Memorias de Málaga

Periodistas con historia

En 1941, en los Baños del Carmen, se reunieron seis conocidos periodistas de Málaga, que asistieron a una comida ofrecida por Enrique Davó. Esta es, a grandes pinceladas, la historia de cada uno de ellos

Reunión de periodistas de Málaga en el Balneario del Carmen, en 1941. | ARCHIVO JOSÉ MANUEL CONEJO

Reunión de periodistas de Málaga en el Balneario del Carmen, en 1941. | ARCHIVO JOSÉ MANUEL CONEJO / Guillermo Jiménez Smerdou

Guillermo Jiménez Smerdou

Los periodistas que ejercemos en Málaga nos vemos una vez al año, concretamente cada 24 de enero, festividad de nuestro patrón san Francisco de Sales.

Este año, por razones más que justificadas, la Asociación de la Prensa suspendió la comida de hermandad. Mantuvo, sin embargo, la cita religiosa, pero esta vez, en lugar de la iglesia del Sagrario, la misa se ofició en la capilla de la Encarnación de la Catedral. En el mismo templo, como viene sucediendo hace varios años, se entregó el premio Cardenal Herrera, que en esta edición fue concedido a Pedro Luis Gómez.

En este encuentro anual nos saludamos, comentamos la situación de cada uno, la crisis de la prensa escrita, el paro que afecta a compañeros y nos acordamos de los fallecidos durante los últimos doce meses.

Los periodistas somos poco dados a hablar o escribir de nosotros mismos; consideramos que no somos noticia porque nuestro trabajo es precisamente ese, contar lo que ocurre en todos los ámbitos de la vida local, provincial, nacional, mundial… Nos ocupamos de los compañeros de profesión cuando alguno es objeto de un premio o distinción, un homenaje, o fallece. Nos debemos a los demás; no a nosotros mismos.

Una foto con historia

De manos del abogado malagueño José Manuel Conejo, nieto del periodista Rafael Conejo Ferri, me ha llegado una fotografía histórica. Data del año 1941, o sea, hace ochenta y un años. En ella aparecen seis periodistas malagueños que han asistido a una comida ofrecida en los Baños del Carmen por Enrique Davó.

Algún lector se podrá preguntar a qué viene reproducir ochenta años después una foto de seis periodistas malagueños.

La razón es recordar a seis profesionales de la prensa olvidados con el paso del tiempo, un homenaje a compañeros que nos precedieron y que dejaron huellas de su buen hacer. Rompo la costumbre de olvidar a los colegas y de paso relatar algo de sus carreras porque a casi todos los conocí y me trataron con afecto. Algo, o mucho, aprendí de ellos porque yo estaba en edad de aprender… y sigo estando en esa edad porque cada día se aprende algo nuevo.

La fotografía fue tomada en los Baños de Carmen, un lugar muy frecuentado por los malagueños, y que durante años fue el preferido para celebrar banquetes, reuniones, fiestas, bailes…

La fotografía de los seis periodistas me retrotrae a mis comienzos en la profesión. Voy a contar algo de esos protagonistas de la foto.

La fotografía fue tomada en los Baños de Carmen, un lugar muy frecuentado por los malagueños, y que durante años fue el preferido para celebrar banquetes, reuniones, fiestas, bailes… Tuvo su época de esplendor. Después fue decayendo, se pusieron de moda otros lugares y, tras un largo periodo de decadencia, deterioro y casi olvido, parece que renace. Todo dependerá de que alguno de los muchos proyectos que se barajan consiga llevarse a cabo. En la foto de referencia, que ilustra el reportaje de esta semana, aparecen de izquierda a derecha Antonio Márquez, Eduardo Fernández Gómez, Ángel Conejo Alonso, Rafael Conejo Ferri, Salvador González Anaya y Sebastián Souvirón Utrera.

