Historia

La Ermita de los Verdiales enfrenta al dueño del terreno con la Iglesia

Situada en los Montes de Málaga, entre los partidos judiciales de Verdiales y Roalabota, esta popular ermita remonta sus orígenes a los inicios del siglo XVIII. Fue parroquia desde finales del XIX hasta mitad del XX y tiene el cariño de todos los amantes de los Verdiales, ya que alberga a su patrona, la Virgen de los Dolores. Andrés Jesús Palomo es propietario de la finca en la que se ubica la popular edificación y se encargó hace unos años de su reforma pero la Diócesis inmatriculó el edificio a inicios de 2013 con la famosa ley de Aznar

Una imagen de la popular Ermita de los Verdiales.

Una imagen de la popular Ermita de los Verdiales. / A. J. P.

José Vicente Rodríguez

José Vicente Rodríguez

La conocida Ermita de los Verdiales, cuyos orígenes datan de los albores del siglo XVIII, lleva unos años inmersa en una particular controversia que mantiene enfrentado a un ciudadano particular, Andrés Jesús Palomo Carvajal, presidente de la asociación de verdiales «Amigos de la Ermita», con el Obispado de Málaga, ya que ambos se consideran los legítimos propietarios de esta representativa edificación. La polémica surgió a raíz de que la Iglesia solicitara la inmatriculación de esta ermita en diciembre de 2012 y la inscribiera en enero de 2013, en virtud de la famosa reforma de la Ley Hipotecaria del Gobierno de Aznar que estuvo en vigor entre 1998 y 2015 y que permitió a la institución registrar a su nombre decenas de miles de propiedades en España (la mayoría lugares de culto) sin necesidad de documento acreditativo, sino con certificaciones eclesiásticas que apelaban a la tradición de uso religioso.

Según se recoge en el libro «Geografía de la Iglesia de Málaga», obra del sacerdote Rafael Gómez Marín (ya fallecido), la Ermita de los Verdiales fue creada parroquia con el título de Nuestra Señora de los Dolores en 1892 y llegó a contar en aquella época con unos 2.000 feligreses. Tenía un sacerdote residente que se quedaba en una pequeña construcción cercana, conocida como «la casilla del cura». La ermita fue saqueada en los sucesos de 1931 e incendiada y saqueada de nuevo en 1936, quedando prácticamente sólo los muros. En 1950 llegó a recibir una subvención de la junta de reconstrucción de templos, pero en los años siguientes vio extinguida su parroquialidad cuando la zona fue perdiendo su población que, poco a poco, se iba a lugares más cercanos a Málaga.

La imagen original de la Virgen de los Dolores, patrona de los Verdiales, se perdió en los años 30 y no fue hasta 1966 cuando se llevó allí una nueva efigie y el pequeño templo, restaurado con aportaciones privadas, comenzó a ser visitado de nuevo. Antiguamente, la Fiesta de los Verdiales del 28 de diciembre se celebraba allí, pero el evento se trasladó al Puerto de la Torre y el día grande de la ermita pasó a ser el Viernes de Dolores. Luego se movió al Domingo de Ramos por motivos laborales. Los vecinos y devotos acuden ese día a celebrar una misa y procesionar a la Virgen.

Andrés Jesús fundamenta sus derechos en distintos documentos familiares y en el Registro de la Propiedad, donde consta junto a su esposa como propietario de la finca de 18.000 metros cuadrados en la que se sitúa la ermita. Integra dos parcelas de 11.000 y 7.000 metros enclavadas respectivamente, según el plan catastral, en los partidos judiciales de Roalabota y de los Verdiales, separadas por la antigua realenga que iba de Málaga a Casabermeja.

