El Rectorado de la UMA acoge todos los viernes un 'scape room' para diez personas

La Sala de la Muralla del Rectorado de la Universidad de Málaga (UMA) acoge todos los viernes sesiones gratuitas de 'scape room' para diez personas, juegos para, a través de las diferentes culturas, aprender e indagar en la historia.

Muchas civilizaciones han pasado por Málaga y el mar ha sido testigo clave de ello. El Rectorado de la UMA se asienta actualmente sobre lo que en su día fue la puerta de entrada de fenicios, romanos y árabes. Por eso exhibe unos restos arqueológicos rehabilitados que se reparten entre el vestíbulo del edificio (piletas de garum) y la Sala de la Muralla.

En este enclave, precisamente, es donde se inician las visitas guiadas que el Vicerrectorado de Cultura realiza para acercar la historia de las civilizaciones a malagueños y visitantes. Ahora se da un paso más para aprender jugando. Así, cada viernes a las 20.00 horas, diez personas tienen la oportunidad de hacer un viaje en el tiempo y, mediante pruebas y acertijos, avanzar en la historia.

No hay reserva previa, sino que se sigue el orden de llegada, según explica María Moreno, integrante del Servicio de Cultura que se encarga de las visitas guiadas.

Los participantes comienzan la experiencia en la Sala de la Muralla con una pequeña explicación, tras la que suena una alarma nuclear que les transporta al futuro. Un mismo espacio para distintas líneas temporales, en las que avanzan tras descifrar distintos enigmas y caracterizarse con el atuendo de los habitantes de las distintas civilizaciones.

Túnicas, coronas romanas, teatralizaciones... una visita dinámica en la que el público socializa durante casi una hora gracias a la necesidad de acordar propuestas y soluciones a los enigmas.

'Málaga. Un tiempo, todos los tiempos. Un viajero, todos los viajeros' es el título de la intervención, que, en definitiva, propone una lectura global de Málaga sobre la ubicación del primitivo puerto. Un muelle y muralla portuaria, datada hace 2.700 años, fue el primer y último lugar donde pusieron su pie viajeros y navegantes, antes de entrar o partir de este muelle, en las rutas e intercambios que han forjado la ciudad actual.