Investigación

La UMA patenta una red de desaladoras low cost contra la sequía

Investigadores del Instituto de Domótica y Eficiencia Energética con cerca de una década de trayectoria en el desarrollo de nuevos sistemas inteligentes abanderan la lucha ante la importante falta de recursos hídricos en el campo malagueño

Un grupo de integrantes del Instituto de Domótica y Eficiencia Energética (IDEE) posan en las instalaciones del campus universitario de Teatinos.

Un grupo de integrantes del Instituto de Domótica y Eficiencia Energética (IDEE) posan en las instalaciones del campus universitario de Teatinos. / FRAN EXTREMERA. MÁLAGAf. e. FRAN EXTREMERA. MÁLAGA

Fran Extremera

Fran Extremera

El Instituto Andaluz de Domótica y Eficiencia Energética abandera la lucha a medio y largo plazo contra la sequía en la provincia de Málaga. Con sede en el extremo más occidental del campus de Teatinos, el equipo multidisciplinar de investigadores vinculado al mismo, y que atesora casi una década de trayectoria (lo que acumula el máster en Domótica de la UMA), trabaja actualmente en patentar una red de desaladoras low cost para solucionar el suministro hídrico en el campo malagueño.

Los máximos responsables de un instituto que es único en España por sus características, el director, Francisco Guzmán, y el subdirector, Salvador Merino, nos reciben junto a otros integrantes de este organismo en la tercera planta del edificio Ada Byron. Hace unos días presentaban su proyecto en el Senado, como ya informó este periódico, y antes también lo acogió «con muy buenos ojos» la Junta de Andalucía.

Pero la labor de esta entidad creada bajo el modelo americano de financiación público-privada no se ciñe a monitorizar el posible estrés hídrico de aguacates o mangos, puesto que ya cooperan con auténticos gigantes del subtropical, como Trops, o a evitar el robo de pinsapos recién repoblados en el Parque Nacional Sierra de las Nieves. También diseñan sillas de ruedas para usuarios que sólo puedan hacer uso de su cerebro para moverlas. Y son capaces de patentar hasta enchufes inteligentes low cost que nos proporcionen un ahorro del 30% en el recibo eléctrico.

Sus avances son reconocidos no sólo en suelo europeo. Numerosos países sudamericanos han puesto sus ojos en este instituto y cada curso son cientos los expertos que se desplazan hasta el extremo más occidental de la ampliación del campus malagueño. «El alumnado del máster tiene garantizado el trabajo nada más terminarlo. Y se han formado con nosotros los directivos que están al frente de los principales edificios públicos de la Costa del Sol», manifiesta Guzmán.

El embalse de La Viñuela será el principal beneficiario de la futura red de desaladoras. | ÁLEX ZEA

El embalse de La Viñuela será el principal beneficiario de la futura red de desaladoras. | ÁLEX ZEA / FRAN EXTREMERA. MÁLAGAf. e. FRAN EXTREMERA. MÁLAGA

Un problema energético

Merino apunta que resolver los problemas de abastecimiento de agua que genera el actual periodo de sequía «está al alcance» de los nuevos dispositivos replicables que en unos días serán presentados de manera oficial. Son como ya adelantaron varios senadores malagueños «unas desaladoras sostenibles, provistas de paneles solares flotantes». No hay más secreto.

La dificultad que arrojan todas las desaladoras tradicionales, por ejemplo la existente en Marbella, parte de un coste energético casi inasumible. El salto radical de la nueva patente impulsada desde el seno de la propia UMA lo representa la posibilidad de desalar agua sin apenas gasto de electricidad. La solución añadida para una desaladora low cost es la posibilidad de replicarla fácilmente: «El objetivo es el de poder instalar una en cada embalse». Y adiós al miedo a los periodos de sequía.

«Tenemos bastante agua, muchísima agua, todo el Mediterráneo. El problema no es de agua. Es energético. Una desaladora tradicional requiere de poder impulsar el agua con tal fuerza que, si pusiésemos una manguera apuntando hacia arriba, con la presión, el agua superaría al Monte San Antón», inciden. Y este cerro hay que recordar que casi tiene 500 metros de altitud.

