Málaga se ha posicionado en los últimos años de forma clara como un potente imán para la llegada de inversiones, empresas y talento procedentes del extranjero, y algunos factores derivados de la pandemia, caso del teletrabajo, parecen incluso haber acelerado esta dinámica. El Colegio de Economistas de Málaga viene recibiendo en los últimos tiempos, a través de sus despachos y profesionales colegiados, entre 60 y 70 peticiones mensuales por parte de empresas foráneas para tramitar el alta de la firma electrónica, un requisito administrativo indispensable antes de poder empezar a operar en España. El Colegio cuenta con una oficina de registro acreditada ante la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre que le autoriza a realizar esta actividad.
El ritmo de peticiones ha aumentado, sobre todo, a partir del pasado verano y refleja, según explicó a este periódico, la gerente de Colegio, Isabel Rodríguez, el creciente interés de estas empresas por contar con una filial en Málaga a través de la constitución de una sociedad mercantil.
El perfil está presidido por los negocios de corte tecnológico y del ámbito inmobiliario y las procedencias principales corresponden a Alemania, Francia, Italia y Dinamarca. Por zonas, en Málaga capital priman las compañías del citado ámbito de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), mientras que en la Costa del Sol, sobre todo en la franja occidental que va de Torremolinos a Estepona, es el segmento relacionado con la promoción inmobiliaria el que tiene más tirón.
«Tenemos colegiados que trabajan en despachos especializados en este tipo de mercados, y que están además incorporando por cuestiones de idiomas a personal extranjero, sobre todo economistas y abogados, para poder canalizar mejor la demanda de estos trámites, que viene aumentando mucho desde el pasado verano», comentó
Las certificaciones digitales son necesarias para que estas empresas foráneas puedan darse de alta en España y realizar trámites fiscales como el alta en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) o la presentación de las declaraciones del IVA. El mes de diciembre fue especialmente intenso en cuando a recepción de peticiones, ya que había muchas firmas interesadas en obtener este trámite antes de las fiestas navideñas para poder empezar a operar ahora en enero.
La gerente del Colegio afirmó que toda esta dinámica refleja, además del atractivo económico de Málaga, las nuevas formas de trabajo que se han establecido a raíz del estallido de la pandemia.
«Todo el concepto de teletrabajo ha permitido comprobar que se pueden hacer, por ejemplo, juntas telemáticas sin ningún problema. Es más, hay casos de firmas donde los socios pueden ser cada uno de un país. Eso de que el mundo es ya un lugar sin fronteras para los negocios es cada vez más una realidad, y en esa dinámica cada vez hay más personas que deciden venir a Málaga para trabajar desde aquí. Todo eso es muy importante, porque si una firma extranjera se viene, al final termina también atrayendo a algunos de sus clientes. Ahora que ha pasado lo peor de la pandemia, es algo que podemos empezar a ver cada con mayor frecuencia, teniendo en cuenta el potencial económico de la zona», dijo.
Mayo empuje económico
Cabe recordar que el Colegio de Economistas de Málaga afirmó el pasado viernes que la economía de la provincia habría cerrado el año 2021 con un crecimiento del 5,4%, lo que supera la media calculada tanto para el conjunto nacional (4,5%) como andaluz (4,8%). Tal y como se esperaba, tanto la crisis de suministros como la sexta ola de la pandemia han ralentizado la marcha de la economía respecto al ritmo que se manejaba hace unos meses (un 6,6% para Málaga y cerca de un 6% para Andalucía y España), aunque el Colegio valora mucho que la actividad en la provincia siga marchando a mayor velocidad, algo que relacionan con la fortaleza del sector turístico e inmobilario malagueño.
«El año 2021 ha sido muy convulso e inestable en muchas de sus variables económicas, pero en Málaga podemos al menos llorar con un ojo, porque los indicadores son mejores en el resto de Andalucía y España. Sectores como el turismo, el inmobiliario o el agropecuario han funcionado razonablemente bien. Además, Málaga es un gran polo de atracción tecnológica», afirmó entonces el decano del Colegio, Juan Carlos Robles.