Crónicas de la ciudad

El espectáculo de los brachichiton de Campanillas

En estos días coincide en este barrio de Málaga el amarillo intenso de las tipuanas con el rojo intenso de este árbol injustamente minusvalorado

Un 'Brachychiton acerifolius' en plena floración en un rincón de Campanillas, esta semana.

Un 'Brachychiton acerifolius' en plena floración en un rincón de Campanillas, esta semana. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Cada vez que llega el otoño, los analistas más cansinos auguran un «otoño caliente», que se traduce en que un caudal de políticos de todas las ideologías volverán a mostrarse cerriles, intransigentes y hasta maleducados con el rival.

Habrá momentos, sin embargo, en que los telediarios cesarán de emitir imágenes de tanto cargo electo mediocre y follonero y, para compensar, desplazarán sus cámaras a un bosque de Navarra o incluso del Canadá, para mostrar la «paleta de colores del otoño».

De toda esa ‘paleta’ (disculpen el tópico), lo que más destaca es el hermosísimo color de los arces que ofrecen desde un naranja y un amarillo hasta un rojo intenso que es el summum de la belleza en esa estación.

En este ‘junio caliente’ -una preocupante evidencia más del cambio del clima- sin necesidad de viajar a los bosques navarros o de toparse con la policía montada canadiense, Campanillas ofrece una hermosísima ‘paleta de colores’ en algunas de sus calles.

Y así, las enormes tipuanas que jalonan la calle principal del barrio, dedicada al maestro José Calderón, todavía resisten con su ramillete de flores en lo más alto de las copas, pero la mayoría caen al suelo y al igual que en la avenida de la Estación, en El Palo, se forma una fastuosa alfombra natural del Corpus que por su color amarillo intenso también podría evocar alguna festividad de la India.

Flores de tipuana en la calle José Calderón, esta semana.

Flores de tipuana en la calle José Calderón, esta semana. / A.V.

Pero en estos días, la hermosa floración de las tipuanas, un árbol que cuando no está en flor muchos confunden con las jacarandas se completa con otro árbol fastuoso, que pasa completamente desapercibido el resto del año y algunos hasta lo colocan en la segunda división de los árboles por alguna ignota razón.

Se trata de los Brachychiton acerifolius que, al igual que en calle Córdoba, en este junio exhiben sus agraciadas flores de un rojo intensísimo que evoca esos bellos arces de otras latitudes.

En la propia calle José Calderón conviven las tipuanas con algún brachichiton en flor, desprovisto de hojas para que el rojo intenso brille en todo su esplendor a modo de una versión floral de la bandera de España.

Fulgores rojos en Campanillas.

Fulgores rojos en Campanillas. / A.V.

Pero es cerca de la Hacienda Segovia, con las calles con nombres de capitales europeas, poetas y pintores de nuestro continente donde brachichiton de gran porte reinan con todo su fulgor.

En calles como Camoens, Van Gogh o Varsovia, estos árboles, como la Cenicienta en el baile, evidencian que no hay que esperar al otoño canadiense para rendirse fascinados ante la Naturaleza.

Las flores del brachichiton en calle Varsovia, en Campanillas, esta semana.

Las flores del brachichiton en calle Varsovia, en Campanillas, esta semana. / A.V.

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