Repunte

El amor no se anula, se aplaza

El número de enlaces para este año se dispara y se esperan cifras récord con un aumento del 20% respecto a 2019, ejercicio previo al coronavirus, lo que está provocando la saturación del sector nupcial

Ana y Daniel en su boda organizada por Ceci Correnggia. | SAUDADE

Ana y Daniel en su boda organizada por Ceci Correnggia. | SAUDADE / PAULA TAMAYO GARCÍA. MÁLAGA

Paula Tamayo García

Desde marzo de 2020 la ciudadanía ha tenido que adaptarse a la nueva situación provocada por la pandemia lo que ha trastocado muchos planes. Hubo quien tenía previsto darse el ‘sí quiero’ y no pudo hacerlo por todas las restricciones y el miedo al contagio. La ilusión por casarse sigue intacta pese a la Covid-19. Y es que son muchas las parejas que esperan con ganas la llegada de su fecha prevista para pasar por el altar, aunque ello suponga adaptarse a las medidas de higiene y seguridad establecidas por el Gobierno.

A las bodas habituales de cada año se unirán las bodas aplazadas y las dobles celebraciones de las bodas que se formalizaron en 2020 lo que hará previsiblemente del 2022 un año de récords.

El sector nupcial, en peligro

En 2019, se celebraron en la provincia de Málaga un total de 5.774 matrimonios. Sin embargo, en 2020, año de la pandemia, esa cifra se redujo hasta los 3.250, según datos del Instituto Nacional de Estadística. La tasa bruta de nupcialidad disminuyó 1,55 puntos, hasta los 1,91 matrimonios por cada 1.000 habitantes en 2020 frente a los 3,46 matrimonios por cada 1.000 habitantes en 2019.

En el año 2020 se llevaron a cabo menos del 20% de las celebraciones previstas lo que supuso pérdidas inasumibles para muchas empresas que se vieron abocadas al cierre.

En 2021 ya se empezó a revertir la tendencia, pero, aún con el temor a los rebrotes del coronavirus, las bodas de los dos últimos años se han concentrado en 2022. «En 2020 no hemos organizado ninguna boda. El año 2021 fue un pequeño paso de confianza y pudimos organizar algo pero no se parece nada a las perspectivas que tenemos para 2022 y 2023», afirma Ceci Correnggia, wedding planner de Ceci Bodas Correnggia.

Los novios en la celebración de su boda. | SAUDADE

Los novios en la celebración de su boda. | SAUDADE / PAULA TAMAYO GARCÍA. MÁLAGA

Vuelta a datos prepandémicos

Se estima que habrá un gran incremento de bodas para esta primavera y verano, en concreto, se espera un aumento del 20% respecto al 2019. «Esperamos que este año sea incluso mucho mejor que antes de los tiempos de pandemia. Tenemos un grado de ocupación muy alto y muchas peticiones, ahora mismo tenemos la agenda casi al 80%. Casi podemos decir que estamos volviendo a los datos de 2018 y 2019», asegura Correnggia.

Las citas y ventas de vestidos de novias también aumentan considerablemente. «Las citas y las ventas se mantienen a un nivel muy parecido a 2019 lo que es bastante positivo. Poco a poco pero nos estamos acercando a niveles prepandemia», concreta la directora de la tienda Pronovias Málaga. Sin embargo, la responsable del establecimiento apunta que, a pesar de la creciente demanda, todavía no ha sido necesario ampliar la plantilla. «El número de personas en plantilla es la misma pero es buena señal que hayamos contratado a personal nuevo para reemplazar a personas que se fueron de la empresa a otra compañía», afirma.

En las iglesias y parroquias de la provincia de Málaga también se percibe este auge de la demanda. En los últimos cinco años la media de bodas que se han celebrado por la iglesia en Málaga eran de unos 1.500 enlaces, pero a raíz de la pandemia ese número se redujo hasta las 1.000 bodas, asegura Rafael Carmona, diácono permanente de las parroquias San Juan y Los Mártires. «Muchas de las bodas que se van a celebrar en 2022 son bodas que se habían anulado en 2021. En las parroquias de San Juan y Los Mártires tengo unas 90 bodas concertadas para 2022. Para 2023, ya hay también unas 40 bodas», afirma Carmona.

De igual modo, en la Iglesia de la Victoria la media de bodas que se celebran es de unas 60 al año. En 2020 se celebraron tan solo 12 enlaces y en 2021, 38 bodas. Este 2022 hay una previsión de unas 60 bodas anotadas, explica el párroco de la iglesia, Alejandro Escobar. «Van creciendo el número de bodas tras la pandemia. Junio, julio, agosto y septiembre ya está todo ocupado», detalla.

Ana, la novia, de camino a la iglesia. | SAUDADE

Ana, la novia, de camino a la iglesia. | SAUDADE / PAULA TAMAYO GARCÍA. MÁLAGA

Saturación y bodas diferentes

Ante tal demanda para 2022, cientos de parejas se están encontrando con los mismos problemas y se están viendo obligadas a posponer la fecha de boda hasta 2023. «A día de hoy lo que ha sucedido es que las bodas que no encuentran disponibilidad para 2022 se están pasando para 2023 por lo que tenemos también bastante iniciada la agenda de 2023. En estas fechas no teníamos el porcentaje de bodas que tenemos concertadas ya para 2023. Tenemos muy buenas perspectivas también de 2023», asegura Correnggia.

Antes, todas las parejas se querían casar los sábados. Ahora, hay muchos novios que están reservando fecha para casarse un viernes e, incluso, un jueves, algo poco habitual en años anteriores pero que se está extendiendo debido a la saturación. «Como la demanda ha crecido mucho ya hay bodas que se están celebrando los jueves y viernes. Muchas parejas se encuentran con que los sábados y los domingos ya no hay disponibilidad», detalla la wedding planner.

¿Cuánto cuesta una boda?

El precio de una boda varía notablemente en función del número de invitados y de la comunidad autónoma donde se celebre. Según un estudio realizado por Bodas.net, Andalucía es la comunidad que tiene el precio más moderado en cuanto a coste medio por invitado se refiere, alcanzando los 108,10 euros. Correnggia asegura que las parejas se están gastando más dinero en partidas en las que antes no incidían tanto. «Ahora los novios tienen muchas ganas de fiesta, de pasárselo bien y, por ejemplo, contratan más tiempo de barra libre; buscan lugares donde puedan pasar más tiempo y, donde no haya problemas para hacer puestas en escenas más grandes y eso implica ampliar e invertir más presupuesto», afirma.

El tipo de boda que se celebra y la organización también han cambiado. Ahora todo debe adaptarse a las normas sanitarias y de seguridad necesarias por la pandemia de la Covid-19. La organización de los enlaces se está haciendo, en muchos casos, en periodos de tiempo muy cortos. «A la gente le da miedo hacer proyectos a muy largo plazo y estamos teniendo muchas novias que se casan con muy poca antelación y que lo organizan todo muy rápido. Esto sí que ha cambiado con respecto a 2019 en la dinámica de clientes», incide la directora de la tienda Pronovias Málaga.

De momento, el futuro del mundo nupcial se presenta prometedor y, este año, se espera un estribillo recurrente: ‘sí, quiero’.

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