La obra del parking del Palo supera la fase más molesta para los vecinos

Los trabajos del aparcamiento concluirán, a partir del próximo 19 de noviembre, a las ocho de la tarde, en lugar de las diez y media o las once, como hasta ahora, por las pantalladoras

José Antonio Sau

José Antonio Sau

Smassa ejecuta un ambicioso proyecto de ingeniería: un parking municipal de tres plantas subterráneas en la avenida Pío Baroja, en el corazón de El Palo, y bajo el patio del colegio público Valle-Inclán. Los trabajos comenzaron en julio y, desde antes de que el primer obrero apareciera por allí, hubo un gran revuelo vecinal y de parte de los padres de los alumnos, que entendían que era una temeridad hacer allí este proyecto.

De cualquier forma, Manuel Díaz, gerente de Smassa, explicó ayer a este periódico a pie de obra que ya va a acabar la fase más compleja y molesta para vecinos y alumnos: aquella en la que trabajan las pantalladoras. Una pantalla no puede quedarse a medias, sino que después de meter el muro metálico en el hueco que antes ha efectuado a dentelladas la máquina pantalladora, hay que hormigonar, y eso significaba que los obreros han acabado desde julio hasta ahora a las diez, diez y media u once de la noche.

Así, explica Díaz, el próximo viernes, 19 de noviembre, eso ya no ocurrirá más: se trabajará de ocho de la mañana a ocho de la tarde, porque habrán acabado las pantallas: se preveían en torno a 70 y ayer ya solo quedaban tres por culminar. «La máquina de la derecha (señala) es la pantalladora, es la que hace las pantallas hasta 17 y 18 metros por abajo, en algunos casos hasta 20, y quedan tres pantallas por hacer, esta y dos más. La terminación de las pantallas está prevista para el miércoles, el desmontaje de los dos silos y las balsas también, nos comprometemos a que los horarios de trabajo acaben a las ocho de la tarde desde el viernes 19. Antes terminábamos a las diez, diez y media con las consiguientes quejas de los vecinos, sobre todo por el tema del ruido, pero es una cuestión puramente técnica, las pantallas deben comenzar y acabar el mismo día, por seguridad y ejecución», explica.

Por seguridad, porque no puede quedarse el hueco una noche sin hormigonar al lado de un edificio habitado y, por otro lado, «porque cuando metes ese bloque de hierro en el hueco, inmediatamente tienes que empezar a hormigonar, si no se pierde la estructura de la pantalla».

El compromiso fue también, dice, entregar al colegio el patio lo más pronto posible, ya que bajo un trozo de ese patio también se están haciendo aparcamientos. «El aparcamiento consta de una parte del patio y de otra de la avenida Pío Baroja, el aparcamiento son tres plantas, 276 de rotación y 146 de residentes, la primera y la segunda de rotación y la última de residentes, la menos tres. Ahora estamos agilizando todo lo posible para el 10 de enero entregar el patio al colegio, terminado, hormigonado, para que el colegio no tenga más relación con la obra, continuaremos ya con la avenida», dice Díaz, justo en el momento en que varios niños salen al patio trasero a jugar (les queda también el delantero).

En la zona más pegada al colegio, ya se ha hecho la excavación, se ha puesto el forjado artificial y se está «echando un hormigón de la tela asfáltica de impermeabilización». Sobre ello habrá una capa de zahorra y el hormigón definitivo, ya terminado el patio de recreo. Así, una vez se extienda la losa superior del parking, se excavarán las tres plantas subterráneas, lo que se conoce como método en mina, según los técnicos «más lento que al aire libre, pero también más seguro. Se ha primado la seguridad de los niños y de los vecinos». Ello ocurrirá a finales de febrero de 2022, aproximadamente.

Obras del nuevo aparcamiento en El Palo

Una imagen de las obras del nuevo aparcamiento en El Palo / Álex Zea

En otra zona, se están metiendo los pilares del aparcamiento. «Si te imaginas el suelo de la menos tres, por debajo va el pilote y, por encima, el pilar definitivo de la obra». Eso es lo que ha hecho la pilotadora. Y lo que hará de aquí a febrero, aunque es una máquina mucho más pequeña que la pantalladora y, sobre todo, menos molesta. «Nosotros tras el día 10 seguiremos trabajando en esta zona que es la avenida, en superficie, y cuando esté todo como aquella zona (la del colegio), empezaremos ya con la losa», recalca Díaz mientras varios de sus técnicos asienten.

También se van a cubrir las pistas deportivas del colegio en verano, lo que sube el presupuesto a 9,3 millones de euros. «Para no interferir más en las clases, nos hemos coordinado con el colegio y hemos conseguido, junto a la UTE y Smassa, que ni un solo día se hayan suspendido las clases, se han desarrollado con normalidad. Además, en verano pusimos toda la carpintería metálica, todas las persianas, un cristal climalit de doble perfil, para que cualquier actividad en el aparcamiento no afectara a las clases».

La obra completa acabará en enero del 23, pero desde el próximo viernes habrá muchas menos molestias. Por cierto, el 90% de las plazas de residentes ya están reservadas. En el barrio, hay algunos que soportan las molestias con estoicismo con el fin de ver cómo muchos malagueños pueden acudir a consumir en restaurantes o en las numerosas tiendas de la zona gracias al fácil aparcamiento, y otros siguen disgustados con las molestias evidentes: el ruido a todas horas y, sobre todo y hasta el próximo viernes, el ruido a deshoras. A finales de febrero, se comenzará a excavar hacia abajo, en principio, lo que reducirá esas molestias muchos enteros.