Educación

Los retos del alcalde infantil de Málaga

José Manuel Paniagua Silva, alumno del Colegio Maristas, es el nuevo regidor de Infancia y Adolescencia de la capital, un trabajo que cree que debe ser vocacional y que ve como un primer paso para llegar algún día a la Moncloa - La lucha contra la pobreza es uno de los objetivos de este adolescente de 16 años que defiende la importancia de dar voz a los jóvenes

Marta Morilla, que fue alcaldesa infantil hace dos años, y José Manuel Paniagua, actual regidor. Ambos alumnos de Maristas

Marta Morilla, que fue alcaldesa infantil hace dos años, y José Manuel Paniagua, actual regidor. Ambos alumnos de Maristas / L. O.

José Manuel Paniagua Silva cree en la política vocacional, concebida como un compromiso y con el objetivo de ayudar a los demás. Piensa que los políticos actuales no logran conectar con la juventud, que los ven como una élite y sienten que no tienen voz, pero sabe que el papel de los niños, niñas y adolescentes de hoy será fundamental para el futuro. Por eso, este alumno de 1º de Bachillerato del Colegio Maristas de Málaga ya ha dado el primer paso y es el nuevo alcalde de Infancia y Adolescencia de Málaga.

Aunque de pequeño decía que quería ser arqueólogo, este joven de 16 años asegura que se dio cuenta muy pronto de que tenía «muchísimas inquietudes políticas». «Voy a ser presidente del Gobierno de España», afirma contundente. Aunque primero le gustaría mejorar su ciudad y habla incluso de ser el relevo algún día del actual alcalde, Francisco de la Torre, a quien ya conoce.

José Manuel pudo saludar al regidor durante su primer acto oficial en el Pleno Infantil Municipal que se realiza cada año con motivo de la conmemoración del Día Internacional de los Derechos de la Infancia. Una sesión a la que se llevaron mociones sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, concretamente los referidos a la lucha contra la pobreza, la igualdad de género y la lucha contra el cambio climático.

El alcalde infantil concreta que una de las propuestas es poner en marcha un proyecto para que personas nacidas en barrios desfavorecidos y que han prosperado expliquen su experiencia a los niños de esas zonas «para que puedan ver que hay un futuro».

Además, ve muy importante la participación intergeneracional, «que los niños estén con los abuelos porque no podemos olvidar el pasado, hay que valorar la experiencia de los mayores».

En cuanto a su propia experiencia para la política, este alumno de Maristas se ha formado durante cinco años en el Club de Debate de su colegio y considera muy importante la oratoria. «Podemos tener buenísimas ideas pero hay que saber expresarlas», afirma. De hecho, no le importa reconocer que el exlíder de Podemos y exvicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, tenía muy «buena dicción, aunque esté en las antípodas de mi pensamiento». Como afiliado a NNGG del PP expresa su admiración por el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y por la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. «Pablo Casado ahora mismo no me gusta», dice en cambio entre risas.

Rechaza que haya bloques de izquierda y de derecha, defiende acabar con la «radicalización de los últimos años» y toma como ejemplo la figura de Adolfo Suárez. «Es mi ejemplo a seguir es la esfera política porque fue capaz de unir a los dos extremos», dice.

Aunque en la familia de José Manuel Paniagua no hay tradición política, tiene muy presente a su bisabuelo Lorenzo Silva de los Ríos, un próspero empresario de los años 40 que pasó de cuidar Cabras en Colmenar a tener cuatro fábricas y contribuir al desarrollo de la Málaga de entonces. «En él veo reflejadas las ganas de prosperar y de seguir adelante, de sacar a su familia de la pobreza y decir: «Esto lo hago yo», asegura.

Conectar con los jóvenes

Tras estudiar un bachillerato sociohumanístico, quiere matricularse en Relaciones Internacionales con Economía o Derecho para ser embajador y tener una profesión además de la vocación política. Aunque la formación es muy importante, José Manuel Paniagua, que fue elegido como alcalde por los consejeros infantiles municipales entre varios candidatos, cree que la cercanía pudo ser lo que convenció a sus votantes. «Conecté con ellos. Creo que eso es lo que pasa un poco ahora, que los políticos no conectan con los jóvenes», lamenta.

En esta línea, asegura que la juventud no se preocupa lo suficiente por la política por culpa precisamente de quienes la ejercen actualmente. «Se nos transmite una visión de una política totalmente arcaica, en la que los que no somos políticos no tenemos voz, cuando en realidad los políticos tienen que servir al pueblo y no el pueblo a los políticos».

Por eso, José Manuel cree que son importantes actividades como las que se realizan en el marco del Proyecto de Participación Infantil impulsado por el Ayuntamiento de Málaga. «Se nos da la oportunidad de ver que la política no es sólo llegar al Congreso de los Diputados y tener un sueldo, sino que es algo verdaderamente de vocación y para ayudar», subraya.

A los niños y jóvenes, en su papel de alcalde, les diría que se involucren en la mejora de su ciudad y del mundo en general. «Es importante que participen porque la juventud tenemos que ser el motor para cambiar lo que creemos que está mal. Les diría que no tengan miedo a pensar y que no piensen que su voz y su voto no sirven». De momento, este alumno de Maristas tiene un año por delante para trabajar por Málaga y en ello está.

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José Manuel Paniagua no es el primer alumno de Maristas de Málaga que se convierte en alcalde infantil. Hace dos años ya lo fue Marta Morilla, que sigue implicada en la esfera política a través de su trabajo con Unicef. Así, en noviembre tuvo la oportunidad de asistir a una reunión con Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales, y el pasado viernes trasladó por videoconferencia a la vicepresidenta Teresa Ribero las propuestas medioambientales que han trabajado en Unicef. Actividades tutorizadas por el profesor Fernando Frías a través del Proyecto de Participación Ciudadana.