De Málaga a West Palm Beach para enseñar la cultura española

Se define como malagueña, una ‘boquerona’ de la ciudad de Picasso y de Antonio Banderas, los dos iconos internacionales por los que se conoce España en la ciudad donde vive desde hace cinco años, a más de ocho horas de avión de su tierra. Una distancia física y cultural que no ha impedido que María José Fernández Cobos cumpliera su sueño: enseñar en el sistema educativo de Estados Unidos. Su trabajo como profesora visitante le ha permitido vivir esta aventura y, además, dejar una pequeña gran huella malagueña en West Palm Beach (Florida).

Con veinte años de experiencia como docente y nueve como profesora de ATAL (Aulas Temporales de Adaptación Lingüística), esta malagueña de Coín disfrutaba enseñando español a los numerosos alumnos extranjeros que llegan a la provincia y quiso dar un paso más. Nunca había estado en Estados Unidos y la oportunidad que ofrece este programa del Ministerio español de Educación le pareció el mejor camino.

Su destino estos cinco cursos ha sido la Berkshire Elementary School, un centro de Florida denominado ISA (International Spanish Academy) con un programa dual bilingüe. Allí se convirtió con facilidad en Miss Fernández y se integró en una gran comunidad de unos 2.000 alumnos y profesores, muchos procedentes o con raíces latinas de países como Cuba, Honduras, Venezuela o Colombia.

María José Fernández Cobos ha pasado cinco años como profesora visitante en un colegio de Florida al que ha llevado, además de la lengua, otras señas de identidad malagueñas y españolas

«El programa son tres años pero en principio vas para uno y hay mucha gente que no aguanta y se vuelve. Llegas y esto es otro mundo. Un paraíso pero un sistema educativo totalmente diferente. Tienes que tener una mentalidad muy abierta», explica por teléfono María José desde su casa de West Palm Beach.

Ella no se ha quedado tres años, sino cinco. Pese a lo agotador de los trámites para iniciar una vida en EEUU, pidió una ampliación de su estancia porque quería prolongar una experiencia que compartió al principio con su hijo adolescente.

En estos años ha tenido claro que su labor no sólo era impartir en castellano las asignaturas de matemáticas, lectura y escritura a sus alumnos de 2º grado -equivalente a 2º de Primaria en España-, sino que debía transmitirles también la cultura española.

La idea era fomentar esta fantástica obra universal española, a través de la lectura infantil por EEUU

El proyecto lector ‘Platerillo por el mundo’, alrededor de la obra ‘Platero y yo’ de Juan Ramón Jiménez, ha sido su principal herramienta en el aspecto académico y ha tenido tanto éxito que le ha llevado a ser seleccionada como finalista en el certamen de Profesor Visitante del Año, otorgado por la embajada de España en Washington. «La idea era fomentar esta fantástica obra universal española, a través de la lectura infantil por EEUU», comenta la maestra de Primaria y licenciada en Filología Inglesa.

Además, la cultura malagueña ha llegado a West Palm Beach en celebraciones como la Herencia Hispana, en las que María José ha mostrado platos típicos y, por supuesto, ha lucido su traje de gitana y ha llevado el baile y la música española de la mano de ‘Entre dos aguas’, de Paco de Lucía, con un espectáculo intercultural en el que una profesora cubana mostraba un poema de José Martí. Y es que su lema educativo es ‘Juntos, unidos en la diversidad’.

Por otra parte, María José Fernández también ha contado con la colaboración de otros malagueños para afianzar lazos entre ambas culturas. Así, ha tenido encuentros presenciales y virtuales con otra profesora malagueña que también estuvo en Florida, Marina Doña, que presentó a sus alumnos su obra ‘El sueño de Magalí’.

Rafael Jurado, escritor coíno con una extensa obra infantil y juvenil, ha sido otro de los invitados en la escuela americana de María José, que también presentó a Platero a alumnos de un colegio de Texas en el marco de otra actividad intercultural.

Lo importantes es que les transmitimos la cultura. Aprender una segunda lengua les prepara para ser niños autónomos, independientes, les va a facilitar tener un trabajo, van a tener más oportunidades

«Lo importantes es que les transmitimos la cultura. Aprender una segunda lengua les prepara para ser niños autónomos, independientes, les va a facilitar tener un trabajo, van a tener más oportunidades», destaca la docente sobre los beneficios de esta inmersión lingüística y cultural.

Ahora que su aventura americana está a punto de terminar, asegura que estos años le han enriquecido 100% y que ha aprendido muchísimo, además de dar gracias por lo acogida y querida que se ha sentido en un país tan diferente al nuestro donde una de las cosas que más le llamó la atención al principio fue la gran presencia de la bandera por todas partes. «Cada mañana se iza la bandera en el colegio: la de Estados Unidos, la de Florida y la de España», cuenta.

María José espera haber dejado un poquito de ella misma en sus alumnos. «La educación es maravillosa, poder educar es un privilegio. Es inspirador hacer lo que te gusta y a mí me encanta lo que hago: ser maestra de niños», subraya. Y, por supuesto, confía en que la huella malagueña también perdure. «He intentado transmitirles lo que soy y soy de Málaga, de España. Siempre lo he llevado por todos lados muy orgullosa», concluye.

Suscríbete para seguir leyendo