Turismo

La Costa del Sol cierra 2021 con unos ingresos turísticos inferiores aún en un 37% a la prepandemia

Exceltur dice que la recuperación en España ha sido "parcial y llena de altibajos", con un PIB turístico un 42% por debajo de 2019 - El sector espera mejoría en 2022 y volver a la normalidad en 2023

Varios turistas tiran de sus maletas a la llegada de los hoteles de la capital.

Varios turistas tiran de sus maletas a la llegada de los hoteles de la capital. / Álex Zea

José Vicente Rodríguez

José Vicente Rodríguez

El PIB turístico sumó en España un total de 88.546 millones de euros en 2021, todavía un 42,8% por debajo de los valores previos a la pandemia (2019) y en niveles semejantes a los de 2003, debido a la paralización de los viajes hasta mayo y al "súbito" parón desde mediados de noviembre por la expansión de la sexta ola del coronavirus. La Costa del Sol de Málaga, en concreto, refleja todavía un descenso del 37,8% del negocio de alojamiento turístico en relación a los datos de 2019 previos al Covid. Con estos datos, la participación del turismo en el PIB nacional subió hasta el 7,4%, frente al 5,5% de 2020, pero todavía lejos del 12,4% de 2019, año récord para el sector en España.

Así lo recoge el informe presentado este jueves por el vicepresidente ejecutivo de Exceltur, José Luis Zoreda, y el director de Estudios e Investigación, Oscar Perelli, que avanza que en el primer trimestre de 2022 las ventas caerán un 33,2% sobre el mismo periodo de 2019 (casi 10 puntos de descenso más que al cierre del cuarto trimestre) por esta sexta ola. Pero, a pesar del efecto combinado de la triple crisis -sanitaria por ómicron, energética y de suministros- con la que acabó 2021, este año la actividad remontará a partir de abril y ya en 2023 se alcanzarán los niveles de ventas prepandemia.

En 2021 la recuperación del sector fue "parcial y llena de altibajos" como consecuencia de la evolución de la covid, aunque mejora en 36.039 millones las cifras del desastroso 2020. Los que más sufrieron fueron los territorios más dependientes de la demanda internacional y de largo radio (Cataluña, Madrid, Baleares, Canarias, la Comunidad Valenciana y el País Vasco), que cerraron con descensos superiores al 40% y que legaron al 75% en el caso catalán. Todos ellos pagaron un mal inicio de año, a pesar de que luego hubo una recuperación.

En cuanto a las grandes ciudades, los peores resultados en relación a las cifras preCovid de 2019 han sido para las urbes de mayor volumen de turismo de negocios y demanda de largo radio, con Barcelona en cabeza (-74%), seguida de Madrid (-64%) y Sevilla (-60%), mientras que los mejores registros fueron para A Coruña, Santander, Alicante, Gijón y Santiago de Compostela (por el Xacobeo). En Málaga, el descenso fue del 37,7%.

En Málaga y la Costa del Sol se observa también que el número de plazas hoteleras está ya muy cerca de los niveles de 2019 (las diferencias son sólo de entrre el 04% y el 1,5%), a diferencia de otras zonas como la costa catalana o Baleares, en los aún hay entre un 15% y un 25% menos de oferta.

El turismo extranjero siguió débil como consecuencia de las restricciones, con un descenso de ingresos del 59,7%, o 29.000 millones de euros, y 31 millones de entradas de turistas de otros países (frente a 83,7 millones en 2019). Alemania y Francia desbancaron a Reino Unido como principales emisores.

Por segmentos de actividad, las más castigadas fueron las agencias de viajes presenciales y los menores descensos se computaron en destinos como los de golf (-14%) y esquí (-38,1%).

El "puntal" de la reactivación fue el turismo interior, que a partir de mayo empezó a registrar cifras de pernoctaciones semejantes a las de 2019, con mejores números en campings, apartamentos y casas rurales, situados generalmente en entornos menos concurridos, mientras que los hoteles se vieron lastrados por la caída en los viajes de negocios (8,1%).

En Málaga el reparto ente demanda española y extranjera es del 27,3% y 72,7% respectivamente, mientras que en otras zonas con más peso del turismo foráneo (caso de las islas), este segmento llega a una representatividad de entre el 80% y el 90%, lo que explica sus peores resultados en 2021.

El empleo, con un descenso del 23,8% sobre 2019, evolucionó mejor que la actividad. Exceltur lo atribuye a la apuesta empresarial por la incorporación de personal para recuperar la normalidad y al apoyo de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).

En 2021 los destinos vacacionales y de interior tuvieron más actividad que los urbanos, con mejor desempeño en las comunidades de la España verde e interior (Asturias, Galicia, Cantabria, las dos Castillas, Extremadura, Navarra y Aragón), que registraron caídas de ventas inferiores al 30% respecto a 2019.

Para el cierre de este año 2022, Exceltur calcula que el PIB turístico español alcanzará los 135.461 millones de euros, un 87,5% de los niveles de actividad prepandemia y 47.000 millones por encima del valor del año recién cerrado. Con ese nivel, el turismo volverá a aportar un 10,5 % a la economía española, pero seguirá todavía casi dos puntos por debajo de los valores de 2019 (12,4%).

La demanda nacional recuperará buena parte del terreno perdido (será un 2,3% inferior a la de 2019), a la vez que la extranjera todavía perderá un 18,9 % sobre aquel año, frenada por la ausencia de viajes de largo radio, sobre todo desde Asia.

Preocupación con el reparto de los fondos Next Generation y plan de renovación

La alianza turística señala que la prioridad en el primer semestre del año debería ser aprovechar mejor la recuperación, para lo que deben jugar un papel esencial los Fondos Next Generation de la Unión Europea. Advierten de que las primeras convocatorias de 2021 "han generado una honda preocupación en el seno del empresariado turístico español" porque se optó por un reparto territorial masivo "en proyectos de escaso poder transformador y en lugares con reducida oferta turística".

Piden recortar el número de municipios beneficiados por estos fondos, "con muy baja capacidad de generar impactos sobre el conjunto del sector turístico", para centrarse en localidades relevantes, con proyectos de capacidad transformadora de su oferta turística, especialmente los destinos de sol y playa, "con mayores dificultades estructurales y retos pendientes desde hace una década".

Exceltur propone, entre otras cuestiones, impulsar un PERTE para el turismo (similar a los planes de renovación que se aplican al automóvil), reservando en las próximas asignaciones de fondos Next Gen para 2022 y 2023 una cantidad de fondos "relevantes". A su juicio, sería un "gran proyecto país" para abordar "la renovación integral y competitiva de destinos pioneros del litoral que tienen los mayores retos competitivos necesidad de transformación estructural". Entre los posibles destinos de aplicación, Exceltur cita a la Costa del Sol, con sus más de 118.000 plazas de alojamiento regladas.