Las mujeres malagueñas cobran al año 5.295 euros menos que los hombres

La brecha salarial, la diferencia entre los sueldos medios que perciben los hombres y las mujeres, sigue siendo una de las mayores asignaturas pendientes en materia de igualdad. En Andalucía, esta disparidad se sitúa por encima de la media nacional, siendo Málaga una de las cuatro provincias que mayor porcentaje de desigualdad presenta.

El pasado mes de febrero, la bajada de la brecha salarial andaluza, y malagueña arrojó algo de luz sobre esta situación. No obstante, las cifras de la desemejanza en los sueldos de las mujeres continúan siendo alarmantes. En Andalucía, la diferencia entre la retribución económica que reciben los hombres respecto a las mujeres asciende a un 20,9%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). El dato andaluz no consigue aún equiparse a la media nacional (19,5%), lo que mantiene a Andalucía como la sexta comunidad autónoma con mayor brecha.

Málaga, por su parte, es la quinta a nivel andaluz con mayor tasa de desigualdad salarial. Por detrás de Huelva, con un 31%; Cádiz, con un 28,41%; Sevilla, con un 24,93% y Córdoba, con un 21,69%. En la provincia, las mujeres cobran al año 5.295 euros menos que los hombres, un 21,55%.

Todo ello está motivado por la situación laboral de la mujer malagueña. Los sindicatos denuncian que el empleo de las mujeres en la provincia se caracteriza por la temporalidad, la parcialidad y los escasos salarios. «La brecha salarial se suma a la desigualdad en el empleo, donde encabezamos los porcentajes de temporalidad y parcialidad en la contratación», alerta Saray Pineda, secretaria de Mujeres e Igualdad de CCOO en Málaga.

En esta misma línea, Pineda señala que las malagueñas continúan ocupando las franjas salariales más bajas: «A pesar de que las mujeres suponemos solo un 46,6% de las personas asalariadas en la provincia de Málaga, somos el 53,33% de las personas asalariadas que no alcanza el salario mínimo interprofesional».

Por edades, la brecha comienza a acrecentarse a partir de los 35 años. Así, la franja de los 36 a los 45 años es la que mayor porcentaje arroja, con más de un 30%. La secretaria de Mujeres e Igualdad de CCOO informa de que estos niveles se siguen sucediendo hasta los 65 años. A partir de esta edad, la brecha salarial escala a más del 60%.

Los sindicatos confían en que la reciente modificación de la reforma laboral contribuya a reducir la endémica desigualdad laboral entre hombres y mujeres. «Al igual que la subida del salario mínimo interprofesional, estas son medidas que nos afectan directamente a nosotras, ya que en su mayoría somos las que padecemos un salario más bajo», explica Saray Pineda. En esta misma línea, la secretaria de la Mujer de CCOO de Andalucía, Patricia Laguna, sostiene que los planes de igualdad y negociación colectiva son las armas principales para acabar con esta brecha de género: «La nueva reforma laboral mejorará la estabilidad del empleo femenino, restringirá el encadenamiento de contratos temporales y aumentará el salario de las mujeres en las subcontratas».

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Conciliación

Entre las muchas dificultades que encuentra la mujer para progresar en su carrera profesional, destacan la conciliación y la falta de corresponsabilidad. «Sobre nosotras siguen recayendo todas las medidas dirigidas a la conciliación y el cuidado, lo que conlleva una pérdida retributiva, como pueden ser las dadas por la reducción de cuidado o las excedencias», indica Saray Pineda.

Según la asociación Yo No Renuncio, presidida por la malagueña Laura Baena, 3 de cada 4 mujeres ha visto afectada su trayectoria profesional al ser madre. Y es que el 45% de las mujeres, independientemente de quién aporte más ingresos, son las responsables de las tareas domésticas y familiares.

Todo ello se ha visto incrementado durante el último año. Del 22% de las mujeres que han tenido que renunciar a todo o parte de su trabajo para cuidar a sus hijos en las cuarentenas preventivas, un 21% ha cogido excedencias; un 11% ha solicitado la reducción de jornada al 100% y un 74% ha tirado de sus días de vacaciones. Esta realidad constata la denuncia de las organizaciones sindicales, que sostienen que la conciliación deriva en una disminución del salario de las mujeres.

«Aún queda mucho trabajo por delante, desde la sociedad y desde las administraciones», defienden los sindicatos.

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