Entrevista | Cristina Carrasquilla Paciente de Covid persistente

«Mi día a día es una máquina de oxígeno, soy totalmente dependiente»

Desde que Cristina Carrasquilla se contagiase de Covid-19 en agosto de 2020, el virus le ha ocasionado secuelas a nivel respiratorio, neurológico y muscular que la han incapacitado completamente

Cristina Carrasquilla, malagueña afectada por Covid persistente.

Cristina Carrasquilla, malagueña afectada por Covid persistente. / L. O.

Más de un año y medio ha pasado ya desde que Cristina Carrasquilla se infectase por coronavirus por primera vez. Fue en agosto de 2020. Desde entonces, la vida de esta malagueña a no ha vuelto a ser la misma. Las secuelas que el virus le ha dejado la han incapacitado por completo. Cristina es una de los 100.000 andaluces afectados por Covid persistente.

¿Cómo se dio cuenta de que algo no iba bien, que los síntomas estaban durando más de la cuenta?

En agosto empecé a encontrarme con mucho dolor de garganta y fiebre. Por esos tiempos no hacían PCR a no ser que tuvieras pérdida del gusto o el olfato. Me mandaron un antibiótico y me dijeron que siguiese trabajando. En septiembre veo que algo no va bien, sigo con una tos persistente y decido hacerme una serología, la cual sale positivo, había pasado el Covid. A raíz de ahí, veo que mi cuerpo va para atrás. Tos constante, veo que no puedo respirar bien, la saturación me bajaba muchísimo, me daban derrames en el ojo izquierdo... un sinfín de síntomas.

¿Qué le decían los médicos?

A principios de octubre me dijeron que lo que tenía era una neumonía mal curada. Ahí comienzan a aparecer una serie de secuelas a nivel respiratorio, neurológico, dolores musculares... secuelas que a día de hoy me han vuelto completamente incapacitada y una persona completamente dependiente.

¿A qué le está afectando?

Mi día a día es una máquina de oxígeno, un nebulizador con medicación puesta, corticoides, pastillas para la tos y los dolores musculares... Me baja la saturación y pierdo el conocimiento, tengo que estar acompañada 24 horas. Y los pulmones se me han quedado llenos de unos pequeños trombos, el ritmo cardíaco también se me baja demasiado... Es un cúmulo, mi organismo se ha descontrolado por completo.

Casi dos años después, ¿qué tipo de tratamiento está siguiendo?

Acudo al Hospital Civil donde me tienen puesto un tratamiento tres días al mes, heparina para los trombos, la medicación que me tomo para la tos... pero para los síncopes, que es lo que realmente me incapacita, no hay ningún tipo de tratamiento. No me puedo quejar porque los médicos me están tratando muy bien pero también son sinceros y me dicen que no saben si esto se me va a quitar o no.

Considera, por tanto, que hace falta más investigación sobre esta enfermedad, ¿no?

Sí. Yo entiendo la desesperación de los médicos que no saben lo que hay y dicen muchas veces que hasta que no pasan cinco años no se conoce realmente la causa o las secuelas de un virus. Pero yo llevo un año y medio incapacitada entonces te frustra, porque esperas que nos entiendan y que se invierta mucho más en investigar las causas para poder tratarlo adecuadamente.

Todo esto le ha cambiado la vida por completo.

Claro, no puedo trabajar en lo que trabajaba porque hasta el simple hecho de coger un coche me lo tienen prohibido, por si me da un síncope mientras conduzco. Esto está afectando tanto a mi calidad de vida como a la de mis familiares, que tienen que ajustar sus horarios para poder cuidarme. Tengo una niña de 8 y otra de 5 y son ellas las que tienen que cuidarme a mí en vez de yo a ella. Ellas saben que tienen que conectarme a la máquina de oxígeno y saben dónde llamar si me baja la saturación. Mi vida se ha descontrolado por completo.

Espero que la gente se conciencie, esto le puede pasar a cualquiera. Yo tengo 28 años y era una persona sana y me ha tocado a mí. Esto no es un simple resfriado como dicen y no sabemos las secuelas que dejará a largo plazo. A corto plazo hay gente que sí lo sabemos ya. Es un virus nuevo y todavía hay que cuidarse.

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