Cementerio inglés

Sones de gaita para el héroe Robert Boyd

En el 190 aniversario de su muerte, decenas de personas y varios colectivos homenajearon este sábado al irlandés Robert Boyd, fusilado con el general Torrijos por defender la libertad. El vicepresidente de la Fundación Unicaja leyó la última carta de Boyd a su familia

El homenaje tuvo lugar en el cementerio primitivo, donde descansa Robert Boyd.

El homenaje tuvo lugar en el cementerio primitivo, donde descansa Robert Boyd. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Como su compatriota Lord Byron siete años antes, el joven oficial de 26 años Robert Boyd, nacido en la actual Derry-Londonderry, en Irlanda del Norte, también encontró la muerte en tierras extranjeras por luchar por la libertad.

Este sábado, el Cementerio Inglés de Málaga acogió con nuevos aires el tradicional homenaje a Boyd, fusilado junto al general Torrijos en la playa de San Andrés hace 190 años, el 11 de diciembre de 1831, por oponerse a la tiranía de Fernando VII, el peor rey en la Historia de España. El hijo de William Mark, el cónsul británico en Málaga, presenció la ejecución y recogió su cadáver, que fue velado esa noche en casa de su padre. Al día siguiente Boyd se convirtió en la primera persona en ser enterrada intramuros del Cementerio Inglés.

Los nuevos aires del homenaje se dejaron sentir en forma de sones de gaitas escocesas -Robert Boyd era descendiente de escoceses afincados en Irlanda- y simbolizan también el cambio de rumbo para el Cementerio Inglés desde que la Fundación Unicaja respalda este Bien de Interés Cultural que maravilló al escritor Hans Christian Andersen allá por 1861.

La formación Sur Pipes Band de Benalmádena, formada por escoceses y malagueños, ascendió la cuesta del Cementerio Inglés a los sones de ‘Scotland the Brave’, seguida por representantes de la Fundación Cementerio Inglés de Málaga, la Fundación Unicaja, la Asociación Histórico Cultural Torrijos 1831, ataviada con trajes de época, la Asociación Cultural Manzanares Estepona 1831 y el Club Málaga Liberal 1812, entre otros colectivos, además de decenas de malagueños. Entre el público, por cierto, se encontraba el gestor cultural José Antonio Sierra, mecenas del Premio Robert Boyd que promueve el Aula María Zambrano de Estudios Transatlánticos de la Universidad de Málaga.

Los asistentes se reunieron en el primitivo cementerio, el que, como una muñeca rusa, se encuentra en el interior del camposanto y que terminó de levantar y cerrar sus muros en agosto de 1831.

En este precioso recinto de tumbas recubiertas de conchas, la moda de la época, Esteban Alcántara, presidente de la Asociación Torrijos 1831, recordó que su colectivo celebra el homenaje anual a Robert Boyd de forma ininterrumpida desde que en 2004 visitaron el cementerio 13 familiares del militar irlandés.

La comitiva entra en el Cementerio Inglés

La comitiva entra en el Cementerio Inglés / A. V.

Bruce McIntyre, excónsul inglés en Málaga y responsable de la Fundación Cementerio Inglés de Málaga, recordó las circunstancias históricas del joven, que conoció a José María Torrijos dos años antes de su muerte, cuando el militar español estaba exiliado en Londres. Bruce McIntyre resaltó las «nociones románticas de libertad constitucional» de este héroe.

Mariano Vergara, de la Fundación Unicaja, leyó la emocionante última carta que la medianoche del 11 de diciembre de 1831, Boyd escribió a su hermano, a las puertas de la muerte, ya preso en el convento de los carmelitas del Perchel: «Antes de que recibas esta carta yo me estaré pudriendo en tierra extranjera», le señala, al tiempo que confiesa no arrepentirse de su defensa de la libertad.

En nombre del Club Liberal Málaga 1812 habló Javier Melgar, quien comparó el talante ejemplar del irlandés con el de su compañero José María Torrijos.

También hubo declamaciones y hasta una saeta dedicada a Torrijos y sus hombres.

El acto concluyó con la colocación de una corona de flores bajo una lápida en homenaje a Robert Boyd. Justo enfrente hay dos tumbas idénticas, una de las cuales alberga los restos de este generoso héroe de la tierra irlandesa.

Sonaron las gaitas y los aplausos en su memoria 190 años después de que diera la vida por la libertad del pueblo español.