La negociación colectiva se atasca en Málaga con más de 100.000 trabajadores a la espera

Los sindicatos malagueños quieren acelerar a lo largo de estos próximos meses la negociación colectiva con los empresarios al considerar que ha estado bastante parada desde la irrupción del Covid-19 en marzo del pasado año. De hecho, CCOO y UGT mantuvieron un encuentro hace unos días con la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) para tratar de reimpulsar el diálogo y agilizar el calendario de reuniones. El objetivo es desatascar la renovación de diversos convenios de sector que afectan a un conjunto de unos 100.000 trabajadores de la provincia.

La secretaria de Acción Sindical y Negociación Colectiva de CCOO en Málaga, Trinidad Salcedo, recuerda a este periódico que los convenios colectivos «están prácticamente paralizados y prevalecen los de empresa frente a los de sector, un hecho que perjudica a las personas trabajadoras». Actualmente, los sindicatos tienen denunciados y pendientes de negociar un total de diez convenios colectivos: comercio (que agrupa a entre 60.000 y 80.000 trabajadores en Málaga, según la época); oficinas y despachos (20.000); limpieza de locales y edificios (9.600); transporte de mercancías por carretera (5.000), clínicas y sanatorios privados; bingos; consultas privadas; fabricación y venta de pan; madera; y tintorería y lavandería.

«Si la negociación colectiva no se impulsa, este sindicato no descarta la convocatoria de movilizaciones próximamente. Vamos a un otoño e invierno que van a ser conflictivos», apunta Salcedo. En concreto, en el segmento de limpieza de locales y edificios ya se manejan fechas para iniciar algún tipo de movilización, en vista de los pocos avances en los últimos meses. En el caso del convenio de comercio, la patronal también alega que van a negociarse convenios de ámbito superior (nacional y autonómico), por lo que piden esperar hasta que esas regulaciones estén determinadas.

La responsable de CCOO afirma que, pese a que este año se ha logrado sacar adelante la renovación de algún convenio pendiente como el de fábricas de aceites de oliva (almazaras), con 8.500 trabajadores, o el de automoción, con 3.500, la negociación colectiva avanza «a ritmo muy lento», ya que las patronales, en algunos casos, alegan que ya cuentan con convenios de empresa (que los sindicatos consideran menos ventajosos para el trabajador que los que son de sector). Según Salcedo, los empresarios también están haciendo referencia a las dificultades que atraviesan las empresas debido a la pandemia, dejando traslucir que tampoco es momento de afrontar incrementos salariales.

«Nos dicen que las empresas están empezando a recuperar la facturación después de mucho tiempo de incertidumbre o inactividad. Que no están para negociar subidas. Asumimos que la situación es complicada, pero tampoco pueden escudarse en eso para dejar a trabajadores cobrando sueldos de menos de mil euros de convenios que ya han expirado. Queremos que los empresarios se sienten ya a negociar en cada sector», comenta.

Escasas subidas salariales

Otra de las preocupaciones de los sindicatos es el de la revisión salarial, especialmente en un ejercicio , el de 2021, que presenta un IPC disparado (hasta octubre está por encima del 5% por la repercusión a todos los niveles del precio de la energía y de la crisis de suministros). El pasado año se logró una subida salarial media del 1,88% en los convenios que se consiguió suscribir (un 1,19% en el caso de los acuerdos de empresas y un 1,91% en los de sector), pero a lo largo de este ejercicio los incrementos acordados, hasta la fecha, están siendo considerablemente menores. Así, hasta el 31 de agosto, la media se sitúa en el 0,43% (un 0,39% en los convenios del sector y un 0,93% en los convenios de empresa).

La media malagueña es muy inferior, por ahora, al incremento salarial medio pactado en Andalucía que se sitúa en el 1,11 % (un 1,14% en los convenios de sector y un 0,8 % en los de empresas). A nivel estatal, la subida es también muy superior a la de Málaga: el 1,52% para los convenios de sector y el 1,09% para los de empresas.

Salcedo señala que este bajo promedio registrado en Málaga está condicionado por el hecho de que el sector de hostelería (clave para la economía de la provincia, con unos 70.000 trabajadores) pactó el año pasado para este 2021 una congelación en las retribuciones de los trabajadores debido a las nefastas consecuencias económicas del Covid en el sector. Destaca también que la actitud sindical está siendo de «responsabilidad» en todas las mesas negociadoras, con subidas que han estado en torno al 1%. En cualquier caso, advierte a la patronal de que, a partir de ahora, esperan mucha más predisposición si no quieren que se entre en un escenario de conflictividad laboral.

En 2018 se pactó con la CEOE una directriz en el Acuerdo Interconfederal para el Empleo y Negociación Colectiva (AENC) que aconsejaba subidas del 2%. La pandemia, claro está, trastocó ese plan aunque la aspiración de las centrales sindicales es volver a acercarse a este horizonte.

De fondo, todas las partes también están pendientes de lo que ocurra en las próximas semanas con la negociación que, a nivel nacional, mantiene el Gobierno con la CEOE, CCOO y UGT para retocar los aspectos más controvertidos de la reforma laboral del 2012. Los sindicatos aspiran a su derogación, mientras que los empresarios quieren conservar lo primordial de aquel texto, alegando además que está en consonancia con las directrices de la Unión Europea.