Medio Ambiente

Seis años aspirando al gran bosque

La plataforma ciudadana Bosque Urbano Málaga cumple seis años con el respaldo de más de 40 colectivos y sigue luchando porque las 17,7 hectáreas de Repsol se destinen a zona verde. No descarta un contencioso para impedir el desarrollo inmobiliario previsto

Miembros de la plataforma ciudadana Bosque Urbano Málaga, hace unos días en los terrenos de Repsol, donde se aprecian los cerca de 200 árboles plantados.

Miembros de la plataforma ciudadana Bosque Urbano Málaga, hace unos días en los terrenos de Repsol, donde se aprecian los cerca de 200 árboles plantados. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Cerca de 17,7 hectáreas de bosque urbano en los antiguos terrenos de Repsol, en dos de los distritos más masificados de Málaga frente al proyecto del equipo de gobierno de un parque de 6,5 hectáreas con parking subterráneo, cuatro rascacielos, 400 VPO y áreas comerciales y de oficinas.

La plataforma ciudadana Bosque Urbano Málaga ha cumplido este enero seis años de su puesta en marcha y hace balance de una reivindicación medioambiental que ha logrado aglutinar a más de 40 colectivos de Málaga.

«Estamos en un momento bastante fuerte, hacemos un balance muy positivo porque hemos conseguido poner encima de la mesa un debate que no existía en Málaga como la falta de zonas verdes y cómo un espacio como este puede contribuir a mejorar la calidad de vida de la gente», explica en el solar de Repsol el portavoz Pedro Francisco Sánchez, que recuerda que a los vecinos «se les prometió que cuando se desmantelaran los bidones de Repsol todo sería un gran parque», como en su día recogió el PGOU del 83.

El proyecto de la plataforma ciudadana.

El proyecto de la plataforma ciudadana. / Bosque Urbano Málaga

A su juicio, «Málaga quiere compararse con otras ciudades en muchos aspectos pero no en el terreno de las zonas verdes: somos una de las ciudades con un ratio de zonas verdes por habitante más bajo».

En una línea parecida, Francisco Javier López no entiende que «un equipo de gobierno que siempre está tratando de situar a Málaga en lo más granado del ámbito cultural y turístico desdeñe esta movilización medioambiental, fruto de la preocupación de la ciudadanía por los grandes espacios y año tras año siga apostando por los rascacielos».

La última jornada de plantaciones se celebró el 16 de enero.

La última jornada de plantaciones se celebró el 16 de enero. / Bosque Urbano Málaga

A mediados de enero, la plataforma celebró una nueva jornada de plantación que, explican, fue un éxito de convocatoria. En la actualidad, detalla Francisco Javier Sarmiento, responsable de plantación y riego de la plataforma, en la parcela de Repsol se han plantado pinos piñoneros, alcornoques, encinas, madroños, lentiscos, álamos, cipreses y acebuches. En total, unos 200 ejemplares.

Sin embargo, las noticias del avance del desarrollo inmobiliario están ahí. «Cada vez que escuchas algo te vienes un poco abajo, pero luego ves que cada vez hay más vecinos y colectivos implicados. Cada vez hay más conocimiento del bosque urbano porque el boca a boca funciona», destaca Ana Ferrer, quien con Francisco Javier López propuso la idea de un gran bosque. 

Contencioso administrativo

Frente a la puesta en marcha del proyecto municipal, Pedro Francisco Sánchez responde: «Vamos a ir a por todas» y comenta que no descarta presentar un contencioso administrativo.

En todo caso, también describe cómo se encuentra la situación: «El proyecto de urbanización está sin aprobar, el proyecto de cómo se van a descontaminar los terrenos también, tampoco está aprobado el estudio de impacto ambiental y en todos estos procesos la plataforma está personada como parte interesada. Queremos ir al fondo del PGOU y revertir las construcciones».

Infografía del proyecto del equipo de gobierno.

Infografía del proyecto del equipo de gobierno. / La Opinión

Sin conexión posible con la Ronda Oeste

Los miembros de la plataforma inciden en el grave problema de tráfico que provocará el proyecto, al que hay que sumar el de las futuras viviendas y oficinas del Camino de San Rafael, dado que lo que daba por hecho el Ayuntamiento, la conexión del bulevar Adolfo Suárez con la Ronda Oeste, no está permitida: «La Dirección General de Carreteras ya ha dicho que no hay espacio físico para hacer la entrada y salida, no cumple la normativa. Los ocupantes de las 5.000 viviendas del entorno, las oficinas y el centro comercial tendrán que entrar y salir por Juan XXIII, la Carretera de Cádiz o la avenida de Europa, que ya están saturadas», lamenta Pedro Francisco Sánchez.

La plataforma también resalta la oposición al centro comercial por parte de la Federación del Comercio de Málaga y por parte del pequeño comercio de la Cruz de Humilladero. Además, también critican que con el emplazamiento del parking subterráneo bajo una parte del parque previsto, «lo que puedes esperar es vegetación de bajo porte que no va a aportar sombra», señala Francisco Javier.

Por otra parte, consideran incomprensible que Málaga abandere la candidatura de una exposición internacional de ciudades sostenibles y al mismo tiempo dé la espalda a un gran bosque urbano. «¿Es sostenible construir rascacielos y prescindir de zonas verdes?, se pregunta Francisco Javier López.

La plataforma ciudadana aprovecha para pedir «una implicación real por parte de los partidos y el Gobierno» para revertir el proyecto municipal. A juicio de Francisco Javier Sarmiento: «Si el alcalde quiere pasar a la posteridad lo único que debe hacer es olvidarse de los rascacielos y apoyar el bosque urbano en Repsol».