Medio Ambiente

El Aula del Mar reabre gracias al apoyo de las administraciones

La veterana entidad, fundada en 1989, llevaba 21 meses cerrada a causa de la pandemia. Las ayudas y convenios institucionales han sido claves para la reapertura

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Con unas semanas de retraso sobre la fecha prevista -noviembre- el Museo Alborania-Aula del Mar ha reabierto hoy su sede en el Palmeral de las Sorpresas después de permanecer cerrado desde marzo de 2020, cuando se decretó el estado de alarma.

La reapertura ha sido posible gracias al apoyo mostrado por más de 150 entidades de España y el extranjero, que respaldaron una recogida de firmas pidiendo su continuidad y, en especial, al de las administraciones, lo que permite salir adelante a los cerca de 20 trabajadores fijos con los que cuenta.

"Estamos muy contentos y agradecidos, hoy volvemos a plena actividad y sobre todo, hoy se inicia un nuevo Aula del Mar con espacios renovados, más plural y diversa y más especializados en la conservación marina", detalló el presidente de la entidad, el biólogo marino Juan Antonio López.

El responsable detalló las líneas generales de la nueva Aula del Mar, entre ellas, proyectos con entidades y empresas amigas que se dedican a la divulgación e investigación de la vida marina; la creación de nuevas alianzas como las establecidas con Promálaga para el asesoramiento a la hora de la reorganización y la comercialización o con el Colegio de Abogados de Málaga, con vistas a lograr convertirse en una fundación; la organización de exposiciones, foros y eventos en el llamado 'Espacio entre corrientes', para entidades y sectores no relacionados con el Medio Ambiente y los tradicionales programas de educación ambiental.

Como en marzo de este año adelantó La Opinión, la falta de ingresos y unos gastos fijos anuales que rondaban los 450.000 euros habían llevado al borde del cierre a esta asociación sin ánimo de lucro, creada en 1989 por un grupo de biólogos marinos. «Ahora mismo lo que necesitamos es un rescate», destacaba entonces la directora Cristina Moreno, que entre otros aspectos hacía referencia a los cerca de 4.000 euros mensuales que costaba el alquiler de la sede, propiedad de la Junta de Andalucía.

Un momento del acto de reapertura.

Un momento del acto de reinauguración. / A.V.

El apoyo de las administraciones, como también adelantó este diario, se ha concretado hasta la fecha, en primer lugar en la subida de las ayudas municipales de 40.000 a 150.000 euros a través del Área de Sostenibilidad Medioambiental para 2021/2022.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, que asistió a la reinauguración, señaló a este respecto que el Ayuntamiento tenía "que hacer un esfuerzo porque la labor lo merecía" y abogó porque el Aula del Mar se convierta cuanto antes en fundación, para poder ofrecer deducciones fiscales que permitan ampliar la colaboración privada. "Hay que captar recursos que no sean sólo de la parte pública", indicó, al tiempo que destacó el pronto regreso a la capital del Instituto Oceanográfico. De la Torre también hizo votos porque esta sea la última vez que la entidad reabre "porque no tenga que cerrar más".

Esta cuantía municipal, explicó hoy a este diario Cristina Moreno, «nos ha permitido empezar a trabajar, salir del ERTE y hacer algunos arreglos». Además, la ayuda del Ayuntamiento hará posible, a partir del primer trimestre de 2022, comenzar un programa de educación medioambiental y una Semana del Mar centrada en el papel de la mujer.

En segundo lugar, la Diputación de Málaga ha aportado la misma cantidad, 150.000 euros, destinada a actividades de conservación, entre ellas un programa de educación ambiental en el litoral para grupos de municipios de Málaga de menos de 20.000 habitantes.

A este respecto, el presidente de la Diputación, Francisco Salado, subrayó el compromiso de la institución que dirige para destinar los recursos económicos "que sean necesarios" a la rehabilitación medioambiental "de los mares y de los montes de la provincia".

Por parte de la Junta de Andalucía, la colaboración se ha concretado hasta la fecha en una campaña, el próximo trimestre, de sensibilización del sector pesquero con respecto a las especies marinas amenazadas. "Permitirá que si por ejemplo se encuentran una tortuga marina en las redes nos la puedan traer, la liberen o puedan hacerle los primeros auxilios", detalló Cristina Moreno.

La delegada del Gobierno andaluz, Patricia Moreno, que también asistió al acto, subrayó la "celebración" que supone la reapertura de "la gran familia" del Aula del Mar, avalada "por 30 años de trabajo" y remarcó el compromiso de la administración autonómica con la "revolución verde" mediante la Ley del Cambio Climático o la próxima de la Economía Circular.

Juan Antonio López aprovechó el acto además para señalar la necesidad de buscar otro emplazamiento para el CREMA, el Centro de Recuperación de Especies Marinas Amenazadas, en la actualidad en dos locales del puerto. "Así tendríamos un hospital marino en condiciones", apuntó a este diario Cristina Moreno.

Recogió el guante el presidente de la Autoridad Portuaria, Carlos Rubio, que se congratuló porque hubieran pasado ya los "momentos difíciles" y anunció que intentarían "buscar un buen lugar para el CREMA", así como "retomar" el convenio de Málagaport con el Aula del Mar que hace posible las visitas escolares.

También hablaron Lucrecia Souviron, en nombre los jóvenes investigadores ligados a esta institución y Javier Noriega, en representación del cluster marítimo-marino de Andalucía.

20 de diciembre, regresa el Aula del Mar.