Economía

La reforma laboral dobla en Málaga la firma de contratos fijos con los servicios a la cabeza

Enero y febrero dejan más de 17.600 altas de este tipo en Málaga y su peso en la contratación sube del 8% al 16% - El Colegio de Graduados está recibiendo muchas consultas de empresas y pide un «cambio de mentalidad» para estabilizar empleos

Un trabajador de hostelería en Málaga.

Un trabajador de hostelería en Málaga. / Álex Zea

José Vicente Rodríguez

José Vicente Rodríguez

La aprobación de la nueva reforma laboral pactada por el Gobierno, los sindicatos y los empresarios, y que fue posteriormente convalidada en el Parlamento en una votación agónica, se está dejando ya notar en el mercado laboral de Málaga con un significativo aumento de la contratación indefinida. En los dos primeros meses de 2022 se han firmado 17.644 altas de este tipo, más del doble que en el mismo periodo del pasado año, lo que ha permitido duplicar también su peso en la contratación. Si hasta ahora los contratos indefinidos sólo representaban un 8% del total de altas que se realizaban mes a mes en la provincia, el arranque del ejercicio los sitúa de momento en el 16% (en Málaga se firmaron entre enero y febrero más de 110.000 altas, 93.000 de ellas temporales).

Las perspectivas de los próximos meses son que la tasa de contratación fija pueda aumentar aún más dado que los efectos de la reforma se dejarán sentir de forma plena a partir de abril (hasta el 31 de marzo se ha establecido un periodo transitorio de adaptación).

El sector servicios, que es el que tiene más peso en Málaga al concentrar segmentos tan potentes como hostelería, comercio y turismo, reunió casi 14.600 contrataciones fijas en estos dos primeros meses (el 82% del total). Su subida interanual alcanza el 146%. La construcción registró otras 1.842, el triple que el año anterior, mientras que el resto de segmentos tiene cifras más reducidas: en la industria hubo 816 y en agricultura y pesca 404.

La secretaria general de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), Natalia Sánchez, afirma que las empresas ya se están adaptando al nuevo marco legal en este periodo transitorio (vacatio legis) aunque cree que habrá que esperar unos meses para ver el peso que la contratación fija alcanza en el mercado. La patronal, en todo caso, da por hecho que las altas indefinidas elevarán su representatividad a entornos de entre el 10% y el 20%.

«El punto exacto no lo sabemos. Con la reforma se ha hecho una apuesta para tratar de reducir esa dualidad que se da en el mercado de trabajo entre fijos y temporales, y de lo que se trata ahora es de esperar para ver los resultados», comenta.

La CEM recuerda, no obstante, que la actividad económica, que empezaba a recuperarse tras la pandemia, vive una coyuntura delicadísima tras la invasión rusa de Ucrania, un conflicto que seguirá alimentado la espiral inflacionista, con subidas en las materias primas y los combustibles. Con este escenario, y estando pendientes de renovación varios convenios colectivos en los que habrá que negociar incrementos salariales, Sánchez emplaza a la «responsabilidad» de todos para no truncar el ritmo de recuperación económica iniciado en 2021.

Con la nueva reforma laboral, el Gobierno ha modificado el artículo 15 del Estatuto de los Trabajadores, que hasta ahora hablaba de contratos fijos y temporales, para indicar expresamente que los contratos deben ser indefinidos y que sólo por una causa debidamente justificada pueden ser temporales. Este cambio de paradigma, que busca reforzar la estabilidad laboral, se concreta con la supresión de los conocidos como contratos temporales de obra y servicio (muy usados hasta ahora, por ejemplo, en la construcción) y con la redefinición de las modalidades temporales.

El presidente del Colegio de Graduados Sociales de Málaga, Juan Fernández, afirma que los despachos llevan semanas recibiendo muchas consultas de empresas preguntando por la modalidad de contrato que deben de adoptar para sus trabajadores.

«Algunos siguen con la mentalidad de la temporalidad, y eso es algo que deben cambiar. Estamos recomendando que hagan contratos indefinidos y, para atender picos de actividad como la campaña de rebajas o épocas turísticas, que se acuda al fijo discontinuo, ya muy usado en los hoteles, y que puede extenderse a toda la hostelería y al comercio», apunta.

Fernández recuerda además que las sanciones se han endurecido para el fraude de ley con los contratos temporales, ya que hasta ahora se imponía a la empresa infractora una multa colectiva con independencia del número de empleados afectados, mientras que ahora habrá una sanción por empleado (y van desde los 1.000 euros de la sanción leve a los 10.000 de la más grave).

«Esta reforma introduce aspectos positivos de lucha contra la temporalidad. Hay que apostar por los indefinidos, porque antes el 90% de los contratos temporales, en realidad, estaban en fraude de ley. Se usaban para cubrir empleos que eran actividad fija de la empresa», señala.

Visión por sectores

Fuentes de la Asociación de Hosteleros de Málaga (Mahos) confirman que hay muchas consultas de los negocios para adaptar los contratos. «Cada empresa es un mundo, las hay grandes y pequeñas, y por estamos tratando de ofrecer toda la información posible», señala. Mahos reconoce que hay reservas sobre ciertos aspectos. Por ejemplo, sobre el hecho de que los contratos temporales inferiores a 30 días tengan una cotización a la Seguridad Social adicional de 26 euros cuando se den de baja, algo que penaliza a segmentos que trabajan más con incorporaciones cortas. «La temporalidad en la hostelería no es precariedad, sino algo consustancial al turismo», afirman en Mahos.

Otro sector que se enfrenta a cambios es la construcción, que ve desaparecer el contrato temporal por obra y servicio, que era el más usado por este gremio. La secretaria general de la Asociación de Constructores y Promotores de Málaga (ACP), Violeta Aragón, afirma que la alternativa es un contrato indefinido especial (denominado «adscrito a obra») con condiciones particulares.

«No queda otro remedio que adaptarse, aunque pensamos que el de obra y servicio ya se ajustaba muy bien a nuestra actividad. Ya estamos viendo conversiones a este nueva modalidad de indefinido», comenta.

La diferencia es que ahora la empresa deberá recolocar en otra actividad u obra que tenga en marcha al empleado cuando haya finalizado la obra para la que estaba destinado. Y si no hubiera en marcha ninguna, tendrá que hacerse cargo de su cualificación y formación. Además, si no existiera ningún puesto adecuado para recolocar al trabajador o si éste rechazara la oferta, el contrato podrá extinguirse, con una indemnización del 7%.

A quien no le gusta nada la reforma es a los empresarios del campo. La patronal Asaja Málaga, presidida por Baldomero Bellido, ya dijo en su día que «atenta directamente contra el sector agrario y supone un gran agravio que llega a ponerlo en jaque».

«Una vez más, se han ignorado las peticiones del campo y no se han tenido en cuenta sus peculiaridades. Esta reforma no contempla la realidad de las campañas agrarias, marcadas por una temporalidad condicionada por diferentes factores, algunos de ellos tan imprevisibles como es el climático. A su juicio, la única alternativa que deja la reforma laboral a las necesidades de tipo estacional pasa por convertir a los eventuales en fijos discontinuos, «siendo esta una figura que no se adapta a la realidad y temporalidad del campo y que traerá consigo la pérdida de empleo».

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