«El edificio es de los malagueños y ellos tienen que salir de ahí»

El concejal de Urbanismo sostiene que el edificio debe haber desalojo, rehabilitación y un concurso público

Carteles en La Invisible pidiendo la cesión directa. | ÁLEX ZEA

Carteles en La Invisible pidiendo la cesión directa. | ÁLEX ZEA / ana i montañez. málaga

Ana I. Montañez

Ana I. Montañez

La última postura del Ayuntamiento de Málaga acerca del futuro de La Invisible se manifestó en el pleno de octubre del año pasado a través de una moción presentada por Ciudadanos.

Con el voto a favor del equipo de gobierno -PP y Cs- más el voto de calidad de Francisco de la Torre frente al voto en contra de la oposición -PSOE y Unidas Podemos- se acordó impulsar de nuevo el desalojo de La Invisible para rehabilitar el inmueble. Sobre su futuro se aprobó destinarlo a usos culturales que deberían ser adjudicados mediante un concurso público, lo que volvió a difuminar la posibilidad de una cesión directa.

«Si su proyecto cultural es tan bueno, tan seguido por tanta gente, que lo plasmen en un documento y lo soliciten bien», indica el concejal de Urbanismo, Raúl López. «Yo sí creo que lo razonable sería que que compitan con los demás».

El edil de Urbanismo es rotundo al afirmar que el Consistorio proseguirá con los trámites para desalojar el edificio entre las calles Andrés Pérez y Nosquera, aunque tengan que esperar al fallo judicial de la medida cautelar que La Invisible puso en marcha con el intento de desalojo de 2018.

En esta línea, descartan el proyecto de rehabilitación por fases que desarrolló el colectivo.

«No hay que hablar de propuestas, el edificio es de los malagueños y no de ellos. Nosotros hemos tomado una decisión y es que se tienen que salir de ahí».

Asimismo, desde el Consistorio rechazan de plano que La Invisible esté en una situación de cesión en precario y consideran que sigue siendo una okupación.

«El convenio [firmado en 2011] acaba. Ahí sí hay un precario hasta el momento en el que nosotros decimos que se salgan», afirma Raúl López, que añade como «premisa innegociable» la rehabilitación del edificio.

«Nosotros le hemos ofrecido el diálogo, le hemos ofrecido la posibilidad de buscar puntos de equilibrio, de buscar sitios para que hagan actividades pero se tienen que salir de ahí para que rehabilitemos. Se le ha dicho por las buenas, no quieren. Ya no nos queda otra que pedir al juez que nos autorice», añade el edil.

«Urbanismo interviene porque hay unas patologías que pueden poner en riesgo el edificio, recuerdo que hay aulas clausuradas, no hay agua, hay un bar que no tiene permiso. Allí hay una serie de anomalías que hay que corregir».

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