Infraestucturas

La importancia del léxico para el futuro del Guadalmedina: restaurar, que no renaturalizar

Una extensa moción de Unidas Podemos ha conseguido el apoyo de todos los grupos en tres puntos relacionados con el mantenimiento del cauce del río pero no consigue disuadir al PP del proyecto de parque fluvial con puentes plaza que defiende De la Torre

Representantes de Ecologistas en Acción, en el salón de Plenos.

Representantes de Ecologistas en Acción, en el salón de Plenos. / L. O.

Ana I. Montañez

Ana I. Montañez

Ocurrió el mes pasado y ha vuelto a repetirse. La Comisión de Medio Ambiente ha vuelto a debatir una moción sobre el futuro del río Guadalmedina, que tras más de 20 años de anuncios pero pocos resultados, ha saltado de nuevo al foco en año preelectoral y con las andaluzas a la vuelta de la esquina.

Una extensa moción de Unidas Podemos, con el apoyo de Ecologistas en Acción, ha vuelto a pedir que se abandone el proyecto de parque fluvial con puentes plaza que el Partido Popular -especialmente el alcalde- lleva defendiendo desde hace años para el Guadalmedina, con un presupuesto de 200 millones de euros, y que, por el contrario, se apueste por un plan de renaturalización del río para el que se ha instado al equipo de Gobierno a acogerse a una subvención convocada por el Ministerio de Transición Ecológica, una propuesta que también ha defendido con anterioridad el grupo municipal de Ciudadanos.

Por unanimidad, han salido adelante tres de los seis puntos recogidos en la moción al aceptar la portavoz adjunta de Unidas Podemos, Remedios Ramos, las enmiendas planteadas por la concejala del Área de Sostenibilidad Medioambiental, Gemma del Corral.

Así se ha aprobado la realización de un estudio-proyecto cuando existan recursos presupuestarios para la “restauración” que no “renaturalización” del cauce medio y bajo el río Guadalmedina hasta su desembocadura, una modificación léxica que deshecha, una vez más, la posibilidad de crear un corredor verde natural, como defienden desde Ecologistas en Acción, que han presentado un proyecto por valor de 4,5 millones de euros que se sufragaría al 95% con los fondos de Transición Ecológica.

Gemma del Corral ha reiterado la imposibilidad de desarrollar ese proyecto por motivos técnicos, así como su incompatibilidad con las bases de esa convocatoria de ayudas ya que exige que el proyecto presentado “tiene que formar parte de un plan especial superior que garantice que la competencia no siendo municipal sino hidráulica garantice la ejecución del proyecto”.

“Además, desde el Área General de Coordinación de Infraestructuras se revisó el proyecto de renaturalización propuesto por Ecologistas en Acción y se determinó que recoge actuaciones incompatibles con la actual ley vigente de aguas, habría que modificar la ley de aguas para que encajara el proyecto, ya que van encaminados a aumentar la vulnerabilidad frente al riesgo de inundación en algunos tramos del cauce”, ha afirmado Del Corral.

En estos términos se ha acordado estudiar una estrategia de mantenimiento del río “teniendo en cuenta las características morfológicas e hidrológicas del río, su escaso caudal ecológico y su realidad como cauce susceptible de avenidas explosivas”, donde se incluyen actuaciones como la limpieza de basuras del cauce y alrededores, eliminar las especies vegetales invasoras o hacer un desbroce selectivo de la cubierta vegetal, con el compromiso de que esas intervenciones sean “lo más cuidadosas posibles”.

“Se está eliminando la posibilidad de renaturalizar nuestro río, un río que había comenzado a renaturalizarse de forma espontánea. Lo que necesita nuestro río es un desbroce selectivo que elimine la flora invasiva pero que deje la flora de ribera”

“Se está eliminando la posibilidad de renaturalizar nuestro río, un río que había comenzado a renaturalizarse de forma espontánea. Lo que necesita nuestro río es un desbroce selectivo que elimine la flora invasiva pero que deje la flora de ribera. No hay un proyecto para nuestro Guadalmedina”, ha reafirmado Remedios Ramos, que ha defendido que una cubierta vegetal permite retener el agua en situación de avenidas de aguas. “Nuestro río no es una cicatriz, no nos molesta y hay que renaturalizarlo como dice Ecologistas en Acción”.