Prevén recuperar este año el ritmo de transplantes de 2019

La vacunación contra la enfermedad del Covid-19, el mayor conocimiento de aspectos epidemiológicos del virus y las innovaciones terapéuticas han permitido que la donación y trasplante de órganos casi se haya normalizado en España, por lo que los especialistas confían en que este año se recuperen los niveles de 2019.

El presidente de la Sociedad Española de Trasplante (SET) y director de la Unidad de Gestión Clínica de Nefrología del Hospital Regional de Málaga, Domingo Hernández, aseguró ayer su confianza en que la actividad se siga normalizando este año hasta recuperar los niveles prepandemia.

Lo hizo con motivo de una rueda de prensa enmarcada en el séptimo congreso de la SET y que reúne hasta mañana en Málaga a más de 400 médicos, expertos e investigadores nacionales e internacionales para conocer los avances en la práctica clínica.

El encuentro se desarrolla aún en el contexto de la pandemia, pero con la perspectiva de crecimiento que la actividad de trasplante ha tenido en España en 2021, en el que el trasplante y la donación de órganos han aumentado un 8% y 7% respectivamente, acercándose a las cifras anteriores a la pandemia.

Además de la mejora en la actividad de donación y trasplante, las infecciones por Covid-19 en la población trasplantada se han minimizado y «controlado lo suficiente para conseguir una reducción sustancial en el número de hospitalizaciones de estos pacientes», destacaba Hernández.

Málaga refuerza en plena pandemia su liderazgo nacional en trasplantes

Durante el congreso, los expertos en trasplante también pondrán en valor su actividad como una de las referentes en el sistema sanitario, ya que juegan un papel fundamental para las personas que presentan enfermedades muy graves y cuya única esperanza es lograr un trasplante para poder seguir viviendo.

Según los últimos datos facilitados por la Organización Nacional de Trasplante (ONT), en 2021 se realizaron en España un total de 4.781 trasplantes de órganos, con una tasa de 101 por millón de población. Esto fue posible gracias a las 1.905 personas que donaron sus órganos tras fallecer y a las 324 personas que donaron un órgano en vida, con una tasa de donación de 40,2 por millón de población, que supera a la del resto de países del mundo y se sitúa por encima de EEUU (38 pmp), Francia (23,3) o la UE (18,4).

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