Reunión de talentos a beneficio de la incendiada librería Proteo

Junto con la asistencia a un partido de béisbol y a un mitin pocas experiencias hay en el mundo más monótonas que la lectura de un libro digital, esa sábana interminable y sosa ante la que tantos lectores desisten.

La digitalización galopante no ha podido con los libros de papel pero tampoco el fuego, que se llevó por delante y desahució cien mil de estos ejemplares tan afines al tacto, ha podido con la librería más antigua y prestigiosa de Málaga.

En mayo del año pasado, un más que evidente fallo eléctrico puso en la picota a la Librería Proteo, en los inicios, allá por 1969, refugio de libros prohibidos por la dictadura y poco después, escaparate de la Transición.

El fuego, ese que una aviesa compañía eléctrica se resiste a reconocer como efecto de su impericia, causó unas perdidas generales de un millón y medio de euros, una cantidad que el seguro no cubrirá ni de lejos.

Por este motivo, ayer por la tarde se presentó un libro colectivo a beneficio de Proteo, un acto que sirvió también de simbólica reapertura de la librería, aunque afortunadamente lleve muchas semanas abierta al público, en su sede recuperada de la Puerta de Buenaventura.

Se trata de ‘Todos con Proteo’, editado por Ediciones del General, promovida por Anastasio Álvarez y el esfuerzo conjunto de 45 creadores españoles, entre los que se encuentran autores como Irene Vallejo, Javier Cercas o María Victoria Atencia, pero también escritores desaparecidos como Rafael Pérez Estrada, Pablo Aranda o Alfonso Canales.

Los 20 euros que cuesta esta obra conjunta repleta de artículos, cuentos, poemas, aforismos e ilustraciones irán a beneficio de Proteo, que tanto lo sigue necesitando.

El gerente de la librería, Jesús Otaola, dio ayer las gracias, feliz y emocionado, por el apoyo recibido de tantos malagueños y, como demuestra el libro, de personas de toda España.

Precisamente en uno de los textos de la obra Irene Vallejo recoge una reflexión del fundador de Proteo, Paco Puche, sobre el influjo «sutil, secreto, inaprensible» de una librería en una ciudad.

Ayer, en Proteo, repleta de buena parte del talento que llena las páginas de este esperanzador libro -sin olvidar la presencia de veteranos clientes y amigos- se palpaba mejor que nada ese beneficioso influjo que para Málaga tiene un establecimiento como este. Para que su influencia benefactora no se apague, para vencer a la sinrazón del fuego y la de alguna gran compañía con la vergüenza chamuscada, ‘Todos con Proteo’.

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