Pesca

La flota pesquera prevé detener su actividad al subir el precio del gasoil

La factura del combustible se ha incrementado un 30% en apenas tres días, de forma que los armadores trabajan esta semana a pérdidas

La flota pesquera de la Costa del Sol baraja detener su actividad a raíz del extraordinario precio que ha alcanzado el gasoil. | L. O.

La flota pesquera de la Costa del Sol baraja detener su actividad a raíz del extraordinario precio que ha alcanzado el gasoil. | L. O. / FRAN EXTREMERA. MÁLAGA

Fran Extremera

Fran Extremera

La flota pesquera malagueña y del resto del Mediterráneo andaluz, donde el puerto de Caleta de Vélez es el más productivo, tiene previsto detener su actividad en los próximos días si la escalada en el precio del combustible no se detiene en las próximas 48 horas. La medida fue ayer analizada de manera telemática por los principales portavoces de los propios armadores.

El sector de la pesca ha visto incrementarse un 30% el precio que paga por el gasoil en puerto, de cerca de 80 céntimos a más de un euro. Aseguran los marisqueros o armadores de barcos de arrastre consultados por este periódico que no pueden seguir a pérdidas muchos más días. «Entre los días que no podemos faenar por la nueva normativa comunitaria y esta situación derivada de los precios, por la invasión en Ucrania, no nos va a quedar más remedio que mandar al desempleo a todos nuestros trabajadores», relatan.

La provincia mantiene activas algo más de 200 embarcaciones dedicadas a la pesca. Al marisqueo aún se mantienen más de un centenar, otro medio centenar son barcos de artes menores y el resto, la menor cuantía con unas tres decenas, son embarcaciones de cerco. El colectivo mostró su malestar por la falta de acciones que puedan proteger a un sector primario que ha ido a la huelga hace unos días, con la tractorada de los agricultores en Antequera, y que también tiene previstas movilizaciones por parte de la flota pesquera.

Uno de los veteranos pescadores dedicados al arrastre en Caleta de Vélez, David Pendón, reconocía la dificultad que entraña trabajar a pérdidas con los precios del gasoil disparados: «No podemos mantener la actividad, porque venimos de varias temporadas con muchas dificultades derivadas del nuevo marco comunitario». Para otros compañeros, «la pesca tiene sus días contados. Y esto que está ocurriendo puede agilizar el desmantelamiento de un sector cada vez más precario».

Ni siquiera en Galicia se puede mantener a flote el sector. Así se hacía ayer un llamamiento desde el puerto de Celeiro, donde ha comenzado el «amarre parcial de la flota, debido a que el crudo ha alcanzado uno de los costes más importantes de la actividad pesquera». Los incrementos diarios de entre un 5% y un 7% han terminado por resultar «inasumibles para el sector».

La Confederación Española de Pesca y la Federación Nacional de Cofradías, donde tienen voz y voto las propias cofradías malagueñas, han puesto en marcha una mesa de diálogo con el Gobierno central que pueda permitir «un problema que afecta de manera crítica a un sector que aún da empleo y riqueza a miles de familias en España».

Al respecto, cabe recordar que el pasado año se cerró con una facturación en la provincia de más de 20 millones de euros, frente a los casi 23 del ejercicio anterior. Este descenso no tuvo su reflejo en las toneladas, puesto que hubo más capturas, unas 8.200 toneladas pesadas en lonja, que en 2020. Y es que el precio medio por kilogramo bajó de casi 3 euros a apenas 2,5, en base a los datos facilitados ayer por las cofradías de pescadores malagueñas.

De media, cada barco con punto de atraque en la Costa del Sol logró acumular capturas por un peso total de 32 toneladas, mientras que la facturación media fue de unos 80.000 euros anuales.

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