Entrevista | Joaquín Cuenca Cofundador y CEO de Freeepik Company

«Freepik es un ejemplo de que las startups de Málaga estamos creciendo más que algunas grandes de fuera»

«Málaga se ha validado como un lugar de talento local y foráneo capaz de captar a inversores privados». «En Freepik trabajamos para el mercado global pero la sede está aquí; no queremos movernos»

El CEO y confundador de Freepik, Joaquín Cuenca. | L. O.

El CEO y confundador de Freepik, Joaquín Cuenca. | L. O. / josé vicente rodríguez. málaga

José Vicente Rodríguez

José Vicente Rodríguez

Alicantino de cuna y afincado desde hace años en Málaga, Joaquín Cuenca (Cox, 1976) saltó a la fama en el año 2007, al convertirse en el primer español que vendía una empresa a Google (Panoramio, un servicio de fotos geolocalizadas). En 2010 fundó junto a Alejandro Sánchez y Pablo Blanes la startup malagueña Freepik, especializada en la producción y distribución de recursos gráficos gratuitos y que se ha convertido en la matriz del banco de imágenes más usado en el mundo. Freepik Company cerró 2021 con una facturación de 61,5 millones de euros, con un 37% de subida respecto al anterior ejercicio, y cuenta ya con 450 empleados. Cuenca, uno de los exponentes de la exitosa generación de empresarios locales que han encumbrado a la Málaga tecnológica, ha participado esta semana como en el DES-Digital Enterprise Show 2022, donde ha tenido un hueco para hablar con La Opinión.

DES ha vuelto a poner estos días a Málaga en el mapa mundial de la innovación, algo cada vez más frecuente.¿Cuál cree es el sitio real que ha alcanzado la capital en este campo?

Málaga se ha validado como un lugar desde el que se pueden crear startups tecnológicas. Ha tomado credibilidad en este campo. Hace diez años no había referentes de este tipo de empresas, y cuando salía una no se veía a Málaga como un lugar válido desde el que captar talento, así que siempre se les pedía a sus impulsores que se la llevasen fuera para poder crecer más. Ahora ya se empieza a considerar a Málaga como lo que es: un lugar donde hay talento local y foráneo, que atrae a gente de fuera y que es capaz de captar a inversores privados. Históricamente, la inversión privada para startups en Málaga ha sido paupérrima, pero eso es algo que ya está empezando a cambiar. Hay cada vez más inversores en este ámbito; los que han venido primero han sido de tamaño pequeño y mediano pero yo espero que pronto puedan llegar también los grandes.

El ecosistema malagueño se ha constituido, por un lado, a base del desembarco de multinacionales y, por otro, con la eclosión de startups locales de éxito como Freepik, Virus Total, Uptodown o Besoccer, por citar los ejemplos más conocidos. ¿Cuál de los dos vectores tiene a su juicio más valor?

Evidentemente, yo estoy en el sector de las empresas nativas, las que se han creado aquí y que hemos sabido crecer muy fuertemente. Siempre he dicho que en Málaga se ha hecho una apuesta por atraer a empresas que tenían volumen, lo que ha permitido que muchos ingenieros se desarrollen y trabajen aquí, pero también se ha apostado por empresas pequeñitas, que hemos ido creciendo muy rápido, más deprisa incluso que algunas grandes empresas. Hoy, por ejemplo, Freepik tiene 450 empleados, y yo creo que, con muy alta probabilidad, alcanzaremos los 600 antes de que lo consiga Vodafone (que ha abierto recientemente su laboratorio europeo de I+D en Málaga y quiere llegar a esa cifra). Creo que la evolución que tenemos las empresas nativas es de un mayor crecimiento que algunas grandes que vienen de fuera. Tenemos la ventaja de que diseminamos más el conocimiento, lo hacemos más circulante, generamos a muchas personas del ámbito local que aprenden a trabajar en empresas digitales y que, luego, con lo que ganan, reinvierten en nuevos negocios digitales.

Se habla mucho, por cierto, de la batalla por reclutar talento y de los problemas que están teniendo las empresas tecnológicas para incorporar todos los perfiles que necesitan, ¿cuál es su visión sobre este tema?

Partimos de una situación en la que la inmensa mayoría de los ingenieros malagueños ha tenido que irse a trabajar fuera de Málaga. El hecho de que hoy Málaga vuelva a ser una opción para desarrollarse profesionalmente provoca una cierta inercia, hay mucha gente interesada en volver, pero no es algo que se vaya a producir de la noche a la mañana. Por eso hay algo de fricción, un momento de más dificultad, pero eso también se está traduciendo en un incremento salarial en este sector; estábamos muy por debajo del mercado y seguimos por debajo, pero yo creo que la franja salarial va a ir aumentando. Gente que está ahora en Madrid se querría volver. Todo eso va a provocar que cada vez más personas quieran estudiar estas ramas, porque le verán más atractivo, más salidas y más sueldo, lo que reforzará también a la Universidad de Málaga.

