Crónicas de la Ciudad

El frente vegetal de Cortijo Alto, un paseo con nota

A falta de terminar el parque canino y una pastilla, la muralla vegetal frente al raudo tráfico es una estupenda solución para este barrio lleno de árboles

Una vista de la zona verde de Cortijo Alto, en la calle Pierrot.

Una vista de la zona verde de Cortijo Alto, en la calle Pierrot. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

El barrio de Cortijo Alto, que durante un tiempo se conoció como Alameda Alta, es una reciente urbanización en un importante nudo de tráfico, pues limita con el ‘scalextric’ de la Ronda Este y con las avenidas de Ortega y Gasset, María Zambrano y Blas Infante.

Entre los organismos y centros más conocidos del barrio, la Jefatura de Tráfico, la Federación Malagueña de Fútbol, la UNED y El Corte Inglés Bahía.

Pese al enclave de tráfico en que se encuentra, la altura no excesivamente alta de los bloques y la abundancia de árboles en sus calles, además de la amplitud de muchas de sus aceras, comparadas con otros barrios más antiguos de Málaga, hacen de Cortijo Alto un barrio bastante agradable para el paseo.

Aumentó con creces esta sensación de esparcimiento un ‘frente vegetal’ que se fue forjando en la calle Pierrot, paralela a la avenida de Blas Infante, a partir de unos doce años atrás, aproximadamente.

Y así, desde la avenida de María Zambrano a la calle Séptimo Miau se fue creando una zona ajardinada que funciona como pantalla vegetal frente al raudo tráfico pero que es mucho más que eso, pues se ha convertido en un agradable paseo para los vecinos del barrio, flanqueado por palmeras, ficus, limpiatubos (callistemon) y lantanas, entre otras plantas. Al tratarse de un paseo alargado, las numerosas palmeras terminan dando sombra.

Además, hay abundancia de bancos, un parque canino (por terminar) y zona de juegos infantiles. Se trata por tanto de un frente muy bien aprovechado y un ejemplo a seguir en barrios donde no abundan las zonas verdes.

Por cierto que queda pendiente por ajardinar una última pastilla junto a un aparcamiento municipal, en la calle Séptimo Miau. Sería la guinda.

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Nuestro preclaro Ayuntamiento, cuando le interesa, puede volverse sorprendentemente nebuloso. Lo volvió a hacer en una reciente nota sobre el polémico rascacielos del puerto.

Ya que la altura del artefacto no está clara, pues lo promotores, en teoría, lo rebajaron a 116 metros, pero quizás falten unos cuantos pisos debajo y por otro lado, quizás siga midiendo 150 metros, optó por hablar de un edificio de 35 + 3 plantas y que cada cual eche cuentas (resultan 150 metros, 20 más que el Monte Gibralfaro).

Recuerda esta ‘ausencia de metros’ a una perspicaz nota sobre el solar de Repsol en la que el Consistorio dio todos los datos posibles menos los metros cuadrados del futuro parque. Cuanto toca, niebla.