Caridad

Cáritas pone en marcha en Málaga un proyecto pionero de viviendas de integración social para personas con necesidades

Están situadas en el Centro, en lo que antes era la sede de la 'Casa del Niño Jesús', en Pozos Dulces - La entidad de la Iglesia demanda a las administraciones "voluntad política" para garantizar este derecho y desmantelar "espacios de exclusión" como Los Asperones

Un menor dibuja en una de las viviendas aportadas por Cáritas Diocesana para familias con necesidades

Un menor dibuja en una de las viviendas aportadas por Cáritas Diocesana para familias con necesidades / CÁRITAS DIOCESANA

La Opinión

La Iglesia de Málaga, por medio de Cáritas Diocesana, pone en marcha un programa de viviendas de integración social (VIS) de carácter temporal que pretende ofrecer una respuesta a personas y familias en exclusión o riesgo de exclusión social y residencial que por diferentes causas no pueden acceder al derecho a una vivienda.

Esta acción es posible gracias a la asociación benéfica 'Casa del Niño Jesús', que después de muchos años de "generoso y admirado servicio a los niños más necesitados en nuestra provincia", donó el inmueble a Cáritas, que ha decidido seguir prestando un servicio a los más vulnerables con este proyecto.

Esta es una experiencia novedosa en la ciudad de Málaga, ya que ofrece una vivienda autónoma como medio para la inserción. Situado en el Centro Histórico de la ciudad de Málaga, el edificio consta de cinco plantas habitables, ascensor, dos patios interiores y escaleras comunes, y tiene capacidad para acoger a 19 familias que de manera transitoria podrán hacer uso de ellas hasta que puedan acceder a una vivienda normalizada a través de sus propios medios y programas públicos de vivienda.

Tras muchos años de experiencia en el trabajo directo con familias en situación de vulnerabilidad y exclusión social, Cáritas constata que la vivienda, "aun siendo un derecho humano transversal, fundamental y necesario para preservar la dignidad de todas las personas, no siempre se garantiza".

Así, las Cáritas parroquiales vienen siendo testigos de las "grandes dificultades que atraviesan las familias a las que acompañan y cómo un derecho básico como el de la vivienda es vulnerado de manera sistemática".

Los datos recabados en las últimas memorias constatan esta realidad. En el último informe anual, el problema de la vivienda (falta de vivienda, viviendas en mal estado etcétera) alcanzaba al 62% de las personas acompañadas, el 13,5% de las ayudas fueron dirigidas a este fin y un 21,8% al pago de suministros en el hogar.Ante esta realidad, el director de Cáritas Diocesana, Francisco José Sánchez, apunta que este proyecto pionero "es un testimonio más de la Iglesia malacitana para los hermanos más necesitados, pero nunca palia todas las necesidades, ni mucho menos sustituye a las políticas públicas que deben garantizar el derecho a la vivienda".

Advierte de que hacen falta más viviendas públicas

"Se necesitan viviendas públicas, hogares donde las personas puedan vivir dignamente. La vivienda es actualmente un eje nuclear en el ámbito de la pobreza y la exclusión", ha sostenido, añadiendo que Cáritas viene reclamando "la necesidad de voluntad política para garantizar el derecho a la vivienda, la necesidad de un pacto por la vivienda, así como el desmantelamiento de espacios en gran exclusión social de nuestra ciudad, gravemente afectados en este derecho, como son Los Asperones".

Con esta iniciativa, han resaltado la sensibilidad de la diócesis de Málaga "ante la dificultad de acceso a la vivienda que sufren muchas familias malagueñas en los últimos años, con varios proyectos y centros para personas sin hogar, ya que esta situación supone un gran obstáculo en su proyecto vital individual y comunitario.

Este proyecto nace en el marco de la V Jornada Mundial de los Pobres, y Cáritas Diocesana quiere no solo poner el foco en este problema, "sino también asumir de forma comprometida una acción significativa, que además de ofrecer a estas personas un lugar digno donde vivir, les brinde el acompañamiento y el apoyo necesarios en su proceso de inserción social", ha añadido Antonio Collado, delegado episcopal de Cáritas Diocesana de Málaga.

El régimen de tenencia de las viviendas es de alquiler social y se ha formalizado mediante la firma de un contrato social normalizado y adaptado a cada situación económica, lo cual "supone un gran paso para las familias, que pueden así empadronarse y acceder a las prestaciones públicas de los Servicios Sociales correspondientes".

Este recurso cuenta con el apoyo de un amplio equipo humano, técnico y voluntario, integrado en el Área de Acción Social de Cáritas Diocesana, que se encarga de atender las necesidades de las familias y velar por el cuidado de las instalaciones.

Para la valoración de las solicitudes se han mantenido los criterios habituales de actuación de Cáritas, procurando alcanzar a aquellas personas y familias que se encontrasen en las situaciones más difíciles detectadas al ser atendidas por la comunidad cristiana en la Diócesis.

Las viviendas, que actualmente se encuentran ocupadas en su totalidad, serán bendecidas el próximo sábado 13 de noviembre por el obispo de Málaga, Jesús Catalá, a las 12 horas.