Creación

La mujer pintó mucho en las artes y las letras

La escritora malagueña Inmaculada García Haro reivindica siglos de producción artística de la mujer en el libro ‘Heroínas ocultas. Mujeres escritoras y artistas excluidas por la historiografía’ (Jákara editores).

Inmaculada García Haro, con su obra en la librería Áncora.

Inmaculada García Haro, con su obra en la librería Áncora. / Alfonso Vázquez. málaga

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

¿Pintó algo la mujer en la Literatura y en el Arte desde la Prehistoria hasta el arranque del siglo XX? La respuesta es que bastante más de lo que han reflejado muchos manuales y libros de Historia. Para demostrarlo, la licenciada en Filosofía y Letras Inmaculada García Haro (Málaga, 1963) ha publicado el ensayo ‘Heroínas ocultas. Mujeres escritoras y artistas excluidas por la historiografía’ (Jákara Editores).

Pintaron mucho, por eso quien también es vicepresidenta del Grupo de Autoras por la Literatura y las Artes (ALAS) ofrece dos tempranas pinceladas: «Por la falange de los dedos se sabe que las pinturas rupestres fueron hechas en gran parte por mujeres», remarca. Además, menciona el famoso ‘Poema de Gilgamesh’ para recordar que ya no es la primera narración literaria, como se creía, pues la poderosa princesa Enheduanna, hija del rey Sargón de Acadia, escribió una composición religiosa, la ‘Exaltación de Inanna’, muy anterior.

¿Cuándo se volvieron invisibles las mujeres creadoras?, Inmaculada García Haro responde sin dudar que con el mismo nacimiento de la historiografía, en el siglo XIX, «la época más misógina de la Humanidad».

En su opinión, en el siglo de la revolución industrial se fraguó «una moral cristiano burguesa, con un código napoleónico que recoge todos los avances de la Revolución Francesa pero que era excluyente con la mujer».

Tampoco ayudó, recalca, que en plena Ilustración alguien como Rousseau asignara a la mujer el papel de tener hijos y no salir «del núcleo familiar».

El libro está dedicado a la escultora Camille Claudel. | L.O.

El libro está dedicado a la escultora Camille Claudel. / Alfonso Vázquez. málaga

Por el libro desfilan en orden cronológico escritoras, dramaturgas, poetas, místicas, pintoras... y por supuesto, escultoras, pues la autora ha dedicado la obra a una de las más brillantes e injustamente tratadas, a Camille Claudel, así como «a todas las mujeres que han ejercido la actividad literaria y artística en condiciones hostiles», puede leerse en la dedicatoria.

Hay excepciones, resalta, como tres autoras españolas que sí aparecen en el canon literario - Santa Teresa de Jesús, Rosalía de Castro y Emilia Pardo Bazán- pero la gran mayoría de las artistas padeció discriminación, no pudo acceder a cargos académicos o su obra estuvo ausente de los museos. «La mujer no podía participar en la vida pública», recuerda.

Entre las creadoras que aparecen en el libro se encuentra Ende, la primera pintora de España, una iluminadora de manuscritos de finales del siglo X; la novelista del siglo de Oro María de Zayas; la dramaturga malagueña de la Ilustración María Rosa de Gálvez o la poeta e impresora Concha Méndez, casada con Manuel Altolaguirre y que escribía de sus viajes de juventud que «la libertad debía ser mi primera conquista».

Para la autora del libro, aunque los tiempos han cambiado, «estamos en los inicios, seguimos en la prehistoria» y si bien han pasado más de dos siglos de la ‘Vindicación de los derechos de la mujer’ (1792) de Mary Wollstonecraft, «seguimos teniendo todos los obstáculos para nuestro trabajo», aparte de que también hay muchas mujeres que se han adaptado «completamente» a la sociedad patriarcal, argumenta.