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La calima vuelve a Málaga lunes y martes

La Aemet activa el aviso amarillo por fuertes vientos y fenómenos costeros en la Axarquía, la Costa del Sol y el Guadalhorce

La calima vuelve a cubrir los cielos de Málaga

La calima vuelve a cubrir los cielos de Málaga / Gregorio Marrero

Luis Vertedor

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé la incursión de una nueva ola de polvo subsahariano sobre el sur peninsular. La calima, aunque con menor intensidad en comparación con las semanas anteriores, volverá a teñir Málaga de color naranja entre la noche del lunes y la madrugada del martes.

La Aemet pronostica, para la jornada de este lunes, cielos cubiertos y lluvias débiles. Aunque escasa durante la mañana y el mediodía, la probabilidad de chubascos irá en aumento hasta alcanzar su pico máximo, un 85%, a la última hora de la tarde. Será entonces cuando, en compañía de las precipitaciones, las partículas de polvo en suspensión volverán a descender del cielo ocasionado depósitos de barro en las calles. Asimismo, se ha activado el aviso amarillo por fuertes vientos y por fenómenos costeros en la Costa del Sol, la zona del Guadalhorce y la Axarquía.

El martes la situación meteorológica será similar. El pronóstico arroja cielos nubosos y chubascos que pueden ser localmente fuertes e ir acompañados de tormentas en comarcas centrales de la comunidad durante todo el día, con "probables calimas en el sudeste peninsular". De nuevo, el transcurso de la jornada estará marcada por el viento, aunque con una intensidad menor y ya sin ningún aviso activado.

Tercera ola de calima

La calima, lejos de abandonar Málaga, volverá a hacer acto de presencia en la provincia este lunes y martes. Con esta, será la tercera vez que se dé este fenómeno en la zona en apenas dos semanas.

Tras jornadas titánicas de retirada de barro en terrazas, aceras, coches, azoteas o ventanas los ciudadanos y las empresas municipales, con toda probabilidad, tendrán que volver a armase de cepillos y fregonas. En cualquier caso, la acumulación de barro estará estrechamente vinculada a la cantidad de precipitaciones que se registren.