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La Universidad de Málaga y Fundación Unicaja sientan las bases para una Málaga "más amable e inclusiva"

El proyecto propone la remodelación de los espacios públicos de la ciudad para garantizar la accesibilidad a todo el mundo y por tanto la inclusión

Presentación del Decálogo para humanizar la ciudad de Málaga.

Presentación del Decálogo para humanizar la ciudad de Málaga. / UMA

José Sánchez

La Cátedra de Cultura de la Diversidad y Justicia Social de la Universidad de Málaga en colaboración con Fundación Unicaja han presentado este miércoles por la mañana el Decálogo “Humanizando la ciudad de Málaga". El proyecto conjunto tiene como finalidad establecer unas pautas de actuación para construir una sociedad más inclusiva y sostenible y así sentar las bases para conseguir una Málaga "más amable e inclusiva" con la participación de la ciudadanía y las instituciones locales

En el acto de presentación, que ha tenido lugar a las 11:00 horas en el Rectorado de la Universidad de Málaga, han estado presentes la vicerrectora de Igualdad, Diversidad y Acción Social de la UMA, Isabel Jiménez, el director de la Cátedra de Cultura de la Diversidad y Justicia Social, Miguel López Melero y Ana Cabrera Torres, responsable de Solidaridad Social y Educación de Fundación Unicaja. Todos han insistido de forma unánime en la necesidad de este tipo de proyectos para hacer de Málaga una ciudad que reconozca la diversidad y eduque en igualdad de oportunidades a todos sus ciudadanos.

Se trata de un proyecto que sus creadores describen como “un compromiso social basado en la cultura cooperativa” que no puede hacerse realidad sin la creación de sinergias y redes que permitan reconocer y proteger la diversidad. “La ciudad, o es amable e inclusiva o no es una ciudad, es solo una aglomeración de gente” explica Miguel López. A su vez, insiste en la necesidad de fomentar la creación de proyectos contra la exclusión social y la creación de herramientas que trabajen procesos de inclusión.

El decálogo aborda propuestas como la redistribución del espacio público de la ciudad, abogando por una reinvención de los espacios y servicios que fomenten la accesibilidad para todas las personas y por ende la inclusión. También hace hincapié en el desafío que supone para la ciudad combatir el cambio climático y cómo se debe abordar a través del uso de energías renovables y la creación de espacios verdes y el fomento del consumo local. “No es posible la igualdad de oportunidades si los espacios en los que se mueve la ciudadanía no son inclusivos” afirma Isabel Jiménez. El feminismo y la educación son también algunos de los pilares que sostienen este proyecto.

El principal objetivo a través de la elaboración de este decálogo, es derribar todos esos muros que impiden la inclusión y la aceptación de la diversidad como eje de una sociedad democrática, ya sean muros económicos, de género o etnia. Para ello, las entidades creadoras ya se han puesto en contacto con el Ayuntamiento y la Diputación y otras instituciones para valorar la inclusión del decálogo y su puesta en práctica a través de planes de actuación que puedan llevar a cabo esta transformación de la ciudad.