Familia Gálvez

Reivindicar a la Gálvez más ilustrada

Los académicos de San Telmo Aurora Luque y Carlos Taillefer defienden que el grupo escultórico de los Gálvez de Macharaviaya incorpore a la dramaturga malagueña María Rosa de Gálvez (1768-1806).

Aurora Luque y Carlos Taillefer, en el grupo escultórico de la familia Gálvez.

Aurora Luque y Carlos Taillefer, en el grupo escultórico de la familia Gálvez. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Para la poeta y traductora Aurora Luque y el cineasta Carlos Taillefer, miembros de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo, el grupo escultórico que en la explanada de la Estación homenajea a la familia Gálvez de Macharaviaya se encuentra incompleto.

En el monumento, obra del reconocido escultor y académico de San Telmo Jaime Pimentel, aparecen representados los hermanos José de Gálvez, ministro de Indias con Carlos III; Miguel, ministro plenipotenciario en Prusia y Rusia y Matías de Gálvez, virrey de Nueva España, además del hijo de este, Bernardo, gobernador de Luisiana, virrey de Nueva España y héroe de la Independencia de los EE.UU.

Sin embargo, los dos académicos llaman la atención ante la ausencia de la parte literaria de la familia, una brillante dramaturga nacida en Macharaviaya en 1768 y fallecida a los 38 años en Madrid:María Rosa de Gálvez, hija adoptiva de Antonio de Gálvez, el hermano díscolo de la familia y su posible hija natural. En su haber, además de obra poética, seis tragedias, dos piezas trágicas menores, cinco comedias y otras cuatro traducidas del francés.

Una de las obras de María Rosa de Gálvez.

Una de las obras de María Rosa de Gálvez. / Real Academia de la Historia

«Está claro que los cuatro representados son importantísimos, pero empecé a indagar sobre la figura de María Rosa de Gálvez y quedé fascinado. Fue una contrincante de Leandro Fernández de Moratín. No me parece descabellado plantear que se puede incorporar su figura al grupo escultórico», argumenta Carlos Taillefer, que llegó a capitanear un proyecto cinematográfico sobre Bernardo de Gálvez que finalmente no se concretó.

A su lado, Aurora Luque, que en 2006 publicó junto con José Luis Cabrera la monografía ‘El valor de una ilustrada. María Rosa de Gálvez’ y que cuenta que su figura no aparecía en los estudios que siguió de Filología Clásica «ni en asignaturas comunes de Literatura» y sin embargo, remarca que es «una gran escritora, uno de los mejores escritores españoles» de su tiempo.

José Luis Cabrera en 2006, cuando presentó el libro sobre la escritora.

José Luis Cabrera en 2006, cuando presentó el libro sobre la escritora. / C. Criado

A su juicio, María Rosa de Gálvez no entró en el canon de la Literatura por varios motivos, uno de ellos porque «era una figura incómoda por ser demasiado avanzada a su tiempo, el pensamiento ilustrado lo había llevado más lejos que el propio Moratín», apunta .

La reina negra y ‘antiesclavista’

En este sentido, la poeta y traductora resalta el papel igualitario que otorga a la mujer en algunas de sus obras, como una de las protagonistas, una reina poderosa y negra «que decide que sus súbditos ya no van a ser esclavos, ya no se van a vender». Para Aurora Luque sería un ejemplo claro de que María Rosa de Gálvez, prima hermana de Bernardo de Gálvez, «fue más coherente con el pensamiento ilustrado que sus contemporáneos e incluso que los franceses, para quienes las mujeres siguen en el campo de la naturaleza, su cometido es natural, la gestación, no pertenecen al mundo de la razón y de la política».

No fue el caso de la malagueña, que además conocía las intrigas de poder por sus conexiones familiares y su marcha a Madrid sobre 1.800, separada de un marido con querencia por el juego.

La otra razón por la que no ha pasado al olimpo de las letras se debe, a juicio de Aurora Luque, a su sambenito de afrancesada. «Inmediatamente tras su muerte empieza Francia a imponerse y la reacción es la vuelta a los español, a lo castizo, que va a durar todo el Romanticismo».

Para colmo, historiadores y cronistas como Guillén Robles y Díaz de Escovar «la tratan con un desprecio escandaloso porque le atribuyen una relación de amante con Godoy, que es lo principal que tienen que contar de ella, cuando Moratín cuenta con todo detalle sus devaneos de cada noche... es el doble rasero», lamenta Aurora Luque, cuyo reciente discurso de ingreso en San Telmo versó, precisamente, sobre María Rosa de Gálvez.

La monografía de María Rosa de Gálvez, de la que Aurora Luque fue coautora.

La monografía de María Rosa de Gálvez, de la que Aurora Luque fue coautora. / A.V.

Los dos académicos creen que se puede solventar el problema de que no existan cuadros ni grabados con el rostro de María Rosa de Gálvez. «Se puede solucionar con una cara sin facciones y el vestido, de época dieciochesca tardía», apunta Aurora Luque, que recuerda que Estados Unidos «lleva estudiando su figura muchos años».

El propósito de Aurora Luque y Carlos Taillefer es que la Gálvez escritora se incorpore, por méritos propios, al monumento, sin que por ello sea la quinta en discordia.

Respuesta del Ayuntamiento

La concejala de Cultura, Noelia Losada, respondió a la propuesta: «Creo que efectivamente la figura de María Rosa de Gálvez se merece estar incorporada al cuadro escultórico. No podemos olvidar la dificultad que puede entrañar llevarlo a cabo, dado que el conjunto fue realizado por Jaime Pimentel y debería guardar cierta coherencia estética. Habría que ver si el escultor lo ve factible», precisó.