Entrevista | Juan Arrabal CEO de Reciclados Roster y Construcciones Fearral

«Hay que controlar más los residuos. Que no se pierdan en las cañadas»

«La Unión Europea quiere imponer muy pronto que sea posible separar y clasificar los materiales de construcción en la misma obra, en el punto de origen para que se abaraten los costes de valorización y de gestión de residuos»

Juan Arrabal, CEO de Reciclados Roster y Construcciones Fearral.

Juan Arrabal, CEO de Reciclados Roster y Construcciones Fearral. / Álex Zea

La Opinión

Reciclados Roster es una empresa malagueña que desde 2014 está especializada en recogida de materiales y venta de áridos reciclados. Actualmente, cuentan con una planta de 90.000 metros cuadrados en la que se reciclan los materiales de construcción para su posterior comercialización y venta.

Usted hizo del reciclado el objeto primordial de Reciclados Roster hace ya casi una década. ¿Cómo era el sector en ese momento y cómo es ahora?

Era un momento difícil, se recogían unos materiales que no tenían salida, era muy difícil valorizar ese material más allá de obras puntuales. Se procesaba muy poco y era complicado la puesta en el mercado. Actualmente, la realidad es muy distinta, hay materiales que nos están faltando y que no podemos generar porque estamos esperando a que nos entren residuos.

¿Cómo es el tratamiento y el reciclaje de residuos de materiales de construcción que llevan a cabo en su empresa?, ¿es un proceso muy complejo?

Es un proceso que, dependiendo del material que sea, lleva distintas fases. Con el hormigón, que es el buque insignia de los residuos, ya que es el más cotizado y demandado, somos muy selectivos a la hora de recepcionarlo. No permitimos que venga contaminado con plásticos u otros materiales. Cuando llega a la planta, le damos un tratamiento con un molino y un precribador, y obtenemos cuatro materiales diferentes, macadam, arena, zahorra y grava. Por otra parte, tenemos el escombro más común, el RCD, que es el que viene con distintos materiales, pero que no pueden llevar yeso, escayola o plástico y suele tener un pequeño índice de cartón o madera. Lo sometemos a un primer tratamiento y, posteriormente, lo metemos en el molino que es el encargado de retirar las pequeñas partículas de madera, plástico, cartón, etc. Además, le sacamos el hierro, y obtenemos macadam, grava, zahorra o suelo seleccionado. Por último, los escombros que podríamos decir ‘sucios’, los que solemos ver por las calles en las cubas, que lo mezclan todo. Es el que tiene menor índice de valorización y todo lo que se hace tiene que ser manipulado en la planta. Muy pronto además introduciremos residuos procedentes del sector metalúrgico.

También hacen ensayos y pruebas con nuevos materiales.

Nosotros tenemos un control mensual, tanto por laboratorios de CEMOSA como por distintos laboratorios privados que nos exigen los ensayos de los materiales. Cumplimos los marcados CE de la Comunidad Europea y los marcados AGRECA.

Desde una de las empresas del grupo, Demoliciones Las Nieves, se está trabajando en la implantación de la demolición selectiva. ¿En qué consiste?

Es algo que la Comunidad Europea quiere imponer prácticamente ya, que sea posible separar y clasificar los materiales de construcción en la misma obra, en el punto de origen, para que, dentro de esa economía circular, se abaraten los costes de valorización y de gestión de residuos, y también tener un control más directo de lo que genera cada obra.

El sector demanda más legislación, más normativa. Las administraciones parecen que van siempre por detrás de la actividad.

Necesitamos más control sobre los residuos, porque actualmente se realizan acopios que no están legalizados, hay gestores intermedios que tampoco están legalizados. El material se pierde en cañadas, arroyos o enterrados en fincas y no pasa por una gestión de residuos. Ya se está consiguiendo que en los pliegos de licitación exijan el uso de materiales reciclados, lo que conlleva ir a la planta, llevar tus residuos y desde allí, te vayas cargado con la materia prima que te haga falta. Así, el camión nunca está circulando en vacío, economizando el gasto a la construcción y valorizando ese material. Por otra parte, aquí en Málaga, tanto la Gerencia de Urbanismo como Gestrisam están estudiando cómo darle forma a la famosa fianza de las cubas de las obras para obligar a que se presente el certificado de la gestión de residuos, algo de lo que ya disponen otros ayuntamientos de la provincia. Está bien porque controla que todos los residuos vayan a un gestor y se valorice.

Málaga cuenta con pliegos de uso específicos para los áridos reciclados en las obras públicas en la que ustedes tuvieron mucho que ver.

Hace cuatro años, un equipo de trabajo iniciamos de manera voluntaria un proyecto por el que apostó el Ayuntamiento y actualmente nos enorgullece que Málaga se una ciudad pionera en tener su catálogo de recomendaciones para el uso de materiales reciclados, que se utiliza como ejemplo en muchas ciudades.

Más allá del reciclado, ¿es Roster una empresa sostenible?

La empresa tiene sus propias placas solares y somos autosuficientes. Estamos pensando en una ampliación porque cada vez tenemos más maquinaria que funciona con electricidad. Vamos sumándonos a todo lo que nos van ofreciendo que nos permita ser autosostenible en las instalaciones, con la maquinaria y camiones, etc., así como en la reducción del índice de contaminación. La economía circular, el impacto medioambiental y la valorización de los materiales van en el mismo lote.

¿Por dónde se encamina el sector a medio plazo?

Tenemos muy buenas sensaciones, porque cada vez, la gente apuesta más por material reciclado. Aunque el pilar principal son las administraciones, que son de las que dependemos, las empresas se están sumando y lo vemos en obras como las de Mayoral, Amazón, en el Puerto, en ampliaciones como Famadesa. Muchas obras han tenido algún premio o reconocimiento y eso a ellos les hace crecer y estar más comprometidos con la construcción sostenible. Nosotros seguimos respaldando que estas empresas puedan llevar a cabo sus compromisos medioambientales.