Sindicalismo

Las faeneras de Málaga y la rebelión que impulsó la lucha obrera femenina

Se cumplen 104 años de la revolución malagueña que cambió la lucha sindical

Unidas Podemos por Málaga y miembros de la Plataforma Por la Memoria de las Faeneras de Málaga 1918 posan delante de la placa conmemorativa

Unidas Podemos por Málaga y miembros de la Plataforma Por la Memoria de las Faeneras de Málaga 1918 posan delante de la placa conmemorativa / Julia López

Julia López

Los diez hombres más ricos del planeta han duplicado su fortuna desde que comenzó la pandemia, mientras que los ingresos del resto de la población mundial se han visto deteriorados a causa de la covid-19, según apunta el informe “Las desigualdades matan”, realizado por Intermón Oxfam. Esto no es nada nuevo: hace 104 años ocurrió algo muy parecido.

En enero de 1918 los ricos también se hicieron más ricos a costa del desequilibrio entre el precio de los productos de primera necesidad y el salario de las clases populares. El ejército alemán perdía la Primera Guerra Mundial, faltaba un mes para que comenzase la epidemia de gripe y había pobreza, hambre y enfermedad. Aunque España se mantenía neutral en el conflicto, la comida escaseaba y se encarecía, debido a que este tipo de productos se exportaban para ganar más dinero, en vez de reservarlos para los ciudadanos españoles. Como consecuencia, el precio del pan subió. Las obreras de Málaga, que trabajaban explotadas por un salario ridículo, no lo soportaron, y se lanzaron a la calle a exigir mejoras. Había comenzado la rebelión de las faeneras malagueñas.

El día 9 las trabajadoras de Málaga se manifestaron, y más de 800 mujeres llenaron la ciudad de gritos que exigían justicia. Se presentaron ante el gobernador Rodríguez de Rivas, que prometió tener en cuenta sus reivindicaciones, pero ellas tenían prisa. Por eso llegaron incluso a requisar algunos productos y a montar sus propios puestos, donde los vendían a precios asequibles. Algunas de las figuras que encabezaron esta rebelión fueron Dolores Fernández, Bernarda Martín, Antonia Jaime o Concha Mesa. Dieron dos días de plazo para que hubiese cambios, pero como no los hubo, volvieron a manifestarse, esta vez el día 14 (cinco días más tarde de que la revolución hubiese comenzado).

En esta segunda manifestación los hombres trabajadores se solidarizaron con la causa y también participaron. Personas que salían de los barrios más humildes de la ciudad (El Perchel, El Bulto o La Trinidad) se dirigieron al centro, sumando ya entre 8000 y 12000 voces. Ante esta indignación tan generalizada, la policía comenzó a cargar contra los manifestantes, lo que provocó que dos mujeres y dos hombres fallecieran, y 20 personas resultaran heridas. La situación desembocó en una huelga general, y posteriormente en una reducción del precio de los productos básicos. El día 21 dieron por cumplidas sus reivindicaciones, y finalizó la rebelión. Las mujeres lo habían conseguido.

Además de lograr que el precio de los alimentos bajase, estas trabajadoras consiguieron mucho más. Esta revolución sentó precedentes en movimientos posteriores, y sobre todo feminizó la lucha obrera, que tradicionalmente había estado dominada por hombres. No solo participaron empleadas de fábricas, sino que también se sumaron cuidadoras, limpiadoras o planchadoras. Decidieron salir del espacio personal para ocupar el espacio público, con reivindicaciones que iban mucho más allá de la bajada del precio de los alimentos: pidieron comedores en sus lugares de trabajo y guarderías porque sabían que lo personal es político, y también exigieron una disminución en el precio de los alquileres.

El Ayuntamiento de Málaga rindió homenaje a estas luchadoras en 2018, cuando se cumplió el primer centenario de la rebelión, y se colocó una placa conmemorativa en el suelo de la Plaza Poeta Alfonso Canales, junto a la Plaza de la Marina. Ahora la Plataforma Por la Memoria de las Faeneras de Málaga 1918 solicita que la placa se mejore y que se construya un monolito en memoria de estas luchadoras. Además, desde la plataforma también piden que una calle, plaza o jardín de la ciudad sea nombrado 'Faeneras de Málaga 1918'.

Estas solicitudes se presentarán formalmente a través de una moción que llevará Unidas Podemos a la comisión del Pleno de Cultura. Alicia Morales, miembro de la plataforma, es consciente de la importancia que tuvieron las faeneras en la lucha sindical: “Ellas llegaron a donde llegaron porque no tenían concepto de individualidad”.