Seguridad

Jupol Málaga vuelve a denunciar el mal estado de los chalecos antibalas

El sindicato policial insiste en que se están entregando prendas muy antiguas y sin tener en cuenta el tallaje

Un chaleco con el termosellado de las placas balísticas en malas condiciones.

Un chaleco con el termosellado de las placas balísticas en malas condiciones.

La Opinión

Jupol Málaga ha vuelto a denunciar la situación que viven los agentes en prácticas de la provincia a los que el cuerpo entrega chalecos antibalas en malas condiciones. Según el secretario provincial del sindicato, Miguel Millán, esta problemática se repite año tras año con prendas antiguas cuyo estado deja mucho que desear o con un tallaje que no coincide con el de los funcionarios. "Hemos comprobado que se están entregando chalecos con los envoltorios de las placas balísticas rotos, lo que supone que el termosellado no haga su función y no se pueda garantizar la eficacia ante un posible impacto", asegura. 

De la misma manera, Millán explica que también se están entregando chalecos demasiado grandes, "cuando todo el mundo sabe que tienen que quedar muy ceñidos al cuerpo y no con espacios sobrantes en zonas de cuello, brazos y cintura". "Un chaleco que queda grande no sólo deja de ser efectivo. Se convierte en un elemento incomodísimo por su excesivo peso y porque la holgura provoca rozaduras en cuello y axilas, sobre todo cuando los compañeros entran y salen del coche", apunta.

Como ya han denunciado en otras ocasiones desde Jupol, esta situación está provocando que muchos agentes en prácticas se vean obligados a comprar con su propio dinero los chalecos, cuyo precio no suele bajar de los 600 euros. Desde el sindicato no entienden que para el Ministerio del Interior sea más prioritario dar a cada agente un teléfono móvil para su uso profesional que un elemento tan importante para la vida del policía como un chaleco antibalas. En su día, esta organización también denunció cómo la escasez de chalecos estaba obligando a los funcionarios a compartirlos de turno en turno, situación que provocaba esos problemas de tallaje y de higiene, sobre todo durante los meses de primavera y verano.