Sector financiero

Unicaja Banco firma un convenio con Diputación para instalar cajeros en nueve pequeños municipios de Málaga

El objetivo es reforzar la inclusión financiera de localidades con poca población y sin oferta de oficinas - Tambien se contemplan iniciativas para la regeneración forestal y ambiental de las zonas de Sierra Bermeja

El presidente de Unicaja Banco, Manuel Azuaga, y el presidente de la Diputación, Francisco Salado.

El presidente de Unicaja Banco, Manuel Azuaga, y el presidente de la Diputación, Francisco Salado. / La Opinión

José Vicente Rodríguez

José Vicente Rodríguez

Unicaja Banco y la Diputación de Málaga han firmado este viernes un protocolo general de actuación para el desarrollo de acciones conjuntas con las que contribuir a fomentar la inclusión y la educación financieras en la provincia, que incluye medidas como la instalación de cajeros automáticos en municipios con poca población y con una menor oferta financiera, en beneficio especialmente de aquellos ciudadanos menos familiarizados con las nuevas tecnologías, como son las personas mayores, y de otros colectivos vulnerables. En concreto, está prevista la instalación de nueve cajeros distribuidos, inicialmente, en Algatocín, Júzcar, Benalauría, Jimera de Líbar y Serrato, en la Serranía de Ronda, y Arenas, Canillas de Albaida, Cútar y Macharaviaya, en la Axarquía, municipios que cuentan con una población total de más de 5.000 habitantes.

El protocolo ha sido firmado por el presidente de Unicaja Banco, Manuel Azuaga, y el presidente de la Diputación Provincial de Málaga, Francisco Salado, se enmarca "en la política de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) de la entidad financiera, en el apoyo a las alianzas público-privadas y en la especial atención que presta a la población de más edad, especialmente en las zonas rurales". Según han explicado ambas instituciones, se busca así "mejorar la inclusión financiera de la población, sobre todo de aquellas localidades con menos población y con un menor acceso a servicios bancarios".

Las dos entidades tienen previsto también el desarrollo de iniciativas en materia de educación financiera, llevadas a cabo a través del Proyecto Edufinet, promovido por Unicaja Banco y la Fundación Unicaja. Su desarrollo será tanto presencial como online, en función del público al que se dirija cada actividad concreta, y comprenderá aspectos genéricos y competencias digitales. El objetivo es hacer hincapié en la población rural, las personas de mayor edad y otros colectivos vulnerables.

Por otra parte, también se contemplan iniciativas para la regeneración forestal y ambiental de las zonas de Sierra Bermeja afectadas por el incendio de 2021. El banco apoyará iniciativas de recuperación, en general, y de reforestación, en concreto; realizará acciones de voluntariado, con la participación de personal de la entidad financiera, y ofrecerá una línea de financiación específica, en condiciones preferentes, para los afectados por el incendio.

Con este protocolo de actuación, Unicaja Banco refuerza su tradicional colaboración con la Diputación, donde se incluyen diferentes actividades realizadas de forma conjunta por ambas partes en la provincia y centradas sobre todo en personas dependientes, mayores, jóvenes, mujeres y menores, como grupos prioritarios para alcanzar niveles de bienestar en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030.

El último estudio del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) sobre accesibilidad de la población a las oficinas bancarias, publicado hace unos meses, detallaba que en Málaga, a cierre de 2019, ya había 28 municipios del total de 103 de la provincia que no tenían ninguna sucursal (es decir, un 27,3%). Al tratarse de localidades muy pequeñas de comarcas de interior el porcentaje de población en esta coyuntura es aún bajo. Según el IVIE, son unos 29.300 malagueños los que residen en algunos de estos municipios, lo que representa el 1,8% de la población de la provincia. No obstante, se piensa que el problema, evidentemente, irá a más conforme la banca siga cerrando oficinas, por lo que existe inquietud a nivel social y en las propias instituciones sobre la futura accesibilidad a un servicio financiero presencial.

En el caso de Málaga, y según los últimos datos publicados por el Banco de España (correspondientes a septiembre de 2021), a lo largo de los últimos 13 años se ha echado el cierre a 794 sucursales o, por decirlo de forma más gráfica, al 56% de la red de más de 1.400 oficinas que llegó a haber operativa por aquel entonces.