), de forma que Unicaja querría tener cerrar el ERE el 2 de diciembre, si bien las partes pueden acordar prolongar este periodo si así lo estiman necesario.

La dirección de Unicaja afirma que "mantiene su oferta de diálogo y negociación con la representación laboral para encontrar medidas que permitan alcanzar un acuerdo" y dar respuesta a las causas que justifican este proceso, como son "la mejora de la rentabilidad y de la eficiencia, la eliminación de solapamientos, duplicidades e ineficiencias tras la fusión con Liberbank y la adaptación de su estructura al contexto actual".

Según recordó, el proceso responde a la consecución de los objetivos estratégicos de la entidad previstos en el proyecto de fusión con Liberbank y va orientado, entre otros factores, a mejorar la rentabilidad y eficiencia del banco, a adaptar su estructura al contexto actual y a preservar una posición competitiva en el mercado, "todo ello teniendo como objetivo la sostenibilidad futura del banco".

Los sindicatos presentes en la comisión negociadora, por su parte, rechazan el planteamiento del ERE y amenazan con recurrir a movilizaciones en forma de paros o concentraciones.