Crónicas de la Ciudad

La Glorieta de la Provincia, en el Parque, llega al siglo

Una de las obras más famosas del arquitecto Daniel Rubio cumple un siglo este año en el emplazamiento de siempre, el Parque. No le vendría mal una limpieza

Parte posterior de la Glorieta de la Provincia, en el Parque, hace unos días. | A.V.

Parte posterior de la Glorieta de la Provincia, en el Parque, hace unos días. | A.V. / Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Llevaba unos cuantos años de construcción la plaza de España de Sevilla cuando en 1922 el nuevo arquitecto municipal de Málaga, Daniel Rubio, realizó la conocida como ‘Glorieta de la Provincia’, en el Parque.

Según explicaba hace unos años en este diario la académica y antigua directora del Archivo Municipal, Mari Pepa Lara, se trató de una idea del entonces alcalde de Málaga, que en ese momento era Francisco García Almendro y que el arquitecto municipal hizo realidad, aunque como curiosidad, también Daniel Rubio impuso sus condiciones, como que los azulejos fueran sevillanos.

La Glorieta de la Provincia está dedicada a la provincia de Málaga, por eso está acompañada por los escudos de sus principales pueblos, además de por el escudo de la capital.

Las postales antiguas nos muestran la denominación en singular (la provincia), aunque con los años, algunos malagueños también la empezaron a conocer en plural (Glorieta de las Provincias).

Como curiosidad, está presidida por un gran escudo de Málaga con sus lemas al completo, pues incluye el de ‘Muy Benéfica’, otorgado en febrero de ese mismo año 1922, por la red de hospitales montada en la ciudad y por las atenciones a los soldados heridos durante la cruenta Guerra de Melilla.

La que pasó a mejor vida en este precioso rincón regionalista del Parque fue la fuente que presidía la glorieta. Mari Pepa Lara apunta que se deterioró y en 1975 fue sustituida por el monumento a Cánovas, que en 1998 dio paso al actual monumento al Verdialero del desaparecido escultor Miguel García Navas.

El centenario de la Glorieta de la Provincia se deja notar en el desgaste de los azulejos con efigies y motivos de la Historia de España, tan clásicos de los años 20.

Además, entre los escudos de los pueblos se aprecia la embestida de algún localista cerril, como la que ha dejado el municipio de Alhaurín sin su Torre, amén de la huella de alguna otra pedrea en los jarrones.

El centenario de la Glorieta de la Provincia o de lo que queda de ella podría ser la ocasión para darle un buen repasito.

En particular llama la atención algo de lo que ya se hizo eco esta sección hace algún tiempo: la parte posterior luce igual que la parte de atrás de una nevera; en este caso afeada por pintadas justo detrás del escudo de Málaga.

Si no hay dinero para restaurarla, sí que debería haber para limpiar la huella de varios mamíferos que han empleado el spray y nulas nociones de civismo.

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