Crónicas de la ciudad

Si no querías caldo, toma dos verjas portuarias

El Centro de Málaga ya se puede contemplar ‘a rayas’ gracias a una segunda verja portuaria. Aquí somos fans declarados del Convenio Europeo del Paisaje

El Centro de Málaga desde las nuevas verjas.

El Centro de Málaga desde las nuevas verjas. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Hace unos días comentábamos la querencia de nuestros responsables públicos por dejar para la posteridad todo tipo de chirimbolos en la vía pública, incluso si eso supone una merma para el entorno donde se instala.

Tendremos que admitir con tristeza que, pese a que hace más de veinte años España firmó en Florencia el Convenio Europeo del Paisaje y lo ratificó en 2007, el concepto de ‘paisaje’ es tan ignoto para la mayoría de los políticos malagueños como una secadora de mano para una tribu perdida del Orinoco.

Lo estamos viendo estos días con la ‘disrupción’ urbanística de una inoportuna pérgola en la plaza de Fray Alonso de Santo Tomás, en la explanada de Santo Domingo. El nuevo chirimbolo perchelero resta protagonismo al precioso torreón octogonal de la iglesia, el que alberga el Cristo de Mena, y lo afea también, pero como la delimitación del Bien de Interés Cultural de la iglesia es tan rácana y sólo abarca el monumento y ni un centímetro más, nuestro Ayuntamiento, con el mismo tacto y sensibilidad que quien asó la manteca, ha plantado este artefacto sin el más mínimo reparo.

Lo cierto es que si la pérgola invasora se promociona, podría conseguir sin muchos problemas el ‘Jesús Gil Award’ al proyecto urbanístico más bruto. Eso sí, un día al año y si nuestros cargos públicos -ministros incluidos- se apretujan bien bajo ella, no correrán el riesgo de padecer insolación. No todo son inconvenientes.

Los tramos de verja, a primera hora de hoy.

Los tramos de verja, a primera hora de este jueves. / A.V.

Pero tampoco en tierras portuarias la sensibilidad por el paisaje inunda los poros de nuestros prohombres de mar. Además de seguir adelante con el proyecto del hotel rascacielos en el Dique de Levante, que será tan beneficioso para la Bahía de Málaga como el bloque de los Campos Elíseos para el Monte Gibralfaro, han querido revertir de forma simbólica la apertura del Puerto a la ciudad y plantarnos unos tramos de verja de aires clasistas en la próxima zona de embarcaciones de postín.

Cierto que podrían haber autorizado un seto de altura mediana para delimitar el espacio o bien, como en el Palmeral de las Sorpresas, inocuos paneles de cristal, pero en Málaga hay querencia por la solución que más perjudica el paisaje y, por ende, el interés general. Gracias a esta nueva adquisición, la vista del Centro de Málaga se puede disfrutar ‘a rayas’ y por el otro lado, la Farola asoma por donde le permiten. 

Fuentes portuarias informaban este jueves a esta sección de que las verjas se instalan por motivos de "seguridad náutica", que médiran en total 180 metros de largo y apuntan la posibilidad de que lleven plantas. O sea, que la pantalla visual tendría vocación de ser mucho más opaca.

Queda claro que cuando nos lo proponemos, podemos ser más brutos que un arado, así que, ya puestos, que también presenten la verja a los ‘Jesús Gil Awards’. Si los premios existen, este año Málaga arrasa.

Suscríbete para seguir leyendo