Conservación

El depósito de Bajo Olletas, listo para volver a llenarse

Es una infraestructura vital para el abastacimiento de agua en la capital, ya que tiene una capacidad para suministrar a 30.000 habitantes

Interior del depósito de Bajo Olletas.

Interior del depósito de Bajo Olletas. / L.O.

Ana I. Montañez

Ana I. Montañez

El depósito de agua de Bajo Olletas ya está listo para volver a llenarse. Después de tres meses de trabajos, la rehabilitación integral de esta estructura de 1930 ya ha concluido y volverá a almacenar los 45.000 metros cúbicos con los que es capaz de abastecer a 30.000 habitantes, el 6% de la población de la capital.

Precisamente su capacidad convierte al depósito de Bajo Olletas, ubicada en el Camino de Colmenar, en una infraestructura vital para el suministro de agua, de hecho, es el segundo depósito más importante de Málaga después de el de La Florida.

Esta mañana habrá una visita institucional al interior del depósito, a la que asistirá el alcalde, Francisco de la Torre; después se desinfectará una vez más y ya no serán posibles más visitas, lo que convierte esta cita en una oportunidad casi única para visitar una gran infraestructura desconocida que lleva casi un siglo abasteciendo a los hogares malagueños.

Durante estos meses, los trabajos se han centrado en la reparación de los daños estructurales del depósito, con el objeto de alargar su vida útil, según el proyecto de rehabilitación dirigido por la Empresa Municipal de Aguas (EMASA).

El desperfecto principal ha sido la corrosión de las armaduras en el tramo no sumergido del depósito y, sobre todo, en la cubierta.

Por ello, los técnicos se han dedicado al saneamiento y la limpieza del hormigón que estaba deteriorado, así como a proteger -o sustituir si fuera necesario- las armaduras descubiertas. Asimismo, se han recuperado las geometrías originales y se ha aplicado un revestimiento de la estructura para reforzar la impermeabilización y para asegurar también su conservación frente a la corrosión.

Por otro lado, estaba prevista la retirada de la capa de tierra vegetal que cubre la superficie del depósito sustituyéndola por un aislamiento térmico y una membrana impermeabilizante, lo que supuso una mejora en la evacuación de las escorrentías que, junto con la impermeabilización, reducirá el riesgo de filtraciones. Además, permite poner en valor la peculiar arquitectura de su cubierta abovedada. Las obras han supuesto una inversión de 880.396 euros.

Vista interior del depósito ya restaurado.

Vista interior del depósito ya restaurado. / L.O.

EMASA suministra 2.000 litros por segundo de agua diarios de media en la ciudad. Lo hace a través de un sistema de 56 depósitos repartidos por toda la ciudad, que distribuyen a la población por una red de abastecimiento de casi 2.000 kilómetros de extensión.

En el caso concreto del depósito de Bajo Olletas, la extensión de su red de abastecimiento alcanza los 82 kilómetros.

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