La Diócesis de Málaga destina unos 3,7 millones a actividades pastorales y asistenciales durante 2020

La Diócesis de Málaga destinó unos 3,7 millones de euros a actividades pastorales y asistenciales durante 2020, un año marcado por la pandemia por el coronavirus, en el que el presupuesto gestionado descendió de 21.595.457 a 18.666.359 euros con respecto al año anterior.

Así lo han indicado en rueda de prensa en la que el ecónomo diocesano, Rafael Carmona, ha detallado los distintos apartados del balance económico y de la memoria de actividades de la Diócesis malagueña, coincidiendo con la celebración, este domingo 7 de noviembre, del Día de la Iglesia Diocesana.

Durante el tiempo de pandemia, ha indicado, los miembros de la Iglesia han permanecido "junto a los más necesitados, afrontando el aumento de la demanda de ayuda de todo tipo a pesar de que los ingresos disminuyeron a causa de las dificultades para realizar las colectas en las parroquias".

En este punto, de las cuentas se extrae que de los 2,4 millones de euros que ingresó la Diócesis malagueña en el capítulo de colectas durante 2019, se ha pasado a 1,8 millones de euros en 2020.

No obstante, la actividad pastoral y evangelizadora, educativa, cultural, caritativa y asistencial "ha permanecido". En este último capítulo, por ejemplo, se ha atendido a un total de 43.863 personas en un total de 203 centros para mitigar la pobreza, asistir a emigrantes y refugiados, tutelar a la infancia, promover a la mujer y ayudar a víctimas de la violencia, etcétera.

En concreto, según la memoria, los centros para mitigar la pobreza atendieron 36.174 personas; y los de asistencia a emigrantes y refugiados atendieron a 192 personas; mientras que los centros de promoción de la mujer y atención a víctimas de violencia dieron asistencia a 99 personas.

Además, 166 personas fueron atendidas en los centros de rehabilitación para drogodependientes y 113 personas en dependencias habilitadas para promover el trabajo. También 1.140 personas pasaron por centros para la defensa de la vida y la familia y los centros de menores y jóvenes y otros para la tutela de la infancia asistieron a 3.106 personas.

En cuanto a los ingresos, el capítulo mayor provenía de las aportaciones de los fieles, con casi siete millones de euros, seguido por la asignación tributaria --ciudadanos que libremente marcan la X en su declaración de la renta a favor de la Iglesia--, con casi cuatro millones de euros.

Los ingresos del patrimonio y otras actividades fueron de 2,7 millones de euros y los extraordinarios ascendieron a 2,1 millones; mientras que otros ingresos corrientes fueron 1,1 millones y la necesidad de financiación ha sido de 1.771.263,25 euros.

El empleo de los recursos se ha distribuido entre la retribución de los 315 sacerdotes y del personal seglar, a lo que se destinó 7,3 millones; la conservación de edificios y funcionamiento, con cinco millones; y gastos extraordinarios (2,7 millones).

Desde la administración diocesana se sigue trabajando en la implantación de sistemas digitales para facilitar la contribución de los fieles. Además de la instalación de cepillos electrónicos y la promoción de cuotas domiciliadas, se ha puesto en marcha un sencillo sistema de donativos a un clic desde el portal www.donoamiiglesia.es.

Asimismo, en la memoria se precisa que se celebraron 4.921 bautizos, 5.740 primeras comuniones, 1.113 matrimonios y 11.576 confirmaciones.