¿Cuáles deben ser los pilares de especialización de la Málaga tecnológica?, ¿o es mejor tocar todos los campos? Se habla mucho, por ejemplo, del ámbito de la ciberseguridad, que ha recibido el espaldarazo del centro que Google abrirá en 2023 en el paseo de la Farola gracias a su vínculo con Virus Total.

Creo que es importante la especialización, el ser conocido en algo, y Málaga va ser conocida probablemente en varios dominios, aunque todavía no está claro cuáles. Es pronto aún para saber cuál va a ser el punto fuerte de Málaga. En todo caso, la ciberseguridad será sin duda uno de los grandes campos que van a emerger. A mí me gustaría también que lo hiciera la inteligencia artificial y el diseño de producto. Y creo que se habla todavía poco de Málaga como capital en el mundo de la imagen. También pienso que a veces le damos muchas visibilidad a lo que las empresas externas hacen en Málaga y no tanto a lo que venimos haciendo los de aquí. Además de Virus Total y de Freepik, que creo que estamos dejando huella y un gran impacto que está mejorando la vida de la gente, hay también muy buenos ejemplos malagueños como Uptodown, que es el mayor portal de descarga de apps y que está  compitiendo con Google Play, o de Besoccer, el portal de fútbol.

Hablemos de Freepik. Durante diez años fueron creciendo como empresa, como se dice, a pulmón, hasta que en mayo de 2020 el fondo sueco EQT compró una participación mayoritaria. Han pasado dos años ¿qué les ha aportado esa operación?

Uno de los impactos que ha tenido es que nos ha hecho ser más ambiciosos en nuestros objetivos. Hemos hecho operaciones de compra de empresas, que es algo que no estaba en nuestro ADN y que ellos hacen con mucha facilidad. También nos ha permitido establecer mecanismos de recompensa mucho más interesantes para los empleados. Son cambios que nos han ayudado a atraer talento de cualquier parte del mundo con el que podemos también mejorar al talento que ya tenemos en Málaga. Un problema que teníamos es las personas que contratábamos en Málaga no tenían referentes que les ayudaran a crecer más profesionalmente. Ahora hemos podido buscar a esa gente. Estamos en una fase de ser una empresa cada vez más global, y pronto daremos noticias en ese sentido.

41 millones de usuarios al mes y 18.000 colaboradores

La apuesta diferenciadora por un modelo freemium en sus productos -Freepik, Flaticon y Slidesgo- ha permitido que Freepik Company cerrara 2021 con una media de 41 millones de usuarios mensuales, que generaron casi un billón y medio de descargas, y con un incremento del 34% en el número de suscriptores, por lo que esta vía de ingresos supone actualmente el 70% de su facturación total. Aunque se trata de una empresa malagueña, son los mercados internacionales quienes sustentan la actividad. Así, el mercado nacional aporta sólo un 3% a la facturación de esta compañía. Freepik cuenta con una red de colaboradores compuesta por más de 18.000 diseñadores, fotógrafos y agencias de diseño, de los que cerca del 60% son realmente activos (es decir, comparten sus recursos gráficos en Freepik y Flaticon de forma periódica). Estos colaboradores, que aportan el 85% del total de recursos gráficos que ofrecen los productos de Freepik, están principalmente en el sudeste asiático, Latinoamérica y Europa del este y con este rol de colaborador obtienen ingresos extra cada mes o supone incluso su principal medio de vida. 

¿Su idea es que Freepik siga siempre con su sede en Málaga?

Sí, somos una empresa de casi 500 empleados con sus familias. No queremos movernos. Somos una empresa malagueña, con su centro de operaciones en Málaga, pero con operaciones globales. Nuestro primer mercado es Brasil, Estados Unidos, India... no es España. Aquí somos muy fuertes para el tamaño que tiene España, pero es que Estados Unidos es diez veces más grande. Somos potentísimos en Indonesia, en Tailandia,... nuestro producto es global. Y cada vez más estamos dando oportunidades a incorporar a gente de fuera. Tenemos ya a 70 personas trabajando a tiempo completo fuera de Málaga. Nuestro responsable de Inteligencia Artificial, por ejemplo, está en Zaragoza pero ayuda a crecer a los trabajadores que tenemos aquí.

Tienen actualmente dos sedes, una en la calle Molina Lario y otra en la plaza de la Solidaridad, ¿hay ideas de cambio o de ampliación?

El hecho de que estemos en dos sedes ya indica que el espacio se nos ha ido quedando pequeño. Nos gustaría estar en una, pero no hemos encontrando todavía opción.

¿Ha cambiado mucho su rol como creador de startups en todos estos años?

He pasado más de ser un programador y una persona que trabaja el producto a dar direcciones a otras personas, a dejar a otros el espacio para crecer. Es un trabajo muy diferente al que hacía en principio, pero lo que sí es verdad es que mantengo siempre un respeto y una empatía hacia todos, porque yo he estado también en su piel.

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