Para comprender el alcance de este instituto, que tomó el relevo al máster en Domótica fundado hace casi una década, cabe destacar que implica a más de una treintena de profesores de hasta seis especialidades distintas. Además de distintas ingenerías, Derecho, Ciencias de la Salud o Filosofía también participan de su desarrollo.

Son importantes los apoyos públicos, procedentes de entidades como la Agencia Andaluza de la Energía, pero sin lugar a dudas su principal pilar son las grandes multinacionales tecnológicas que se encargan de financiar el laboratorio de Domótica de la UMA, líder europeo por número de patentes y creciente prestigio.

Entrar en este laboratorio nos permite viajar en el tiempo hacia un futuro que entre sus cuatro paredes ya es realidad. Llama la atención, entre tanta patente que Europa vigila y mima con esmero, que estos investigadores centren muchos de sus esfuerzos en construir equipos de bajo coste, al alcance de cualquier bolsillo. ¿Acaso no estamos en tiempos de llevar la tecnología al barrio más humilde del globo?

No obstante, hay una pregunta con una respuesta no tan sencilla. «¿Tenéis el reconocimiento público que se espera de un instituto a la vanguardia europea y mundial?», subrayó. Unos segundos de silencio y reanudamos la charla. Los investigadores en España siempre luchan contra el mismo problema: «Faltan recursos. Pero nosotros desde un principio logramos convencer a las grandes empresas para que costearan este laboratorio», replican. Así ahorraron a las arcas públicas, de entrada, más de 750.000 euros.

Monitorizan el crecimiento de los nuevos pinsapos del Parque Nacional

El Instituto de Domótica y Eficiencia Energética no sólo desarrolla nuevas tecnologías que fomentan el ahorro hídrico en fincas de subtropicales, hortalizas u otros árboles productivos. También dirige sus esfuerzos a monitorizar el crecimiento de los pinsapos y otras especies en peligro que constituyen uno de los principales avales del nuevo Parque Nacional Sierra de las Nieves.

En cualquier terminal con acceso a internet, cualquiera puede verificar para las plantas el grado de humedad de sus raíces, que automáticamente contribuye a reajustar la cantidad de agua que se le suministra en el regadío, pero igualmente se detecta en tiempo real si ha habido un robo. Muchos de los árboles que se siembran tienen un significativo coste económico, ya no sólo en el caso del pinsapo.

«Trabajamos con la asociación de pinsapos, que va instalando un dispositivo al realizar las poblaciones y sabemos en todo momento si ha podido haber un robo», especifica el subdirector del instituto, Salvador Merino. «Una de las patentes que tenemos es una siembra selectiva por ametrallamiento desde helicóptero, ya evolucionado y ahora desde un dron», agrega el director del organismo, Francisco Guzmán.

Todo un avance que irrumpe apenas meses después de que el Gobierno central diese luz verde a esa protección máxima para la Sierra de las Nieves.

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Los responsables del Instituto Andaluz de Domótica y Eficiencia Energética cifran en cientos de miles de euros los aportados por la empresa privada para hacer posible que Málaga pueda presumir fuera de Europa de uno de los centros de conocimiento más importantes dentro del ámbito universitario. El laboratorio malagueño de Domótica representa una grata excepción en un mar de entidades educativas alejadas en muchos casos de la demanda de los mercados. Así se sienten muy identificados cuando les preguntamos si son «el modelo norteamericano» aplicado con eficacia en la UMA.

Sin embargo, después de haber detenido la grabación durante la entrevista, al objeto de arañar algún titular ciertamente incómodo, al reactivar la «cinta magnética» proporcionan a micrófono abierto unas declaraciones no menos jugosas. Bastó con preguntarles si se consideran «bichos raros» dependiendo más de la inversión privada que de la pública en un país como el nuestro: «En la universidad, tal y como está diseñada, interesa la mediocridad y depender de las subvenciones. Así se trabaja aquí. El que destaca aquí no es bien visto».

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