Medio ambiente

La Junta estudia ya el impacto ambiental del proyecto de puentes-plaza para el Guadalmedina

La Delegación de Desarrollo Sostenible está encargando los primeros informes sectoriales para el estudio ambiental de la idea del Ayuntamiento de Málaga - La evaluación puede durar entre seis y nueve meses

Ana I. Montañez

Ana I. Montañez

La Delegación de Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía está estudiando ya el impacto ambiental que tendría el proyecto de puentes-plaza en el Guadalmedina impulsado desde hace años por el Ayuntamiento de Málaga, que pasa por embovedar algunos tramos del río para destinarlo a zonas peatonales y romper así la "cicatriz natural" que divide a la ciudad en dos.

Así, la delegación está encargando ya los primeros informes sectoriales, desde dominio público hidráulico, gestión del medio, calidad del aire, posibles afectaciones de flora y fauna... necesarios para conformar la evaluación ambiental una vez que esta ya ha sido admitida a trámite.

"Una vez que tengamos a estudio de una forma pormenorizada como podría afectar en todas las dinámicas ambientales pues podremos emitir un dictamen. Ahora mismo se está analizando y conlleva un tiempo", explica el delegado de Desarrollo Sostenible, José Antonio Víquez. "Una vez que tengamos todos estos estudios hay que emitir un dictamen para establecer si es favorable o desfavorable, o si hay que establecer unas medidas compensatorias o de control sobre estos puentes, que son el objeto de estudio".

Esta evaluación suele prolongarse entre seis y nueve meses, incluyendo la realización de los informes sectoriales y el propio procedimiento administrativo, que puede incluir un período de exposición pública. Se trata de uno de los primeros filtros por los que deberá pasar este plan del Ayuntamiento de Málaga para el Guadalmedina, cuyo presupuesto supera los 200 millones de euros.

El Ayuntamiento de Málaga y la Junta de Andalucía acordaron a finales del año pasado el diseño por el que se guiará la reforma del cauce del Guadalmedina, tomando el puente de Armiñán (a la altura del Molinillo) como separación entre la zona que correrá a cargo del Gobierno andaluz, aguas arriba, y del Consistorio malagueño, aguas abajo.

Por su parte, la Junta ya ha empezado los trabajos de regeneración del río desde Armiñán hacia el norte, donde se creará un parque fluvial tras unas actuaciones que costarán al Gobierno andaluz unos siete millones de euros. Mientras, los trabajos que dependen del ayuntamiento -los más costosos- siguen en "stand by".

Esto incluye el soterramiento del tráfico en la avenida de la Rosaleda y de Fátima y la construcción de puentes-plaza, esto es, amplios bulevares sobre el lecho del río. Se trata de un proyecto muy defendido, en especial, por el alcalde, Francisco de la Torre, con un elevado presupuesto, que supera los 200 millones de euros.

"La única solución, porque tiene pendiente sobrada, es esconderlo verticalmente, pero es una obra compleja con un costo alto y que tiene sus costes medioambientales a resolver. Habrá que sopesarlo todo y decidir. No tengo ningún empeño en que se haga, tengo ilusión en que eso sea una plaza de encuentro, pero no de cemento, sino de verde, de agua, pero de agua limpia", declara el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, en una entrevista con La Opinión de Málaga a principios de año, donde reconocía la dificultad de impulsar este proyecto.

Por su parte, las asociaciones ecologistas de Málaga han mostrado su rechazo frontal a este proyecto, ya que consideran que supondrá un gasto excesivo además de un "peligro" por el embovedamiento del río. Por ello, defienden una renaturalización del río, que lo convierta en un corredor verde.

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