Salud mental

El 70% de la población sufre síndrome del impostor

El síndrome del impostor, también llamado síndrome del fraude, lo padecen 7 de cada 10 personas según los estudios. Las personas que lo sufren se caracterizan por estar convencidas de que son un fraude, no merecen el éxito que han conseguido y que son inferiores al resto

Una de cada cuatro personas en España tiene o tendrá algún tipo de problema de salud mental a lo largo de su vida.

Una de cada cuatro personas en España tiene o tendrá algún tipo de problema de salud mental a lo largo de su vida. / La Opinión

Chaima Laghrissi Rochdi

A raíz de la pandemia se ha agudizado la problemática relacionada con los trastornos mentales. La ansiedad, el estrés y la depresión han sido una de las principales consecuencias de esta crisis sanitaria. Pero, la Covid ha servido para poner sobre la mesa lo importante que es la salud mental.

Según datos de la Confederación de Salud Mental de España, una de cada cuatro personas en España tiene o tendrá algún tipo de problema de salud mental a lo largo de su vida. Al diccionario de psicología se añade un nuevo término, hasta hace poco desconocido: El síndrome del impostor o síndrome del fraude. Un trastorno que afecta a una de cada siete personas, según el International Journal of Behavioral Science. Esta afección no es considerada un trastorno psicológico ni una patología, por lo que no se recoge en el Manual diagnóstico de los Trastornos Mentales. Pero aún así, impide que las personas sean capaces de asimilar sus logros. Pero, ¿Qué es el síndrome del impostor?

El síndrome del impostor

Se trata de un trastorno relacionado con la incapacidad para atribuir los propios logros. Las personas atribuyen el éxito de una tarea — ya sea en el ámbito laboral, familiar o académico— a factores externos, como la suerte: «No es un trastorno reconocido como tal. Da nombre a la creencia que tienen algunas personas sobre sí mismas. Una percepción de que son un fraude», explica David García Encina, psicólogo general sanitario especializado en trastornos de la personalidad, en el gabinete malagueño Psicoabreu.

El término fue acuñado por las psicólogas clínicas Pauline Clance y Suzanne Imes en 1978. Este mismo año publicaron un artículo sobre este síndrome, llamado The imposter phenomenon in high achieving women: Dynamics and therapeutic intervention.

Las personas que padecen el síndrome del impostor están convencidas de que son un fraude, no merecen el éxito que han conseguido y que son inferiores al resto. A pesar de que demuestren lo contrario, la persona continuará convencida de que no ha logrado nada por sí misma e interpretará sus logros como resultado del azar. Este síndrome se caracteriza por el sentimiento de vacío constante, «de que algo falta por muchas cosas que consigas. Sienten que hagan lo que hagan nada les satisface». Pero, este trastorno responde a algo más: «Es un síntoma de que hay un problema de identidad. Nos indica la presencia concreta de una patología», afirma el psicólogo.

Se suele dar en personalidades que aparentan fortaleza: «Son personas que dan la sensación de ser fuertes», reitera David García. Además la persona es consciente de que tiene alguna dificultad emocional que trata esconder: «Les cuesta exteriorizar porque tienen miedo de perder el amor del otro. Tenemos la sensación de que si mostramos lo débil que somos, nos van a dejar», apunta.

Muchos rostros conocidos, como Michelle Obama, Meryl Streep, Emma Watson o Jaime Lorente, han confesado públicamente haberlo sufrido. Además 'Valeria', la serie de Netflix también visibiliza este síndrome. García aclara que este trastorno se puede dar en cualquier etapa y ámbito de la vida, ya sea laboral, escolar, de pareja o familiar. Este trastorno afecta tanto a hombres como a mujeres, en edades sobre todo adultas: «No aparece en una edad concreta, pero sí se ve durante la edad adulta. Los problemas de identidad se forjan desde la niñez y en la edad adulta aparecen, la vida se complica y con el paso de la edad hay daños colaterales», aclara.

Un informe encargado por el Access Commercial Finance, en Reino Unido, confirmó que las mujeres son un 18% más propensas a padecerlo que los hombres. La principal razón por lo que esto sucede se debe a los roles de género implantados: Ser grandes madres, excelentes trabajadoras y esposas; en resumen, «mujeres maravilla».

Esto también se puede deber a diferentes motivos como la falta de referentes femeninos, o la falta de expectativas que tiene la sociedad sobre la mujer. Las mujeres se ven afectadas sobre todo en entornos académicos, donde son más propensas a sufrirlo. Respecto a esto, García no está del todo de acuerdo: «Yo diría que no. Es verdad que van muchas más mujeres y eso tiene que ver, pero no podemos afirmarlo con firmeza. No hay una estadística real», discrepa.

Cómo lidiar con ello

Son muchos los profesionales que dan consejos sobre cómo tratar este síndrome: evitar caer en comparaciones con otras personas, reconocer tus valías o compartir cómo te sientes. Aunque García lo tiene claro: «No hay una guía que te diga que hacer para dejar de sentirte así. Aunque ahora se habla más sobre salud mental, ir al psicólogo aún es un tema tabú. Por eso hay que dejar claro que el único remedio es ir a un psicólogo, eso es fundamental», sentencia.