La fábrica de cemento de La Araña para su horno de fabricación por el alto coste de la electricidad

La fábrica de cemento de Málaga, situada en La Araña y perteneciente a FYM-HeidelbergCement Group, ha decidido parar su horno de fabricación de clinker (constituyente principal del cemento) por los "inasumibles costes de la electricidad que gravan el coste de producción desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania". Esta decisión es consecuencia del sistema español de fijación del precio de la electricidad basado en el concepto europeo de "precio marginal", según ha explicado la propia compañía. La medida forma parte del plan de contingencia que la compañía venia preparando ante la posibilidad de que la guerra se prolongue y continúe disparando los precios energéticos. El director de Estrategia y Transformación de la compañía en España, Tomás Azorín, ya explicó hace unos días a este periódico que el peso de la factura energética dentro de los costes generales de la fábrica ha subido del 50% al 70%.

"En estos momentos excepcionales el sistema marginalista es un sistema perverso puesto que hace que el precio de la electricidad basado en el gas, que supone menos del 20% del consumo eléctrico, en la práctica esté contaminando el 100% de la factura eléctrica independientemente de dónde y a qué coste se genera la electricidad”, ha afirmado el consejero delegado de FYM-HeidelbergCement Group, Jesús Ortiz.

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Ortiz, también vicepresidente de la patronal cementera española Oficemen ha abogado, junto al conjunto de industrias electro-intensiva españolas, por "la desconexión temporal del gas del sistema de fijación del precio marginalista de la electricidad, consiguiendo así un efecto inmediato en el recibo de la luz para todos los consumidores, industriales, PYMES, autónomos y familias, sin comprometer estructuralmente el sistema europeo de precio marginal y sin poner en riesgo la unidad del mercado interior europeo".

"Como consecuencia de esta situación y hasta comprobar el efecto de los anuncios del Gobierno en el precio real de la electricidad, FYM-HeidelbergCement Group ha decidido ajustar su plan de producción en la fábrica de Málaga parando el horno hasta finales de marzo y reducir considerablemente el volumen de exportaciones mientras garantiza el suministro a los clientes locales", ha señalado. La fábrica cubre toda la provincia de Málaga y parte de las provincias de Cádiz, Córdoba, Granada y Almería.

Por responsabilidad social, la empresa afirma que no considera por ahora aplicar otras medidas complementarias como el ERTE al que tuvo que recurrir en 2020 por la crisis del Covid.

Tomás Azorín ha comentado este periódico, tras hacerse pública la decisión del grupo, es que la intención inicial es volver a encender el horno a inicios del mes de abril, confiando en que las circunstancias energéticas así lo permitan. Los planes de la empresa pasan por cubrir estos días las necesidades de todos los clientes locales con el stock de mercancías que mantiene la fábrica y apartar momentáneamente la exportación de áridos que, debido el costo actual de la electricidad, no haría sino provocar pérdidas a la compañía.

El directivo ha afirmado además que el paro de los transportistas, como al resto de empresas, también les está afectando estos días, ya que no cuentan con flota propia sino que el servicio se lo hacen de forma externa. El horno de la fábrica de la Araña, que funciona las 24 horas del día, sólo se para ocasionalmente por cuestiones de mantenimiento o por circunstancias excepcionales, tal y como sucedió hace un par de años, por ejemplo, tras el estallido de la pandemia, cuando gran parte de la actividad económica.

«La situación actual, con la subida tremenda del coste de la energía, es también excepcional, por eso el grupo ha tomado esta decisión», ha aseverado.