Calle Jara

El hotelero ucraniano que embellece La Trinidad

Mijailo Blyznyuk, Miguel para los trinitarios, está comprometido con la mejora de La Trinidad, el barrio en el que vive y donde tiene un hostel. Miembro de la asociación de vecinos, estos días recoge ayuda para sus compatriotas

Miguel Blyznyuk, ayer, con las plantas que adornan el hostel de su propiedad, en el corazón La Trinidad.

Miguel Blyznyuk, ayer, con las plantas que adornan el hostel de su propiedad, en el corazón La Trinidad. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Comenzó colocando tres macetas y hoy, con la colaboración de los vecinos, tiene buena parte de la calle Jara convertida en un pequeño vergel de plantas que incluso colonizan la pared de un solar para embellecerlo.

Es Mijailo Blyznyuk, más conocido como Miguel, un extrovertido y afable ucraniano de 42 años, residente en Málaga desde hace dos décadas, quien en 2014, tras la invasión rusa de Crimea, decidió, junto a su mujer, vender sus propiedades en Ucrania y apostarlo todo a un hostel en el corazón de La Trinidad en el que fuera un antiguo taller de costura.

Es el ‘Tourist Holiday Apartments’, en el 27 de calle Jara, abierto en 2017, un establecimiento con cinco habitaciones con baño y cocina y que también incluye la vivienda de Miguel y su familia. Como explica, quiso dejar de trabajar en la construcción para contar «con un negocio más controlado, porque en la construcción, con que te falle uno se rompe toda la cadena».

De su experiencia en nuestra ciudad confiesa: «En mi vida en Málaga me ha ido todo maravilloso porque he ido conociendo a muchísima gente buena que me ha ayudado con sus consejos».

Como subraya, siempre ha creído en el potencial de La Trinidad y por eso quiso montar su negocio en el barrio, a la par que ponía su granito de arena para hacerlo más vivible y hermoso convenciendo a los vecinos para adornar las calles todo el año y mejorar también la convivencia.

Además, el hostel cuenta con un patio interior adornado al estilo de los patios de la Trinidad, con un mar de platos, recopilados por antiguos compañeros de la construcción o comprados en mercadillos, mientras que la fachada está cubierta por un colorido mural artístico.

En el patio interior del hostel, a tono con los patios de La Trinidad.

En el patio interior del hostel, a tono con los patios de La Trinidad. / A.V.

Con una sonrisa explica que cuando en Ucrania veían las fotos del establecimiento, «me hacían muchas preguntas porque ‘da ‘mucho el cante’, aquí hay mucho color y mucha tradición. Queremos dar mucha visibilidad al barrio», resalta. 

De su compromiso con La Trinidad da fe el presidente vecinal Juan Romero: «Miguel es un ejemplo para el barrio, por eso está en la directiva de la asociación. Además, su sociedad ha invertido para que se pinte un patio del barrio», cuenta a La Opinión.

Para Miguel, La Trinidad, a dos pasos del Centro, con una red de calles peatonales y patios hermosos y a punto de contar con un deseado aparcamiento municipal, «tiene muchísimo futuro» y sólo falta que más personas den el paso y, por ejemplo, abran tiendas que den más vida al barrio.

También aboga porque se cree una ruta cultural para visitar los patios de La Trinidad todo el año, «porque cuanta más gente, más movimiento y empieza el barrio a funcionar».

Ayuda a Ucrania

Pero su compromiso no termina en este rincón de Málaga. Por eso, estos días, Miguel Blyznyuk es uno más de los cientos de ucranianos que recogen todo tipo de ayuda de emergencia para sus compatriotas, atacados por el dictador ruso.

«En Ucrania están mis padres y los de mi mujer y en Kiev vive la hermana de mi mujer con su marido. Estamos en una emergencia y necesitamos todo tipo de ayuda. Agradezco muchísimo toda la ayuda del pueblo español porque, de verdad, es gente abierta con un gran corazón que entiende lo que está pasando, nos sentimos robados y engañados», subraya este ucraniano que trata de mejorar el mundo desde La Trinidad.

Vista del hostel y las plantas de calle Jara.

Vista del hostel y las plantas de calle Jara. / A.V.

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