Historia de la propiedad

Todo se remonta, relata el propio Andrés Jesús a este periódico, a la década de los 40. En aquella época eran tierras de siembra y plagadas de almendros, algarrobos e higueras propiedad de un agricultor, Roque Salas Alonso, que comenzó a arrendárselas a su abuelo, Rafael Carvajal Laguna. Salas se fue poco después a vivir a Bilbao y a mitad de los 50 accedió a venderle los terrenos. De todo aquello guarda Andrés Jesús documentos privados manuscritos, con la firma de los intervinientes.

Con el paso de los años, la finca acabó en las manos de Manuela Carvajal, la hija menor de Rafael y tía de Andrés Jesús, que vendió las tierras a su sobrino en 2001, siendo escrituradas en 2003. Desde los años 90 ya figuraban en el catastro con sus correspondientes lindes, su expediente de dominio y su plano topográfico.

Andrés Jesús Palomo, con sus documentos.  | A. J. P.

Andrés Jesús Palomo, con sus documentos. / josé vicente rodríguez. málaga

En cuanto a la ermita y a sus construcciones adyacentes, Andrés Jesús, albañil de vocación aunque trabaje actualmente en el sector del taxi, realizó la correspondiente declaración en 2007.

«Sólo hay dos llaves del inmueble; una la tengo yo, y la otra una familia que se encarga del cuidado de la Virgen. El Obispado nunca ha tenido llaves», afirma Andrés Jesús, a quien apoya el presidente de la Federación Provincial de Pandas de Verdiales, José María Cuenca.

Desde 2002 viene además realizando personalmente reformas junto al grupo de «Amigos de la Ermita» que él mismo preside, y que han mejorado mucho el estado del inmueble. Parte de los materiales para la restauración fueron donados en 2003 por la junta de distrito del Puerto de la Torre.

Conflicto judicial con el Obispado

Para sorpresa de Andrés Jesús, a finales de 2012 la Diócesis de Málaga procedió a la inmatriculación de la ermita en el Registro de la Propiedad, lo que motivó que él pusiera una reclamación en el juzgado 14 de Primera Instancia de Málaga, donde se celebró una vista y se aludió, en 2015, a la «posible existencia» de una «doble inmatriculación» de la ermita, quedando el asunto abierto, a expensas de que los interesados aportaran documentos por si alguno decidía en algún momento ir a juicio. «Yo no llevé el tema más allá, pensando que el Obispado echaría marcha atrás», comenta.

El interior de la ermita, con la Virgen de los Dolores. |  L. O.

El interior de la ermita, con la Virgen de los Dolores. | L. O. / josé vicente rodríguez. málaga

Sin embargo, las inmatriculaciones han vuelto a la actualidad tras el informe publicado hace unas semanas por la Conferencia Episcopal Española (CEE). La Diócesis de Málaga afirmó entonces que no había recibido «una sola reclamación por parte de terceros por los bienes inmatriculados desde que se inició el procedimiento de inscripción por certificación en 1998». Y aunque la Iglesia malagueña ha señalado que 30 de los 264 bienes inmatriculados que aparecen en el listado del Gobierno no son suyos (19 serían de terceros y en 11 no hay datos suficientes para su identificación), la Ermita de los Verdiales no figura entre ellos. Es decir, que la Diócesis lo da como correctamente inmatriculado.

Andrés Jesús afirma que las palabras de la Diócesis le han dolido especialmente y añade que no descarta retomar en un futuro la vía judicial para que el caso se aclare definitivamente.

Respuesta del Obispado

Por su parte, el Obispado, consultado por este periódico, recuerda que el edificio principal de la Ermita de los Verdiales, con su característico tejado a dos aguas, se construyó en los inicios del siglo XVIII al pie del antiguo camino de herradura que llevaba de Málaga a Antequera antes de que se crearan los Caminos Reales.

«Se encuentra dado de alta en el Catastro a nombre del Obispado de Málaga desde el año 1900, con la consideración de edificio de uso religioso. Y se encuentra inscrito en el Registro de la Propiedad en virtud de certificación de dominio de 2012, fundamentada en que se trata de un inmueble con destino y uso religioso desde su construcción en el siglo XVIII», afirma.