Del primero, Antonio Márquez, tengo pocas referencias. Lo conocí cuando ya se había jubilado. Creo que llegó a presidir la Asociación de la Prensa, luchó por el funcionamiento de la Mutua o Montepío de la prensa malagueña y algunos que se jubilaron, o sus viudas, percibieron ayudas muy escasas, porque los únicos ingresos procedían de la explotación de la ‘Hoja Oficial del Lunes de Málaga’. Años después se eliminó lo de ‘oficial’ para quedar solo en ‘Hoja del Lunes de Málaga’, hasta su desaparición al perder las Asociaciones de la Prensa el privilegio de tener la única publicación periódica autorizada los lunes. Hoy todos los periódicos se editan todos los días de la semana.

El segundo de la fila es Ángel Conejo Alonso, de raíz zamorana, que no sé cómo llegó a Málaga, donde residió hasta su fallecimiento. Perteneció a las redacciones de varios periódicos de los que se editaban antes de la guerra civil, entre ellos, el ‘Diario de Málaga’. Al finalizar la contienda se enroló en el uno de dos periódicos que nacieron en 1937, concretamente en ‘Arriba España’, que pasó a llamarse ‘Sur’ años después. El otro periódico, fundado igualmente el mismo año de 1937, fue ‘Boinas Rojas’. El primero se editaba por la mañana y el segundo por la tarde. El periódico vespertino estaba respaldado por los tradicionalistas o requetés. Al producirse la unificación de Falange Española con los tradicionistas, ‘Boinas Rojas’ desapareció y la plantilla fue absorbida por un nuevo diario: ‘La Tarde’.

Ángel Alonso fue uno de los primeros de la redacción de ‘Sur’. Alternó el periodismo con su condición de funcionario municipal del Ayuntamiento de Málaga. Fue jefe del Gabinete de Prensa de varios alcaldes de nuestra ciudad. Con él tuve bastante relación porque teníamos butacas reservadas en el Teatro Cervantes, una junto a otra. Ambos ejercíamos la crítica teatral en medios diferentes.

De él aprendí mucho porque era un veterano en el oficio de enjuiciar el teatro en general. Conejo sorprendía de vez en cuando a los colegas porque publicaba artículos en la página 3 de ‘ABC’, y crónicas en la famosa revista francesa ‘Paris Match’… Cuando le ofrecieron la delegación en Málaga del PAMDEBÉ (Patronato de Apuestas Deportivas Benéficas), las ‘quinielas’ como vulgarmente se conocía el nuevo sistema de apuestas, Ángel fue dejando el periodismo paulatinamente.

Le sigue en la fila Eduardo González Gómez.

Después, Rafael Conejo Ferri, sin parentesco alguno con Ángel. Era malagueño, jovial, alegre, chistoso, siempre de buen humor, contaba mil y una historias y la última etapa de su vida desempeñó la corresponsalía y posterior delegación del periódico ‘Ideal’ de Granada en Málaga. Cuando él se jubiló me recomendó para que ocupara su puesto.

Destaca la presencia de Salvador González Anaya, uno de los novelistas más sobresalientes de la España de entonces, y que fue elegido académico de número de la RAE

De su humor recuerdo una anécdota del Teatro Cervantes, al que acudió un día para asistir a un estreno. Al levantarse el telón, en el escenario un grupo de actores se lamentaba del fallecimiento de un personaje. Por espacio de ocho o diez minutos el diálogo se centraba en el muerto: de lo bueno que era, el dolor que aquejaba a sus descendientes, que nadie podía sucederle, su viuda, sus hijos... y dale que te pego.

Entonces, ‘Conejito’, como cariñosamente era conocido por sus amigos y compañeros de profesión, se levantó de la butaca y dirigiéndose al escenario donde seis o siete actores vivían el drama que había supuesto la muerte del personaje y se deshacían en elogios y en la desdicha de la familia por tan irreparable pérdida, con la mayor naturalidad se unió al drama y en voz alta expresó su dolor: «Les acompaño en su sentimiento. Buenas noches». Se puso el sombrero y abandonó la sala en medio del asombro de los actores y público asistente.

Como todos los periodistas de la época hizo de todo: información local, municipal, teatral, toros… Se jubiló creo que anticipadamente de ‘La Editorial Católica’, y aunque el director de ‘Ideal’, Santiago Lozano, le invitó a seguir colaborando, él declinó la oferta. ‘Conejito’ se portó muy bien con antiguos compañeros que habían estado en periódicos de Málaga de tendencia izquierdistas, y represaliados por el nuevo régimen, incorporándolos como colaboradores de la edición de Málaga de ‘Ideal’.

Junto a Rafael Conejo destaca la presencia de Salvador González Anaya, uno de los novelistas más sobresalientes de la España de entonces, y que fue elegido académico de número de la RAE. González Anaya, además de poeta y novelista, fue periodista, y ocupó la presidencia de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo, miembro de la Real Academia de la Historia, alcalde de Málaga en el periodo 1916-1918, etc.

De su larga carrera novelística destacan títulos como ‘Las vestiduras recamadas’, ‘La jaula de las azucenas’, ‘Las naranjas de la Mezquita’, ‘Nido de cigüeñas’, ‘Luna de plata’, ‘Luna de sangre’... centradas en Málaga, Córdoba, Antequera… siempre en localidades andaluzas. En sus textos abundan las palabras del vocabulario malagueño y de otros lugares de la geografía andaluza. Su rico vocabulario es una de sus cualidades más sobresalientes.

Periodistas con historia

Sebastián Souvirón Utrera. / Guillermo Jiménez Smerdou

El último a la derecha de la ilustración es Sebastián Souvirón Utrera, formado en la antigua escuela periodística de ‘El Debate’, en la que alternó con otros compañeros que destacaron en la profesión. Fue el primer director del periódico ‘Sur’ de Málaga, cargo que pasó después a manos de Francisco Sanz Cagigas.

Licenciado en Derecho, ejerció la abogacía con su hermano Agustín. Nombrado delegado provincial de Información y Turismo desplegó una gran actividad y fue uno de los artífices del desarrollo turístico de la Costa del Sol.

El Real Club Mediterráneo lo eligió como presidente y fue el impulsor de la construcción de la nueva sede. Fue elegido miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo, escribió un libro sobre Felipe II y al final, como funcionario, se incorporó a la Delegación de Hacienda de Málaga. Rememorando sus primeros pasos en el periodismo, empezó a publicar en la ‘Hoja del Lunes’ de Málaga una serie de deliciosos artículos sobre temas malagueños con el seudónimo de Jabegote. Cuando quise entrevistarle para la revista del Club Mediterráneo, en la serie ‘Los que hicieron el Club’, su hermano Santiago, periodista también, me aconsejó que no lo intentara porque estaba muy enfermo. Poco después falleció.

No están en la foto

Con respecto al segundo de la lista –Eduardo Fernández Gómez- no he conseguido información alguna. No lo conocí.

Pero en los años 40 y 41 del siglo pasado, la época en que se tomó la instantánea, en Málaga ejercían el periodismo unos grandes profesionales como Enrique Llovet, que se marchó a Madrid para estudiar en la Escuela Diplomática y recorrió medio mundo en las embajadas de España; Domingo Fernández Barreira, que también ‘emigró’ a Madrid, donde ejerció el periodismo en diferentes periódicos y revistas, y como hablaba inglés, entrevistó a todas las figuras de Hollywood que pisaron España; Benito Marín, que continuó en el periódico ‘La Tarde’ y que al ir perdiendo la vista dictaba las crónicas de teatro, y gozaba de gran prestigio en el ámbito teatral español; Juan Cortés Salido, que de la dirección de ‘Boinas Rojas’ pasó a ‘La Tarde’ y que fue uno de los reporteros más destacados de ‘La Unión Mercantil’; los hermanos Antonio y Francisco Gallardo, el primero en ‘Sur’ y ‘La Tarde’ y el segundo en la redacción de ‘La Vanguardia’ de Barcelona en Madrid… y otros que están casi olvidados porque el tiempo no perdona.

De todos ellos algo o mucho aprendí. No podían faltar en estas memorias de la Málaga que conocí y rememoro en estos recuerdos que comparto con los que me leen los domingos. Gracias.